En la actualidad los adolescentes se sienten envalentonados cuando se trata de acosar a otros adolescentes a través de Internet. Estar detrás de una pantalla parece que no hace tanto daño, aunque las consecuencias pueden ser igual de fatales a nivel emocional que si se tratase de acoso directo.
Existen algunas tácticas que son bastante comunes y que es necesario conocerlas para poder detectarlas y buscar solución cuanto antes.
Tácticas de ciberacoso
Compartir información privada
En este caso los adolescentes comparten en sus muros información de la vida personal de otros adolescentes, como si han roto con su pareja o si están teniendo problemas con trastornos alimenticios. Hablan de cualquier cosa de esa persona, desde sus secretos, a cómo besa o cosas realmente íntimas. El objetivo es avergonzar y humillar a la víctima.
Los adolescentes pueden suplantar la identidad para hacer ciberacoso o ciberbullyingCatfishing
Este tipo de acoso cibernético implica crear una identidad falsa en las redes con el fin de atraer a alguien a una relación romántica falsa. Los niños se involucran en esta táctica para confesar sentimientos de amor falsos y después expones las confesiones reales de la víctima en las redes solo para burlarse de ella y humillarla. Otras veces, utilizarán la relación falsa para atraer a un adolescente a una situación peligrosa o humillante. Por esta razón, es importante que tu hijo adolescente sepa que conocer gente que no conoce en la vida real no es seguro.
Suplantación de identidad
Los adolescentes pueden suplantar la identidad para hacer ciberacoso o ciberbullying. Generalmente se hacen pasar por la persona a la que quieren acosar. Como resultado, publicarán un perfil falso completo con fotos de tu hijo para que parezca auténtico. Luego, publicarán comentarios groseros, amenazas, rumores y otras cosas malas para que tu hijo tenga problemas con los demás. El objetivo es hacer que los demás piensen que tu hijo es responsable de las publicaciones y arruinar su reputación.
Slut Shaming
Trata de humillar a las mujeres después de haber enviado imágenes de su cuerpo. Son atacadas por la forma en que se visten, el número de personas con las que ha salido o su supuesto nivel de actividad sexual. Normalmente los agresores utilizan las redes sociales para compartir fotos y vídeos explícitos. Por ejemplo, hacen fotos de otra chica sin su conocimiento y luego las publican en Internet con comentarios hirientes, insinuaciones sexuales o comentarios groseros sobre sus cuerpos. También pueden participar en insultos y acoso sexual.
Si el objetivo es el sexting estas fotos también podrían hacerse públicas por un vengativo o una vengativa ex.
Cuando alguien es avergonzado en público, el acosador cibernético usa un error o una mala elección de la víctima para avergonzarle en InternetAvergonzar en público
Cuando alguien es avergonzado en público, el acosador cibernético usa un error o una mala elección de la víctima para avergonzarle en Internet. Muchas personas se unen a compensar o compartir las publicaciones, por lo que para la víctima puede suponer un golpe emocional muy duro.
Además, la vergüenza pública a menudo es aceptada por la gran mayoría de las personas porque creen que la persona que recibe el trato indigno merece eso.
¿Qué se puede hacer al respecto?
Todos los niños y adolescentes tienen riesgo de padecer acoso cibernético, tanto de amigos, parejas o compañeros. Como resultado, es importante que los padres estén conscientes de que las relaciones rotas a menudo pueden conducir al hostigamiento cibernético. Como resultado, asegúrate de estar al tanto de cualquier cambio no solo en las actividades en Internet de tu hijo, sino también saber qué amigos ya no están en la vida de tu hijo. Estas cosas pueden ser los primeros indicadores de que algo anda mal en la vida de tu hijo adolescente.
Si notas que tu hijo adolescente tiene amigos tóxicos, deberás explicarle qué es una amistad sana y cómo debe cuidarla. Así, podrás ayudar a evitar el acoso como algo arraigado en la vida de tu hijo y también le estarás protegiendo de las relaciones no saludables.