Desde el momento que una pareja conoce que va a tener un bebé son muchas las emociones que se presentan y los pensamientos que les vienen en mente. Su vida cambiará a partir de ese instante y son muchas las cosas que deberán empezar a preparar ante la llegada del más pequeño. No solamente a la hora de adquirir todos aquellos muebles y complementos que precisen para su acomodo en el hogar, sino también en todos aquellos detalles que necesitarán tener en mente para el futuro crecimiento y cuidado del bebé.
El crecimiento del bebé en la barriga de la madre
Durante el embarazo la mujer pasará por muchos y diversos estados, ya que su cuerpo irá cambiando poco a poco, adaptándose al crecimiento de su hijo. No todas viven el embarazo del mismo modo, por lo que los síntomas pueden variar de una mujer a otra, sintiéndose mareadas algunas o con mucha hambre otras, dependiendo también del trimestre de gestación durante el cual se encuentren.
A medida que vayan pasando los meses el bebé irá creciendo en su barriga y pasará a moverse, más o menos dependiendo de cada niño en concreto. Las revisiones ginecológicas regulares le ayudarán a los padres a conocer el estado de salud del bebé en todo momento, además del sexo si quieren saberlo antes de su nacimiento, y de cómo se encuentra en ese momento dentro del vientre de su madre. Mientras más cerca esté el parto, el hecho de que se encuentre en una posición u otra puede que preocupe a sus progenitores, puesto que lo más conveniente es que la cabeza se encuentre boca abajo (lo que se conoce como bebé de nalgas ), con tal de poder tener un parto sencillo y convencional.
Durante el embarazo la mujer pasará por muchos y diversos estadosSin embargo, el movimiento del niño dentro de la barriga de la madre no es controlable al cien por cien, por lo que muchos niños sufren el caso de bebé de nalgas días antes de que llegue el momento del parte. Esto puede llegar a preocupar a los padres, ya que podría suponer una cesárea en lugar de un parto convencional. Aunque la cesárea es una práctica que se realiza a diario en todo el mundo, todavía son muchas las parejas que prefieren evitar esta técnica. Por eso, existen diferentes consejos para los padres cuyo caso es el del bebé de nalgas con tal de poder ayudar al pequeño a cambiar de posición y poder así realizar un parto tradicional, si se puede.
Mi hijo es un caso de bebé de nalgas. ¿Qué hago?
Aunque la mayor parte del tiempo es normal que el bebé se encuentre en la posición natalicia, es decir, boca abajo, puede que se vaya moviendo dentro del vientre de la madre a medida que avanza el embarazo. Por eso, es usual que la mujer note que le da patadas, como se conoce normalmente, señal de que hay movimiento dentro de la barriga. Sin embargo, esto no implica que si se da la vuelta vaya a quedarse de nalgas y no se mueva más hasta el momento del parto.
El movimiento del niño dentro de la barriga de la madre no es controlableLo que si puede llegar a sorprender a algunos padres es el hecho de que se quede de nalgas durante el tercer trimestre del embarazo, puesto que avanzados estos momentos el parto puede producirse en cualquier momento, ya que algunos niños nacen a partir de los siete u ocho meses, sin llegar a estar los nueve meses más comunes dentro de la barriga de la madre.
El ginecólogo será la persona más indicada para determinar cómo puede que sea el parto y si realmente cree que el bebé se quedará de nalgas. Existen algunos ejercicios que la madre puede realizar con tal de intentar que el bebé recupere la posición más común para el parto, dejando la cabeza boca abajo, pero solamente deberás llevarlos a cabo si tu médico te lo indica, ya que no todos los casos son iguales y quizás no sea lo más idóneo para ti o para tu bebé en tu caso en concreto.
Algunos de los consejos que se suelen dar con tal de conseguir que el bebé se gire de forma natural son, por ejemplo, que la madre se ponga de cuatro patas en el suelo, apoyando codos y rodillas, haciendo una serie de respiraciones profundas durante un par de minutos. Los deportes especializados, como el yoga o la natación para embarazadas, también se creen aconsejables con tal de que puedan ayudar al bebé a girarse. Además, las madres podrán relajar los nervios que pueden llevar acumulados por la tensión de una posible cesárea y así ayudar a que el bebé pueda relajarse también y cambiar de postura de manera natural.
Algunos ginecólogos puede que opten por realizar una serie de maniobras externas que se creen que ayudan al bebé a girarse y a cambiar de posición, preparándose así para el parto. Estas maniobras, que solamente un profesional cualificado de la salud puede realizar, se llevan a cabo a partir de la semana 37 del parto y puede que funcionen en algunas mujeres, pero todos los casos son distintos y lo más importante es pensar en el bienestar de la madre como el del bebé.