Son muchos los factores que pueden contribuir a que un niño se vuelva hostil y crezca estando enfadado constantemente. Los niños cuando llegan al mundo son libros en blanco preparados para ser escritos con amor y cariño, pero desagraciadamente, no siempre es así. Los sentimientos que no se resuelven, un trauma oculto, los sentimientos por un divorcio o la muerte de un ser querido... pueden ser la raíz principal del problema.
Por qué puede convertirse en un niño hostil
Los problemas de salud mental también pueden estar detrás de los arrebatos de ira y de la hostilidad incansable de tu hijo. Los niños que tienen depresión, ansiedad, trastorno de oposición desafiante, trastorno por déficit de atención con hiperactividad... suelen luchar por regular sus emociones, y en la gran mayoría de ocasiones, ellos no entienden qué les sucede.
No siempre existe un problema ambiental claro o un problema de salud mental detrás del comportamiento de un niño enfadado u hostil. Ciertos niños solo tienen una menor tolerancia a la frustración que otros. Algunos niños pueden tener un temperamento más fuerte que otros, pueden ser más impacientes, intolerantes o agresivos cuando no se sienten bien. En este sentido, resulta primordial trabajar las emociones.
Cualquier cosa puede hacer que un niño ente en crisis, por pequeña que sea. Lidiar con el comportamiento hostil e impredecible de los niños puede ser estresante para toda la familia. Es necesario estar atentos para saber cuándo el comportamiento hostil está fuera de control o nada tiene que ver con las rabietas normales a edades tempranas.
Cualquier cosa puede hacer que un niño ente en crisis, por pequeña que seaSeñales que te indican que debes buscar ayuda profesional
Las siguientes señales muestran que estás criando a un niño hostil y que es necesario buscar ayuda profesional cuanto antes. De esta manera os podrá ayudar a la familia al completo a mejorar la armonía familiar y que tu hijo se sienta más confiado y seguro en el entorno familiar.
1- Los arrebatos de ira interfieren con las relaciones. Si pega a un hermano, insulta... parece que es algo normal en los niños pequeños, pero cuando se trata de estallidos de ira que le impiden tener amistades saludables la cosa cambia. Si su actitud interfiere en su capacidad para desarrollar relaciones saludables con los miembros de su familia, tendrás que abordar el problema lo antes posible. Si no, tendrá problemas interpersonales siempre.
Si la vida familiar se ve interrumpida por el comportamiento del niño, algo no marcha bien2- No existe armonía familiar. Si la vida familiar se ve interrumpida por el comportamiento del niño, algo no marcha bien. No tienes que sentir que caminas en un campo de minas en tu propia casa. Si las actividades diarias se ven afectadas por la ira de tu hijo, esto no es saludable para nadie de la familia. Si cedes a las demandas de tu hijo para evitar conflictos, solo será una solución temporal que acarrearán más problemas a largo plazo porque la hostilidad de tu hijo empeorará.
3- Utiliza la agresividad como herramienta. La agresión debería ser el último recurso, pero para los niños con problemas de ira siempre es la primera opción. Si tu hijo tiene dificultades para resolver problemas o conflictos y también para pedir ayuda, entonces es posible que utilice la agresividad para satisfacer sus necesidades. Es posible que necesite nuevas habilidades para aprender que el comportamiento agresivo no es necesario.
4- Sus rabietas no son apropiadas para la edad que tiene. Es normal que un niño de 2 años se tire al suelo con una rabieta porque está enfadado (no tiene habilidades lingüísticas para transmitir lo que le ocurre), pero este comportamiento no es para nada normal en un niño de 8 años. A medida que un niño madura las rabietas disminuyen, pero si ves que empeoran entonces es una señal de advertencia de que tu hijo tiene problemas para regular sus emociones y es probable que necesita ayuda para aprender a expresar sus sentimientos de una forma apropiada y acorde a su edad. ?