Nadie se espera que un adulto tenga la desfachatez de insultar a un niño, pero en el mundo que vivimos todo es posible... sobre todo cuando se trata de conflictos interpersonales. La mayoría de los padres se preparan para un momento en que su hijo llega a casa quejándose de un acosador en la escuela o en el patio de recreo, pero rara vez consideran que los acosadores vienen en todas las formas y tamaños y que la persona que insulta a tu hijo puede ser un adulto.
La forma en que llevas la situación con un adulto que insulta a tu hijo es importante porque le enseñará cómo manejar los insultos de los demás y le mostrará a tu hijo que es posible manejar una situación incómoda con gracia y madurez. En este sentido, es necesario que además de ser un buen modelo de conducta, sepas cómo resolver el conflicto sin necesidad de perder los nervios o que se aumente la ira considerablemente.
Por esto, te vamos a dar algunos consejos para que sepas cómo actuar en el caso de que haya sido un adulto quien haya insultado a tu hijo.
Escucha a tu hijo
Si el insulto ha venido de un adulto cuando no estabas presente, es importante escuchar a tu hijo y dejar que te cuente todos los hechos. Este es el mismo método a usar si otro niño está intimidando a tu hijo.
Reúne los hechos de quién más estuvo presente , qué se dijo exactamente y pregunta si tu hijo le contó a otro adulto sobre el incidente. Recuérdale a tu hijo que el comportamiento del adulto no es culpa del niño.
Mantén la calma
Independientemente de si estuviste presente o no para escuchar el insulto, antes de intentar remediar la situación, debes tomarte unos minutos para calmarte. Si bien puede ser difícil, trata de no tomar el insulto personalmente, no reacciones exageradamente e intenta no permitir que incidentes anteriores con el adulto en cuestión ensucien tu juicio. Si bien devolver el insulto puede hacerte sentir mejor a corto plazo, no le enseñará a tu hijo una forma efectiva de lidiar con los acosadores.
Habla con el adulto
Una vez que te hayas calmado lo suficiente como para pensar en el insulto y la situación de una manera razonable, es hora de hablar con el adulto. Si esto no es posible, como cuando el adulto insultante es un extraño con el que se encuentra en la calle o en una tienda, un simple "Eso fue grosero e innecesario" y alejarte podría ser tu mejor curso de acción.
Si el adulto es alguien con quien tu hijo tendrá una interacción repetida, habla con el adulto sobre el insulto y obtén la perspectiva de la historia del adulto, sobre todo si no estuviste presente en el momento del incidente verbal. Hazle saber al adulto que ha herido los sentimientos de tu hijo, que una disculpa sería lo correcto y que además quieres que esa situación no vuelva a ocurrir.
Minimiza la exposición
Si los insultos continúan incluso después de una relación sincera con el otro adulto, minimiza la exposición de tu hijo al acosador. Si el adulto es maestro de escuela, miembro de algún equipo o amigo de la familia, haz un plan con tu hijo para nunca estar en la misma área o espacio que el adulto, si es posible. Si los insultos ocurren en la escuela, habla con la administración para proteger a tu hijo.
De cualquier modo, también es necesario que hables con tu hijo y que le digas que lo que otras personas dicen o piensan no tiene que ver con él. Que un adulto no sepa controlar sus impulsos no es culpa suya y que el insulto que ha dicho esa persona simplemente son palabras vacías.