Lo normal es que un embarazo dure entre 37 y 42 semanas. Si el parto se produce con anterioridad a las 37 semanas, el niño es considerado prematuro, ya que ha nacido antes de lo esperado y debido. Como consecuencia de haber tenido menos tiempo de gestación que el habitual y necesario para formarse completamente, los bebés prematuros nacen con sus órganos inmaduros y sus sistemas (el respiratorio, digestivo etc), no están completamente desarrollados. En este artículo vamos a explicaros lo que esta falta de desarrollo fetal implica, los peligros que pueden tener como consecuencia de un parto prematuro, teniendo siempre en cuenta que aquí no se hace más que una exposición genérica de las posibilidades que existen, ya que no todos los neonatos prematuros tienen los mismos riesgos. Ello dependerá en gran medida de la duración de la gestación. Así, podemos considerar que, dentro de los bebés prematuros, cuanto más tiempo se hallen en el útero materno mejor, ya que cada minuto cuenta en su formación.
Causas de la prematuridad
En la actualidad, cada vez existe un mayor porcentaje de bebés prematuros. El estrés de las madres y los problemas de la sociedad actual contribuyen a que no se cumpla el período gestacional de los niños. Sin embargo, más allá de estos problemas genéricos, en la mayoría de las ocasiones no es posible determinar la causa de la prematuridad. Se da de un modo considerable en los embarazos múltiples y también pueden contribuir los problemas de salud en la madre, como la diabetes, cardiopatía, nefropatía, así como el tener ciertas infecciones, anomalías congénitas del útero o hipertensión arterial. Hay que tener en cuenta en este punto también la edad de la madre, ya que hay más probabilidades de tener un neonato si la mujer es menor de 19 años o mayor de 40.
El estrés de las madres y los problemas de la sociedad actual contribuyen a que no se cumpla el período gestacional
Posibles riesgos de la prematuridad.
Un bebé nacido antes de las 35 semanas de gestación está "inmaduro" y necesitará apoyo y cuidados de la Sala de Neonatología para sobrevivir fuera del útero. Vamos a examinar ahora algunos de los signos y peligros que puede tener un bebé prematuro:
- abundante vello corporal.
- piel fina, tanto que incluso pueden llegar a verse las venas del cuerpo.
- peso más bajo que el que tendría si hubiese nacido la semana que le correspondería (pesan entre 500 y 2500 gramos), debido a que no ha tenido tiempo suficiente para desarrollarse y crecer dentro del útero. Asimismo, tienen baja grasa corporal y musculatura.
- Problemas alimenticios, ya que los neonatos prematuros tienen dificultad para succionar y para digerir la comida.
- Anemia, esto es, insuficiencia de glóbulos rojos para transportar oxígeno a los tejidos.
- Problemas respiratorios, dada la falta de maduración de sus pulmones y el resto de su sistema respiratorio. Lo habitual es que tengan las denominadas apneas, es decir, que su respiración se vuelva lenta o se interrumpa.
- Ictericia (coloración amarilla de la piel como consecuencia de la acumulación de bilirrubina).
- Clítorix agrandado, en las niñas.
- Enterocolitis necrosante : cuando se produce la muerte del tejido intestinal.
- Hemorragia intraventricular : sangrado de los ventrículos del cerebro.
- Leucomalacia periventricular : muerte de pequeñas áreas de tejido cerebral.
Además de estos peligros que pueden tener los neonatos prematuros, hay que hacer también referencia a los que pueden tener posteriormente, a largo plazo. Pueden tener, en primer lugar, displasia broncopulmonar, que es un trastorno pulmonar crónico debido a su prematuridad o por haber estado con un respirador al nacer. Pueden seguir sufriendo apneas, por lo que quizás se requiera que el niño siga monitoreado incluso en casa, para evitar riesgos. Asimismo, los prematuros pueden tener problemas auditivos o de visión relacionados con nervios inmaduros o como consecuencia del tratamiento que hayan recibido. Por último, puede sufrir ciertos retrasos en el desarrollo y discapacidades en el aprendizaje, por causa del daño cerebral producido por su prematuridad.
Tratamiento
Como hemos dicho, los neonatos prematuros frecuentemente tienen problemas con los principales sistemas del cuerpo, sobre todo en lo que se refiere al sistema respiratorio, digestivo y en cuanto a la regulación de su temperatura (carecen de la grasa corporal necesaria para el mantenimiento de la misma).
Así, lo primero que se hace en la unidad de neonatología en cuanto a los cuidados para tratar estos problemas es meter al bebé en una incubadora que le proteja del exterior mantenga su temperatura corporal de forma adecuada. Además, estos bebés están monitorizados todo el tiempo para que el personal sanitario se de cuenta en todo caso si ocurre algún problema. Estos monitores controlan su respiración, su frecuencia cardíaca y el nivel de oxígeno en sangre. También, y por el escaso desarrollo de sus órganos, se les conecta a un respirador o ventilador para ayudar a que respiren sin dificultad y a una sonda que les mantiene alimentados.
hay más probabilidades de tener un neonato si la mujer es menor de 19 años o mayor de 40
El personal sanitario, si lo considera conveniente, enriquecerá la leche que le den al niño con suplementos vitamínicos específicos. Además, se les suelen dar también suplementos de calcio y fósforo en la leche, así como de todas aquellas sustancias y minerales que el bebé precise en el caso concreto para sus cuidados.
El bebé estará en esta situación, madurando sus órganos, hasta que el personal médico considere que éstos ya se han desarrollando correctamente y lo suficiente para poder pasarlo a una cuna sin riesgos. Este período puede durar varias semanas e incluso meses, hasta que pueda respirar, alimentarse por sí mismo y mantener su peso y temperatura.
Por último, simplemente comentar que, dado que cada nenonato es especial en sí mismo y a pesar del avance de la ciencia, no es posible predecir si un bebé responderá o no correctamente al tratamiento. A pesar de ello en la actualidad, gracias a la investigación científica, más del 60% de los niños que pesan más de medio kilo al nacer sobreviven; y si superan los 800 gramos, este porcentaje aumenta hasta el 90%. Con el paso del tiempo y siempre con la gran labor del personal sanitario y científico, estamos seguros de que los peligros de la prematuridad disminuirán y el porcentaje de supervivencia llegará al 100%.