Los padres son la influencia más grande en los hijos, ellos son los verdaderos maestros en la vida de los niños. Y los niños se convierten en el espejo de los padres. Esto es necesario que todos los padres lo sepan para poder criar a sus hijos de forma efectiva y que de esa manera aprendan a comportarse bien y a crecer de forma que se conviertan en adultos de éxito.
En este sentido, los padres afectan directamente al comportamiento de sus hijos. Los niños son como esponjas; modelan todo lo que ven sus padres y lo incorporan en su personalidad y en sus vidas. Por esto, es importante que los padres sean buenos ejemplos para sus hijos. Si los padres siguen ejemplos negativos esto puede ser perjudicial para el desarrollo de los niños y que por tanto, se desencadene en un mal comportamiento.
Los padres, cuando los niños tienen mal comportamiento deben pensar cómo está siendo su crianza y poder solventar aquellas cosas que puedan causar en sus hijos un desequilibrio emocional que se muestra en su conducta negativa. ¿Quieres saber cómo afecta tu ejemplo al comportamiento de tus hijos? No pierdas detalle de las siguientes líneas.
La reacción que tienen los padres al estrés afecta directamente a los hijosTus habilidades sociales
Los niños que son antisociales o que no tienen buenas habilidades sociales aprenden este comportamiento a partir de los ejemplos que ven de sus padres. Las habilidades sociales se interpretan como por ejemplo, pedir las cosas por favor, ser agradecido, aprender a hablar delante de otras personas, tener una mejor o peor relación con los iguales... todo esto los niños lo aprenden de cómo ven que sus padres interactúan con otras personas.
Una vida demasiado estresada
La reacción que tienen los padres al estrés afecta directamente a los hijos. Si tu hijo reacciona mal a situaciones de estrés, reflexiona en cómo es tu reacción cuando te encuentras en alguna situación que te sobrepasa emocionalmente.
Si un padre o una madre reacciona negativamente, los hijos aprenderán a reaccionar negativamente también. Además, las reacciones negativas al estrés, como gritar y dar golpes, pueden asustar a un niño. Los niños pueden aprender a encerrarse en sí mismos a causa del miedo e incluso pensar que son la causa del estrés. Si el estrés se maneja positivamente, ayuda a los niños a ver que el amor de sus padres por ellos nunca cambia, incluso cuando están estresados.
El tipo de disciplina
La disciplina que se emplea en casa es fundamental para los niños. La forma en que se disciplina a los niños afecta directamente al comportamiento de los hijos. Cuando un padre o madre opta por usar el castigo físico, no le enseñará a los niños a cambiar su comportamiento, solo estará aprendiendo que pegar está bien y que se debe utilizar cuando se está enfadado.
Los niños también pueden reaccionar agresivamente al castigo físico. Cuando los padres eligen formas alternativas de castigo, como el tiempo muerto, están ayudando a modificar el mal comportamiento del niño de una manera calmada, siempre y cuando se reflexione sobre el pequeño sobre el comportamiento inadecuado y cómo mejorarlo.
Si los padres discuten pero lo hacen de forma justa y con madurez, el niño podrá beneficiarseLa relación entre los padres
Si los padres discuten pero lo hacen de forma justa y con madurez, el niño podrá beneficiarse y aprender a cómo se resuelven los conflictos de forma constructiva. Las peleas verbales y físicas son extremadamente difíciles para los niños. Pueden culparse a sí mismos por los argumentos de sus padres y pueden ser traumatizantes en los años venideros. Los niños pueden desarrollar baja autoestima e incluso pueden comportarse violentamente con otros niños. Las familias disfuncionales crían niños disfuncionales. Los niños a menudo repiten este comportamiento en sus relaciones futuras.
El abuso infantil destruye a los niños
El abuso infantil causa una serie de comportamientos antisociales y destructivos. Esto se debe a que los niños maltratados intentan sobrellevar y comprender por qué están siendo maltratados. Los padres que abusan de sus hijos pueden hacer que sus hijos sean agresivos y violentos, experimenten problemas de aprendizaje e incluso se involucren en el consumo de drogas o alcohol. Los padres que abusan proporcionan lo opuesto a lo que un niño necesita para crecer sano. En cambio, destruyen el mundo interior y exterior de un niño.