Como padre o como madre, es posible que te sientas culpable cuando dejas a tus hijos pequeños que jueguen a videojuegos. Pero a partir de ahora es posible que no tengas que sentirte así siempre cuando estés tú al lado de tus hijos mientras juegan.
Existe un estudio que habla sobre los efectos de la tecnología, sobre todo las tabletas en el desarrollo de los niños. Esta investigación ha sido realizada por la creciente preocupación de que los niños pequeños puedan perjudicarse por el uso de los juegos en estos dispositivos. El actualidad la tecnología ocupa un lugar central en la vida tanto de adultos como de niños. Pero que un niño juegue demasiado a los videojuegos puede causar que deje de lado la actividad física, potenciando una vida sedentaria y por tanto perjudicando su salud.
La tecnología no es una niñera
Los padres tienen que tener en cuenta que la tecnología o los juegos en las tabletas no son una niñera. Eso significa que no es adecuado que los padres dejen estos dispositivos a manos de los niños y que ellos jueguen solos sin la supervisión de sus padres.
En cambio cuando hay una interacción con los padres en los momentos de juego con la tecnología podría ser beneficioso para los niños. El estudio comentado descubrió que los niños de dos años que realizaban actividad física aunque sólo fuese jugar a la pelota, tenía mejores resultados en las pruebas de flexibilidad mental aquellos aquellos niños pequeños que jugaban a videojuegos por su cuenta.
Los investigadores también descubrieron que cuando los niños jugaban a los videojuegos aunque estos no fuesen educativos, pero estaban con un adulto en lugar de jugar ellos solos, no empeoraban la prueba de flexibilidad mental.
Cómo fue la investigación
Para realizar experimento dividieron a 78 niños de dos años en tres grupos. Al grupo se le dieron nueve minutos para dibujar y colorear mientras que a otros se les hizo hacer una actividad física. En cambio al tercer grupo se le dio una tablet cargado con juegos no educativos que los niños podían jugar como quisieran.
Después de despedida tuve que clasificar objetos, por su forma y color, y así evaluar a su flexibilidad mental. En una primera instancia los investigadores vieron que los niños que hacían una actividad física funcionaban mejor. Pero notaron que los niños que jugaban con pantallas táctiles también les fue bien como al grupo que pintaban y dibujaban. Después notaron que algunos niños seleccionaban jugar a videojuegos por su cuenta mientras otros invitaron a los adultos a jugar con ellos. En unos niños y en otros, se notaron diferencias en los resultados.
Los niños que jugaron a los videojuegos con adultos hicieron mejor la tarea de flexibilidad mental que los niños que jugaron al videojuego solos. También cabe destacar que los niños de jugar al videojuego con los adultos hicieron la tarea de flexibilidad mental igual de bien que los niños hicieron actividad física el.
Poner tanto después de saber todo esto, se puede pensar crías interacciones sociales positivas con adultos y cuidadores de confianza de los niños pues al desarrollo y aprendizaje de estos. Por ejemplo, cuando niño pequeño alcanza un hito, un adulto de confianza puede responder de forma correcta ante ello, como con un abrazo o palabras positivas, generando estímulo y motivación al niño para seguir avanzando en su desarrollo. Esto genera conexiones neuronales que fortalecen el cerebro de los niños y potencian un buen desarrollo en la comunicación y habilidades sociales.
En casa
Por lo tanto, a partir de ahora si quieres que tu hijo pequeño juegue a los videojuegos, lo mejor es que lo haga un ratito (sin pasarte en tiempo), pero siempre estando tú a su lado, no solo para vigilar a lo que juega, sino también para que interactúe contigo.