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Qué hacer cuando ves a una madre con un niño con rabieta en público
Qué hacer cuando ves a una madre con un niño con rabieta en público

RABIETA

Qué hacer cuando ves a una madre con un niño con rabieta en público

Si ves a una madre con un hijo en plena rabieta en un lugar público, esto es lo que debes y NO debes hacer en este tipo de situaciones.

Si eres madre te habrás encontrado alguna vez en esta situación. Es habitual. Por ejemplo, cuando vas al supermercado, cuando estás esperando un transporte público, en el aeropuerto, cuando estás en una tienda de tu localidad, en un restaurante... Tu hijo puede decidir tener una rabieta en cualquier momento.

Hay algunas cosas que sí puedes hacer para ayudar a una madre que vive este tipo de situacionesHay algunas cosas que sí puedes hacer para ayudar a una madre que vive este tipo de situaciones

Cuando tú vives una rabieta con tu hijo

Puedes comenzar tratando de calmarle tranquilamente, con dulzura y rezando para que la rabieta se pase pronto y los demás, dejen de mirar. Si ves que continúa con gritos y golpes bajo la atenta mirada de las personas que pasan por alrededor (pero que no ayudan), puede que le hables de forma más firme junto con una mirada dura, para que tu hijo sepa que ya se ha acabado el espectáculo. Pero esto no siempre funciona.

Cuando ves que no funciona, es posible que empieces a sudar y a sopesar algunas opciones: contener físicamente al niño (aumentando la situación en gravedad), abandonar las normas y atender a tu hijo en un lugar menos público aunque tengas que irte del lugar o simplemente, sentarte y llorar. De alguna manera, sobrevives, encuentras la calma en plena crisis y decides que volver a ese lugar otro día o que dependerás de la bondad de las personas que hay a tu alrededor para poder manejar mejor la situación.

Cuando todo pasa, con o sin ayuda extra, solo desearás que lo ocurrido no vuelva a suceder nunca más.

Las otras madres también lo pueden vivir

Como madre que has sufrido la ira de tu hijo en un lugar público, también sabrás que otras madres y padres pueden estar pasando por eso mismo en este instante. Quizá hayas visto alguna vez como una madre o un padre han luchado con sus hijos en un sitio público y sentiste ese dolor de madre y querías hacer algo para ayudar. Pero, ¿el qué exactamente? ¿Y si esa madre piensa que te metes donde no te llaman?

Hay algunas cosas que sí puedes hacer para ayudar a una madre que vive este tipo de situaciones, y también hay otras cosas que es mejor no hacer para no empeorar la situación, que también hablaremos a continuación

Que SÍ hacer para ayudar

-Evalúa la situación para ver si tu participación podría ser útil o aumentar el estrés. Si no estás seguro/, pregunta a la madre o al padre. Puedes preguntar si puedes hacer algo específico en lugar de solo preguntar si puedes ayudar en general. Incluso si dice que no, esa persona apreciará tu voluntad de ayuda.

-Ten pequeños actos de bondad, como abrir la puerta, devolver el carrito de la compra, sujetar las bolsas mientras la madre o el padre intenta calmar al niño, etc.

-Dale miradas comprensivas y palabras cortas de aliento y consuelo. La compasión nunca se aprecia más que en estos momentos de auténtico estrés y ansiedad.

-Habla con esa mamá o con ese papá después de lo sucedido, quizá necesiten desahogarse un poco. Nunca sabes cuál puede ser su situación personal.

-Si quieres ayudarle, identifícate como una persona con experiencia (madre, padre, abuelo/a, profesional de crianza, etc.) y por ese motivo quieres ayudarle. Si te acercas sin más podría sentirse molesta o incluso con miedo.

-Interviene si su hijo corre peligro, por ejemplo, si sale corriendo hacia la calle y la madre no llega a tiempo para pararle y tú sí puedes alcanzarle.

Puedes preguntar si puedes hacer algo específicoPuedes preguntar si puedes hacer algo específico

Qué NO debes hacer

-No intentes tocar al niño sin permiso de los padres. Tienes poca información sobre lo que está pasando. No supongas que sabes controlar mejor a ese niño que su propio padre o su propia madre.

-No ofrezcas consejos sobre qué es lo que tendría que hacer para lidiar con la situación, esa persona está haciéndolo lo mejor que sabe o puede.

-No te acerques sin preguntar primero, eres un extraño y puedes transmitir peligro.

-No ofrezcas al niño ni caramelos ni regalos para que se calme, solo empeorarás la situación con un refuerzo negativo.

-No te pares para mirar. Nadie quiere espectadores en los peores momentos. Las rabietas suceden en cualquier momento y lugar, así que si no puedes ayudar, mejor ofrece una sonrisa compresiva y sigue tu camino.

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