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Qué hacer cuando el tiempo de espera no funciona
Qué hacer cuando el tiempo de espera no funciona

TIEMPO DE ESPERA

Qué hacer cuando el tiempo de espera no funciona

Hay veces que la estrategia del tiempo de espera no funciona, entonces, ¿qué debes hacer? Sigue las siguientes estrategias.

Cuando se trata de disciplinar a los niños no existe una solución única que sirva para todos por igual. Cada niño es único y necesitas conocerle bien para saber qué funciona mejor con él. Si has aplicado el tiempo de espera con tu hijo pero se pasa todo ese tiempo enfadado, gritando o llorando y no hay una diferencia en su comportamiento, entonces es posible que llegue el momento de admitir que el tiempo de espera no funciona para tu hijo.

El hecho de que el tiempo de espera o los tiempos muertos no funcionen depende de la personalidad o el temperamento de tu hijo. También dependerá de su edad, de la etapa de desarrollo y de cómo estés utilizando este tiempo de espera.

El tiempo de espera puede ser lo que un niño necesita para calmarse y pensar en su comportamiento, pero para otros niños puede provocar gritos y malestar emocional. Si el tiempo de espera causa más caos que tranquilidad y no resuelven los problemas de comportamiento, tendrás que considerar otras estrategias alternativas de la disciplina infantil para dirigir el comportamiento de tu hijo hacia la dirección correcta.

El hecho de que el tiempo de espera o los tiempos muertos no funcionen depende de la personalidad o el temperamento de tu hijoEl hecho de que el tiempo de espera o los tiempos muertos no funcionen depende de la personalidad o el temperamento de tu hijo

Estrategias para probar cuando el tiempo de espera no funciona

Usa otras herramientas

El tiempo de espera no tiene que ser la estrategia que mejor funcione del mundo. Tu hijo necesitará otra estrategia y no pasa nada. Debes estar abierto a nuevas formas de estrategias para que tu hijo se comporte bien. Lo que importa es que conectes con tu hijo, que te comuniques de forma eficaz y que le hagas saber que puede tomar buenas decisiones tratando bien a los demás.

Si no funciona, inténtalo de nuevo

Cuando algo falla hay que intentarlo de nuevo. Esto es válido también para el tiempo de espera. Aunque al principio tu hijo odie el tiempo de espera, cuando se dé cuenta de que realmente funciona y que se tranquiliza, podrá acostumbrarse a tomar un descanso de una situación molesta para que pueda calmarse y organizar sus pensamientos y sus emociones, habilidades que serán muy importantes a medida que vaya creciendo.

Ajusta el tiempo

Quizá estés manteniendo a tu hijo demasiado tiempo en el lugar para que piense y se tranquilice. Por ejemplo, 10 minutos es mucho tiempo para un niño de 5 años. Considera la edad y el temperamento de tu hijo para que cumpla con los tiempos de espera más cortos para los niños más pequeños. Nunca debería superar los minutos en edad. Por ejemplo, si tu hijo tiene 5 años, máximo tendrá que ser 5 minutos.

Quizá estés manteniendo a tu hijo demasiado tiempo en el lugar para que piense y se tranquiliceQuizá estés manteniendo a tu hijo demasiado tiempo en el lugar para que piense y se tranquilice

Ten en cuenta la edad

Deberás considerar la edad y también el temperamento de tu hijo para que cumpla con los tiempos de espera. Deberán ser más cortos cuanto más pequeño sea tu hijo. Para los más mayores también puedes ajustar el tiempo de espera acorde al mal comportamiento. Por ejemplo, por pegar a un hermano deberá ser más largo el tiempo de espera que por haber dicho una grosería de la que se puede disculpar en el momento.

Piensa en el escenario

También es importante que tengas en cuenta el escenario, por ejemplo, ¿estás enviando a tu hijo a un tiempo de espera en su dormitorio y tiene la posibilidad de jugar con juguetes? Quizá si está jugando con juguetes no piense en su mal comportamiento. O quizá está en el tiempo de espera mientras está la televisión encendida. Es necesario que pienses en un espacio tranquilo y sin distracciones donde pueda pensar en lo que ha hecho y cómo puede cambiar el comportamiento la próxima vez.

Actitud tranquila pero firme

Explica más de una vez si es necesario a tu hijo, que el tiempo de espera no es un castigo, sino que es una oportunidad para que todos se calmen. Asegura a tu hijo que le quieres, solo que su comportamiento debe cambiar y esto le ayudará a tomar mejores decisiones en el futuro. Una vez que se haya calmado y que el tiempo de espera haya finalizado hablaréis sobre lo ocurrido.

Si después de todo esto, el tiempo de espera sigue sin funcionar, entonces tendrás que buscar otras estrategias más adecuadas a su comportamiento.

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