Los y las que tienen un nombre que empieza con Y destacan por su inteligencia, su determinación, sus ganas de llegar a lo más alto, su pragmatismo, su capacidad de esfuerzo y de trabajo. Son rápidos para encontrar soluciones a los problemas y no tardan mucho tiempo en encontrar el camino más adecuado para centrar su vida. Además, le dan mucha importancia a su parte espiritual.