¿Alguna vez te has preguntado si eres demasiado estricto/a con tu hijo? Quizá te preocupe demasiado que las expectativas que tienes sean demasiado altas... Si eres demasiado estricto/a con tus hijos pueden sufrir consecuencias demasiado duras. A continuación vamos a enseñarte algunas señales que te indican que debes rebajar un poco las exigencias con tus hijos y empezar a ser más flexible y menos estricto.
Señales que te indican que eres demasiado estricto/a con tus hijos
- Tienes una política de tolerancia cero. Aunque es importante tener las reglas claras es importante reconocer que siempre hay excepciones a las reglas, hay que ser algo flexible en ocasiones. En lugar de tener una postura autoritaria todo el tiempo, muestra voluntad de evaluar el comportamiento de tu hijo en el contexto.
- Tu hijo miente mucho. Si bien es normal que los niños no digan la verdad a veces, una disciplina severa convierte a los niños en buenos mentirosos. Si eres demasiado estricto, es probable que tu hijo mienta en un esfuerzo por evitar el castigo.
- Tu hijo tiene más restricciones que otros niños. No hay nada de malo en tener reglas diferentes a los otros padres. Pero, si siempre eres el padre más estricto de la multitud, podría ser una señal de que tus expectativas son demasiado altas.
- Tienes poca paciencia para tonterías. A la mayoría de los niños les encanta las bromas ridículas y los juegos más simples. En lugar de enfadarte, lo ideal es que disfrutes del momento y del buen humor de tus hijos.
- Tienes problemas para ser tolerante. Los padres estrictos a menudo tienen dificultades para tolerar todo, desde la forma en que un maestro dirige su aula hasta la forma en que la abuela maneja los problemas de conducta. Está bien que los niños estén expuestos a adultos que tienen diferentes reglas y diferentes tipos de disciplina.
- Tienes una lista muy larga de reglas. Las reglas son buenas, pero demasiadas reglas pueden ser dañinas. Mantén una lista de reglas simples para que tus hijos las recuerde y ponlas en un lugar del hogar que se vean claramente... pero recuerda ser flexible de vez en cuando.
- Tu hijo tiene poco tiempo para divertirse. Muchos niños con padres estrictos corren de una actividad a otra con poco tiempo de inactividad. Si bien una estructura es esencial, también es importante que los niños tengan tiempo libre para ser niños.
- No permites que tus hijos tengan consecuencias naturales. Los padres estrictos a menudo hacen todo lo posible para evitar que un niño cometa un error. Pero, los niños a menudo son capaces de aprender de sus errores cuando enfrentan consecuencias naturales... ¡debes permitir que simplemente suceda!
- Das instrucciones constantemente. Decirle a tus hijos constantemente lo que tienen que hacer hará que tu hijo desconecte de ti. Guarda tus instrucciones para los problemas más importantes y que tu voz realmente sea escuchada.
- No ofreces opciones. En lugar de preguntar: "¿Prefieres guardar tu ropa primero o hacer tu cama?" Los padres estrictos a menudo solo dan órdenes. Darles un poco de libertad a los niños, especialmente cuando ambas opciones son buenas, puede hacer mucho para lograr el cumplimiento.
- No dejas que tus hijos hagan las cosas a su manera. A veces los padres estrictos insisten en que los niños hagan todo de cierta manera. Insisten en hacer la cama de la "manera correcta" o jugar con la casa de muñecas "adecuadamente". Si bien hay momentos en que los niños necesitan instrucción de adultos, es importante permitir la flexibilidad y la creatividad.
- Elogias el resultado y no el esfuerzo de tu hijo. Los padres estrictos generalmente no ofrecen muchos elogios. Se reservan sus afirmaciones para la perfección, en lugar del esfuerzo de su hijo. Si solo elogias a tu hijo por obtener un 10 en un examen, o por lograr la mayor cantidad de puntuación en el juego, tu hijo puede pensar que tu amor está condicionado a un alto rendimiento.
- Usas mucho las amenazas. Mientras que la mayoría de los padres son culpables de hacer una amenaza excesiva de vez en cuando, los padres estrictos hacen amenazas escandalosas de forma regular. A menudo dicen cosas como: "¡Limpia tu habitación ahora mismo o tiro todos tus juguetes a la basura!" Evita hacer amenazas que no estés preparado para cumplir y asegúrate de que las consecuencias sean para disciplinar y no castigar.
No hay nada de malo en tener reglas diferentes a los otros padres
Los padres estrictos a menudo solo dan órdenes