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Estrabismo en el recién nacido, un desvío temporal y normal de los ojos del bebé
Estrabismo en el recién nacido, un desvío temporal y normal de los ojos del bebé

OJO DESVIADO

Estrabismo en el recién nacido, un desvío temporal y normal de los ojos del bebé

Si notas que tu bebé tiene uno de sus ojos desviados, no pienses que va a ser algo permanente, todavía no tiene fuerza para alinear los ojos.

Cuando un recién nacido llega por primera vez a nuestra vida, aparecen todas las dudas del mundo. Cualquier tos en un momento inoportuno, un pequeño desvío en los ojos, un leve quejido en la madrugada... Todo puede parecer síntoma de una enfermedad, o de que algo no anda bien. Es lógico preocuparse por los hijos, incluso en exceso; y es que son bebés indefensos, que no tienen forma de cuidarse por sí mismos. Tener un recién nacido implica asumir una de las mayores responsabilidades del mundo, y eso puede preocupar a cualquiera. No obstante, es cierto eso de que al final acaba mandando el instinto, y todo acaba siendo mucho más sencillo de lo que hubiéramos podido imaginar al principio.

Uno de los temas que más llega a preocupar a los padres durante los primeros meses del recién nacido es la posibilidad de que este padezca estrabismo. Por si alguien lo desconoce, el estrabismo es una enfermedad visual que hace referencia a la pérdida de la alineación de los ojos. Es decir, que los ojos no se mueven de forma compaginada, sino que cada uno acaba moviéndose más bien por su cuenta y riesgo; se puede ver muy claro cuando los dos ojos no miran en la misma dirección. Esto no solo implica un problema estético, sino que para el niño que lo padece puede llegar a significar tener visión doble.

Los ojos del bebé aún no tienen fuerza para etar alineadosLos ojos del bebé aún no tienen fuerza para etar alineados

Pero tener un desvío en los ojos no es algo extraño en un recién nacido. Mientras que en un niño de tres o cuatro años implica tener estrabismo y, por tanto, tener la visión perjudicada, en un recién nacido es lo más normal del mundo. Es por eso que, como padres, no debéis preocuparos durante los seis primeros meses de un posible desvío en los ojos del bebé.

El estrabismo, algo normal en bebés de menos de seis meses

Hasta que los bebés cumplen los seis meses de vida, un desvío en los ojos, o un bizqueo, puede ser considerado algo totalmente natural. Debemos pensar que sus ojos todavía no tienen fuerza suficiente como para poder enfocar al mismo tiempo y, en ocasiones, alguno de ellos puede "flojear". Si veis que vuestro bebé bizquea, no debéis preocuparos, y mucho menos si es un recién nacido. Solo el 1'5% de los niños acaba padeciendo estrabismo, así que es muy poco probable que vuestro bebé sea uno de ellos.

Los bebés, al nacer, no tienen completamente formada la visión. Es por eso que durante los primeros días (e incluso semanas) notaréis que no ven bien. Poco a poco, su visión irá mejorando, pero no será hasta pasados los seis meses que los bebés serán capaces de ver bien por completo. Hasta ese momento, puede que notéis un pequeño desvío en sus ojos de vez en cuando, sobre todo si están más cansados o si han dormido poco. De nuevo, no tenéis por qué preocuparos, pero podéis acudir a un especialista en cualquier momento si tenéis alguna duda más seria. Es lógico preocuparse por un hijo, sobre todo cuando este es recién nacido y no es capaz de decirnos qué le pasa, si le duele algo o si tiene algún tipo de molestia.

Pese a todo, el estrabismo no se suele detectar hasta que el niño tiene algo más de un año. Ni siquiera se suele llevar a los bebés al oftalmólogo hasta los tres años, excepto que el niño haya tenido algún tipo de problema anterior en la visión. Eso sí: si notáis que vuestro hijo a partir de los seis meses tuerce los ojos, o no es capaz de seguir vuestro rostro con la mirada, o tiene algún tipo de mancha que pueda llegar a ser preocupante, lo mejor que podéis hacer es ir al oftalmólogo para quitaros de preocupaciones.

A partir de un año es cuando se puede empezar a diagnosticar el estrabismoA partir de un año es cuando se puede empezar a diagnosticar el estrabismo

De cumplir seis o siete meses y notar que vuestro hijo continúa teniendo un desvío en los ojos, sí que es importante que acudáis al especialista. Es muy fácil corregir el estrabismo cuando el niño es aún joven, y así se evitará que acabe teniendo un ojo vago cuando sea adulto. Normalmente, lo que el especialista hará será poner un parche en el ojo bueno del niño, para reforzar el ojo cuya visión esté más desgastada. Además de eso, también hay muchas terapias oculares que pueden favorecer que el niño entrene la visión y sea capaz de sanar por completo ese estrabismo. En el caso de que ninguno de estos tratamientos funcionara, sí que podría optarse por una cirugía; no obstante, este tratamiento es muy invasivo, y no debe realizarse antes de que el niño cumpla un año y medio.

Atención y cuidados, pero sin preocuparse de forma extrema

Es importante controlar la visión de los más pequeños, así como su salud en general. No obstante, no hay que preocuparse de forma excesiva por cualquier mínimo detalle que podamos ver, puesto que esto acabaría perjudicándonos a nosotros como padres y a ellos como hijos. Sabiendo que el desviar los ojos es algo totalmente natural en los recién nacidos hasta que cumplen más o menos los seis meses, podéis estar mucho más tranquilos puesto que sabéis que vuestro hijo no tiene ningún tipo de problema.

Eso no quita que debáis estar pendientes de esa desviación a partir de los seis o siete meses, puesto que ahí se supone que la vista ya debería estar completamente formada y fuerte. Como ya hemos señalado, corregir el estrabismo es muy fácil cuando el niño es más pequeño. Puede que no nos guste que nuestro hijo lleve un parche, pero debemos pensar que es algo positivo y que acabará corrigiendo su visión y, así, evitando problemas posteriores. A él tampoco le gustará tener que prescindir de un ojo, por supuesto, pero es nuestra responsabilidad buscar lo mejor para ellos.

Recordad: en los recién nacidos es totalmente normal que los ojos no se encuentren alineados, puesto que no tienen aún fuerza suficiente. El estrabismo no se da hasta que pasan seis o siete meses, y se puede ver realmente cuál es la alineación de los ojos del pequeño.

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