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El desarrollo moral en niños de 2 y 3 años
El desarrollo moral en niños de 2 y 3 años

DESARROLLO INFANTIL

El desarrollo moral en niños de 2 y 3 años

El desarrollo moral se puede empezar a trabajar en los niños desde que tienen 2 años, ¡te contamos cómo!

El desarrollo moral no salgo que se consiga en la edad adulta... de hecho, es un trabajo que se debe empezar a hacer por parte de los padres hacia los hijos desde su más temprana edad. Es a partir de los dos años cuando se tiene la edad ideal para comenzar a desarrollar la moral en los pequeños. De esta manera el pequeño estará aprendiendo grandes valores que le permitirán tener una vida mucho más exitosa en su crecimiento y su futuro.

El desarrollo moral se trata esencialmente de aprender la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto, y comprender cómo tomar las decisiones correctas. En la primera infancia, el desarrollo moral no se forma independientemente. Es la combinación de experiencias, el entorno y las habilidades físicas, cognitivas, sociales y emocionales que tu hijo aprende a medida que crece. En todo esto, los padres tienen una gran importancia para que el pequeño vaya aprendiendo lo que está bien de lo que no está. La moralidad es imprescindible para la vida.

El desarrollo moral se trata esencialmente de aprender la diferencia entre lo correcto y lo incorrectoEl desarrollo moral se trata esencialmente de aprender la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto

Desarrollando empatía

Los niños pequeños están preocupados por las necesidades y los derechos de los demás, pero tienden a ser indecisos e impredecibles en su comportamiento hacia esas necesidades. Por ejemplo, un niño pequeño puede ser amable y dulce contigo un día, y desafiante o desagradable al día siguiente. Este comportamiento es absolutamente normal y forma parte de su desarrollo. Si bien tu hijo puede ser empático, todavía está aprendiendo lo correcto y lo incorrecto, lo que requiere muchos años de desarrollo y aprendizaje a través de la imitación y la experiencia.

Independencia y conflictos

Los niños desarrollan una sensación de alteridad a los 18 meses, ¡tan pronto como suena! A medida que tu hijo alcanza los dos años, desarrolla la conciencia de que otros comparten su mundo y tienen necesidades y derechos como él. Los niños en esta etapa del desarrollo moral comienzan a comprender que hay reglas que deben seguirse, pero en lugar de obedecer automáticamente, la mayoría se frustra porque todavía no tienen la capacidad de juzgar algo como correcto o incorrecto. 

En cambio, tu hijo solo sabe que debe hacer lo que le dicen, y esta expectativa entra en conflicto con su impulso natural por la independencia. Por ejemplo, un niño de dos años que golpea aún no comprende que está lastimando a la otra persona. Aprenderá que está mal cuando sus padres le dicen que está mal o porque le aplican consecuencias.

Comprender las reglas y las consecuencias de los actos

Cuando los niños ya tienen 3 años, comienzan a internalizar los valores familiares, o lo que es importante para su familia... por lo que comienzan a frustrarse menos por seguir las reglas. El niño comienza a aprender y comprender los roles que corresponden y los que corresponden a un adulto. Podrá comenzar a reconocer las consecuencias y comprender qué comportamientos pueden conducir a consecuencias poco deseables.

Los niños comenzarán a sentir remordimientos, pero no por el hecho de sufrir las consecuencias de sus acciones, si no porque empezaran a comprender que pueden haber hecho daño a los sentimientos de otra persona. Su moralidad está basada en la empatía.

Un niño aprende el concepto básico de lo bueno y lo malo en el comportamiento directamente de sus padresUn niño aprende el concepto básico de lo bueno y lo malo en el comportamiento directamente de sus padres

Influencia parental

Un niño aprende el concepto básico de lo bueno y lo malo en el comportamiento directamente de sus padres. Este conocimiento forma una gran base para una moralidad más compleja a medida que el pequeño va creciendo.

La moral se desarrolla principalmente a través de factores externos, como los valores familiares y sociales, modelado por adultos y compañeros, creencias religiosas, sus prácticas de crianza y observación e imitación de sus acciones. Por ejemplo, si tu hijo ve que eres útil para otra persona, es más probable que también trate de serlo. La forma en que disciplinas a tu hijo también es importante. Establece reglas claras y consecuencias justas para el mal comportamiento. Por ejemplo, si tu hijo recibe la misma consecuencia cada vez que coge los juguetes de su hermano, aprenderá que quitarle cosas a los demás está mal todo el tiempo.

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