Existen ciertas situaciones que llevan, a muchas familias, a tener que optar por canguros que cuiden de sus hijos cuando ellos no pueden. En muchas ocasiones, suele ocurrir cuando el periodo de maternidad finaliza y toca incorporarse de nuevo al trabajo, teniendo que buscar a la persona indicada que se encargue de cuidar al pequeño/a en ausencia de sus padres. Aun así, siempre surgen dudas a la hora de lanzarse a tomar la decisión más correcta, donde se baraja la posibilidad tanto de optar por un canguro como de elegir la guardería como mejor opción. En este caso, hemos optado por presentar, a continuación, aquellas ventajas y desventajas que rodean al mundo de los cuidadores personales.
Ventajas
1. Flexibilidad en tu rutina laboral
Disponer de una persona que pueda cuidar de tu hijo/a siempre y cuando lo necesites hará que tu rutina laboral sea mucho más llevadera. Así, en el caso de que un día tengas que entrar antes a trabajar o debas quedarte un tiempo más en la oficina, solo hará falta avisar a tu canguro con antelación para que pueda llegar antes a casa o no tenga impedimento en quedarse un poco más tiempo de la hora habitual. Una flexibilidad que, por el contrario, sería difícil conseguir en una guardería, en la que se establecen unos horarios tanto de entrada como de salida.
2. El bebé o niño/a no sale de su entorno familiar
Sabemos que a edades muy tempranas puede resultar un poco chocante y difícil para nuestro hijo/a adaptarse a un entorno que no sea el habitual. Salir de casa, llegar a la guardería y encontrarse en un ambiente desconocido puede ocasionar que el bebé se sienta desubicado y no congenie muy bien con el resto de niños. Algo que se puede evitar, y más cuando son tan pequeños, contratando un canguro para que le cuide estando en casa. Así, al menos, conseguirás que no experimente cambios de humor encontrándose en su propia zona de confort.
3. Pasa a ser alguien de la familia
Tener a una persona en casa para que cuide de nuestros hijos/as hará que tanto ellos como sus propios padres creen un lazo de unión especial. Y más cuando se trata de canguros que llevan ofreciendo sus servicios a una misma familia durante años. Al fin y al cabo, con el paso del tiempo, se va conociendo un poco más a esa persona e incluso se le va integrando en algún que otro plan familiar. Se conoce todo -o casi todo- sobre su vida y su familia y, poco a poco, siempre acaba convirtiéndose en uno más de la familia. De ahí la dificultad de cambiar de canguro cuando se lleva varios años trabajando con esa misma persona.
4. Liberar a los abuelos de posibles "cargas"
Por todos es bien sabido que la llegada de un bebé hace cambiar la vida ya no solo a padres sino, también, a gente muy cercana de nuestro alrededor. Y aquí es donde entra en juego la función de los abuelos, siempre atentos y pendientes para cualquier ayuda que se necesite. Lo malo es que, en ocasiones, esa bondad acaba traduciéndose en un abuso de confianza que hace que, finalmente, los abuelos acaben convirtiéndose en los verdaderos canguros del niño/a. Por ello, tomar la decisión de contratar a alguien para que se encargue de esta tarea servirá, también, para liberar a los abuelos de posibles "cargas" y restarles obligaciones de este tipo.
5. Cuidado estricto y personalizado
Otra de las ventajas que te aportará tener un canguro en casa es la seguridad de recibir un cuidado 100% personalizado, en el que tu hijo/a será la única persona que se encuentre a cargo del cuidador/a contratado/a. Al contrario que en las guarderías, donde el pequeño tendría que ser atendido al mismo tiempo que el resto de sus compañeros, disponer de un canguro que pueda cuidar de tu bebé mientras tu no puedas hacerlo te asegura que siempre habrá alguien que estará pendiente de él/ella en cualquier momento. Todo lo que necesite lo tendré, ya sean cuidados, aprendizaje o momentos de juegos y entretenimiento.
Desventajas
1. El salario
Por supuesto, tener a tu disposición un canguro que pueda atender tus necesidades y cuidados para tu bebé mientras que tu no puedas, también tiene un precio. Y, lamentablemente, tenemos que decirte que el salario a recibir por este cuidador/a superará -y con creces- al de la tarifas establecidas en las guarderías. Por razones obvias. Ten en cuenta que, como hemos visto anteriormente, tendrá que adaptarse a los horarios que tu le marques -no siendo iguales todos los días de la semana- y, además, recibirás un trato completamente personalizado, adaptándose a los parámetros y órdenes que tu le marques. Y es que todo privilegio se paga...
2. Posibles inseguridades (relacionadas con el entorno del hogar)
Decantarse por tener un canguro en casa también puede generar, en algunos padres, una cierta inseguridad, en cuanto a dejarle solo/a con el bebé en casa. Con canguros ya veteranos, esta sensación queda totalmente anulada, debido a la cercanía y el cariño que se da entre la propia familia y el cuidador/a. Sin embargo, cuando se trata de un canguro desconocido, es inevitable llegar a experimentar esa desconfianza de dejarle en un entorno tan personal con la sola compañía del bebé. Incluso, en los primeros días, siempre se mantiene dejar todo guardado y ordenado y con ningún objeto de valor a la vista, hasta que van pasando las semanas y ya se conoce a la persona.
3. Persona no apta para el cargo
Ocurre en muchas situaciones que el canguro que se escoge para cuidar del bebé no resulta ser lo suficientemente apto como para encargarse de este trabajo tantas horas. De ahí la importancia de apreciar las opiniones y recomendaciones de otras familias, teniendo muy en cuenta la posible experiencia anterior en cargos similares y el gusto, obviamente, por los niños. Y es que sucede que, en muchas situaciones, desempeñar el trabajo de canguro suele ser la opción fácil por muchas personas para conseguir un dinero extra, sin percatarse de la responsabilidad que ello implica. Por lo tanto, intenta que, al menos, la persona elegida tenga un cierto gusto por los niños y sea constante y responsable con su trabajo.
4. Múltiples cambios de canguro
El hecho de dar con la persona errónea para llevar a cabo su tarea de canguro en casa, puede acabar provocando una cierta inestabilidad para el bebé o niño/a y una situación de desconcierto para los propios padres. Buscar y no encontrar alguien que sepa realizar bien su trabajo es sinónimo de que algo no se está haciendo bien. De esta forma, el pequeño/a no conseguirá adaptarse a la rutina de que una persona desconocida tenga que pasar ciertas horas del día con él/ella. ¿Lo mejor? Como ya hemos dicho, dejarse llevar por las opiniones y recomendaciones de amigos y familias cercanas que se encuentren o hayan estado en la misma situación tú.
5. Imprevisto o bajas por enfermedad
A diferencia de una guardería, tener un canguro en casa puede incluso llegar a convertirse en un auténtico quebradero de cabeza cuando, por ejemplo, le es imposible trabajar por cualquier imprevisto o decide darse de baja por enfermedad. Es entonces cuando la situación de alerta se activa y se intenta buscar, rápidamente, a cualquier sustituto que pueda cuidar del pequeño/a durante ese tiempo, con la suerte de encontrar uno. Sin embargo, una situación como esta en cualquier guardería tendría una rápida solución, cubriéndose el trabajo entre compañeros o buscando una persona sustituta que realice el trabajo durante el momento de la baja. De ahí la importancia de analizar siempre tanto los pros como los contras para contratar un canguro.