La Inteligencia Emocional (IE) en la infancia es imprescindible para poder tener una vida de éxito en el futuro. Las emociones son necesarias entender las propias como las ajenas, favoreciendo así una buena comunicación. Quizá en algún momento de tu vida hayas conocido a personas que parece que siempre están calmadas, que son capaces de manejar con gracia las situaciones más incómodas y que saben cómo hacer que otros se sientan cómodos... Eso se llama IE y tus hijos deben aprender a tenerla.
Inteligencia Emocional
La inteligencia emocional implica que la persona sepa comprender y manejar las emociones propias. También sabrán ponerse en el lugar de otras personas. Todos los expertos están de acuerdo en que la IE es incluso más importante que el CI (Coeficiente Intelectual), y es que la IE está vinculada a cualquier área de la vida de un individuo.
Los niños necesitan aprender ciertas competencias para poder aprender a tener y desarrollar una mejor IE. No te las pierdas para poder aplicártelas a ti mismo/a y también para que una vez las emplees en tu vida, puedas enseñárselas a tus hijos.
Conciencia de uno mismo
La conciencia de uno mismo o la capacidad para reconocer y comprender sus propias emociones es una parte imprescindible de la IE. Una persona que es consciente de sí mismo es capaz de entender sus propias acciones, estados de ánimo y emociones. Para poder ser más consciente de uno mismo, es necesario aprender a controlar las emociones, reconocer las reacciones emocionales antes de tenerla y después identificar las emociones individuales. También saben cuándo una relación con otras personas es tóxica o saludable, saben cuáles son sus fortalezas y limitaciones, tienen una mente abierta a nuevas experiencias y aprenden de los propios errores. Además de todo esto, tienen sentido del humor, confianza en sí mismas y en sus habilidades.
Autorregulación
La IE también requiere que la persona sea capaz de regular y manejar las propias emociones. Esto significa saber expresar las emociones de forma adecuada en los momentos oportunos. Es saber expresar las emociones de forma asertiva sin necesidad de herir a otros. Se tiene una buena adaptación al cambio y son buenos para manejar conflictos y difundir las situaciones tensas y difíciles. Son responsables de sus acciones y de cómo influyen en los demás.
Habilidades sociales
Ser capaz de interactuar bien con los demás es importante en la IE. Se necesita tener una buena comunicación con otros y esto solo es posible cuando se entienden, se comprenden y se manejan las propias emociones... y se entienden la de los demás. Se tienen buenas conexiones con los demás en cualquier ámbito de la vida y las habilidades sociales se componen de: escucha activa, habilidades de comunicación verbal, habilidades de comunicación no verbal, persuasión y buen liderazgo.
Empatía
Por supuesto, en IE no puede faltar tener una buena empatía, es decir, tener la capacidad de comprender cómo se sienten los demás. Cuando se sabe que alguien, por ejemplo, está triste, se adapta la respuesta hacia esa persona para intentar reconfortarle de alguna manera. Ser una persona empática también permite que las personas comprendan las dinámicas de poder que influyen en las relaciones sociales, de cualquier ámbito.
Motivación
La motivación intrínseca es importante para una buena IE. Las personas que son emocionalmente inteligentes tienen motivaciones internas que van mucho más lejos de las recompensas externas. Sienten pasión por satisfacer sus propias necesidades y tienen metas internas. Experimentan el estado de flujo para estar en sintonía con lo que hacen y con cómo se sienten en cada momento.
Suelen actuar y buscar las cosas en lugar de esperar a que sean 'las cosas' las que vayan a ellos. Sus metas son internas y suelen comprometerse teniendo la iniciativa en las tareas a conseguir.