Si tu hijo ha comenzado a saltar de la cuna y a trepar por ella para salirse, quizá estés pensando que ha llegado el momento de cambiarle a la cama, ¿verdad? Si tu hijo salta de la cuna es más que probable que también escale por el sofá, la mesita, suba las escaleras... ¡tu hijo se ha convertido en un explorador pero también en un auténtico trepador de la casa!
Lo más probable es que sea descubierto que tu hijo salga de la cuna, sientas miedo por si se hace daño. Para evitar que se haga daño quizá tengas en mente cambiarle a la cama, pero antes tienes que valorar ciertas cosas. Salir de la cuna no siempre significa que un niño esté preparado para pasar a una cama.
Son muchos los niños los que experimentan el salto de la cuna porque ha desarrollado bien sus habilidades físicas y quieren trepar todo lo que conocen. Si cambias a una cama a un niño de 15 o 18 meses que está en pleno apogeo de trepar todo, sólo le estarás transmitiendo que le das mucha libertad y que no sabes cómo controlarlo. Esto al final puede ocasionar más problemas.
seguridad infantil es primordial en cualquier hogar
Mantener al niño en la cuna
La seguridad infantil es primordial en cualquier hogar, por eso es importante que los padres sepan algunos pasos para mantener al niño en la cuna cuando aún no está preparado para pasarlo a la cama. Por eso si estás pensando en pasarle a la cama pero aún es bastante pequeño ten cuenta las siguientes estrategias antes de considerar la transición:
No reacciones de manera exagerada frente a tu hijo pequeño cuando intenta escalar hacia afuera de la cuna. Si tienes una gran reacción, aunque sea negativa, tu hijo pensará que es algo bueno que siga haciéndolo.
Establece límites. Si ves que tu hijo está intentando salir de la cuna, dile un firme "no" para que comience a entender que eso no es aceptable.
Retira los artículos de la cuna que puedan ayudar a tu hijo a dar un impulso para el salto. Almohadas o peluches pueden ser estupendas herramientas para ayudarle a trepar y saltar de la cuna.
Usa un saco de dormir para que haga sus siestas o para dormir por la noche. De esta manera le será mucho más complicado poner la pierna sobre la cuna para intentar dar el salto.
¿Cuándo es el momento adecuado?
Una vez llegados a este punto, es posible que te preguntes que entonces, ¿cuándo es el mejor momento para poder hacer el cambio? Cada niño es diferente pero lo ideal antes de pasarle a la cama es esperar a que tenga como mínimo dos años, pero cuanto más cerca esté de los 3, mejor.
Los niños a los 3 años son capaces de controlar mejor sus movimientos corporales y además, también comprenden las consecuencias de causa y efecto, son capaces de resolver problemas sencillos y comienzan a tener conceptos de tiempo. Aunque en última instancia, no hay una edad establecida para que decidas cuándo cambiar a tu hijo pequeño de la cuna a la cama.
Lo ideal es esperar hasta que sea tu propio hijo el que te pida que quiere ir a la cama. Si no lo pide es porque está bien donde está y si no salta, no hay necesidad de hacerlo, a no ser que se le quede la cuna pequeña y que por espacio físico debas cambiarle a una cama. Recuerda que cambiar a un niño a una cama cuando lleva desde que nació en una cuna, es un gran cambio y necesitan estar preparados y tener una buena transición. No se puede realizar este cambio de la noche a la mañana o sin avisar con tiempo al pequeño de que ocurrirá el cambio.