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Cómo responder al acoso emocional
Cómo responder al acoso emocional

SALUD EMOCIONAL

Cómo responder al acoso emocional

Descubre cómo puedes ayudar a tu hijo a que responda al acoso emocional, ¡no está solo y puede superarlo!

Las amistades son una parte significativo de la vida. Las amistades proporcionan un sentido de pertenencia y un sentido de comunidad. Las amistades saludables proporcionan un lugar seguro donde los niños pueden ser ellos mismos. Desagraciadamente, también pueden haber amistades tóxicas que creen acoso emocional.

El impacto de este tipo de acoso es devastador, ya que no hacen falta golpes para sentir dolor emocional. Como padre o madre, es posible que te preguntes cómo puedes ayudar a tu hijo/a en este tipo de situaciones. A continuación encontrarás algunas ideas para poder ayudar a que tu hijo/a aprenda a responder de forma saludable al acoso emocional.

Escucha todo lo que tiene que decirte

Anima a tu hijo a que hable contigo y cuando lo haga, permite que lo haga con sinceridad. No le interrumpas, ni critiques ni minimices lo que está diciendo. Recuerda que hablar en voz alta permite poder procesar mejor las experiencias. Simplemente mantén las líneas de comunicación con tu. hijo/a.

Empatiza

No trivialices los problemas de tu hijo/a. Evita hacer comentarios como, 'eso que dices nadie se acordará mañana', o 'no es buena amiga de todas maneras'. Consuela y apoya a tu hijo/a de todas las maneras que puedas, validando sus sentimientos y demostrando que entiendes cómo se siente.

¿Cuál es su estado de ánimo?

Los cambios repentinos en el estado de ánimo a veces pueden indicar que se está llevando a cabo la intimidación y que están acosando emocionalmente a tu hijo/a. No ignores estos cambios ni tampoco lo descartes pensando que son cosas de la edad. Es necesario verificar cuál es el problema raíz. Cualquier cambio en su comportamiento puede ser un indicador de un problema.

No trivialices los problemas de tu hijo/aNo trivialices los problemas de tu hijo/a

Haz un seguimiento de su actividad

Hay quienes utilizan internet y los teléfonos para acosar a otros. Ya sean las redes sociales, mensajes en el teléfono o los comentarios en un blog, es necesario estar atento/a al posible acoso que existe en Internet. Debes asegurarte de saber qué hace tu hijo/a en Internet y cómo lo/la tratan otras personas.

Toma medidas del acoso por Internet

El acoso por Internet o ciberbullying pueden ser herramientas para los acosadores emocionales. Es fácil y de cobardes usarlo por lo que es probable que un agresor relacional use Internet para atacar a sus víctimas. Es necesario tomar medidas para prevenir que ocurra.

Enseña a tu hijo lo que puede controlar y lo que no

Es necesario que tus hijos sepan que no tienen el control sobre lo que otras personas hacen o dicen, solo tiene control sobre lo que dice o hace ella. Si crees que puede tener algún problema de acoso emocional, entonces será buena idea hacer una lluvia de ideas para saber cómo responder y entender que no está indefenso/a y que además, no estará solo/a.

Aconseja pero no arregles

Nunca será buena idea que arregles las cosas que le suceden a tu hijo/a. No te hagas cargo de sus situaciones. Es necesario que le ayudes a explorar diferentes opciones, saber cómo hacer buenos amigos o hablar con un terapeuta... tú le guías, pero será él/ella quien realice las cosas. Deja que decida qué es mejor para él/ella. Cuando muestras que confías en sus decisiones, entonces estará teniendo un fuerte sentimiento de competencia, algo que le ayudará a tener confianza en sí mismo/a y a aumentar su autoestima.

La autoestima

Cuando existe acoso puede hacer que la autoestima se sienta dañada. Es necesario que seas generoso/a con los elogios y que le ayudes a identificar sus fortalezas y sus cualidades únicas. Hazle ver que tiene su propia idiosincrasia y que eso le hace ser maravilloso/a. Si tomas medidas para construir una autoestima saludable, tu hijo/a se sentirá mejor y será un objetivo menos para los acosadores.

Que se levante

Enseña a tu hijo/a a ser capaz de ponerse en pie por sí mismo/a. A saber que si cae, tiene la capacidad suficiente para levantarse de nuevo y seguir caminando. Es necesario que aprenda a tener empatía con los demás, a ser asertivo/a y sobre todo, a que sepa defenderse de forma respetuosa. No tiene que ser mezquino/a o agresivo/a para poder hacerse valer a los demás. Si además, tiene tu apoyo y siente cómo su casa es su refugio, sentirá más fuerza para ser auténtico/a.

Cuando existe acoso puede hacer que la autoestima se sienta dañadaCuando existe acoso puede hacer que la autoestima se sienta dañada

Escribir un diario

Escribir sobre las cosas que molestan o duelen ayuda a procesar mejor la experiencia negativa. Escribir un diario es una forma estupenda de desglosar las experiencia de una manera significativa. Además, si escribe fechas y horas, también puede servir como pruebas en caso de tener que denunciar la intimidación ante las autoridades competentes.

Habilidades de afrontamiento

Es necesario que enseñes a tu hijo/a a encontrar formas saludables de lidiar con el estrés y la ansiedad que puede causar el acoso emocional. Puede encontrar que hacer ejercicio, manualidad o escribir un diario le ayuda a controlar los niveles de estrés.

No intervengas demasiado pronto

Para muchos padres, el primer pensamiento es llamar a la escuela y hacer que la situación se resuelva de inmediato. Pero, mientras no haya problemas de seguridad, a veces es mejor ayudar a tu hijo/a a manejar las cosas. Por su cuenta. Hacer eso refuerza que crees en su capacidad para manejar su vida.

¿Tienes que hablar con la escuela?

Si bien es importante darle a tu hija la oportunidad de resolver el problema por su cuenta, será necesario acudir a la escuela si le están haciendo la vida imposible o si le han hecho daño físico. Tendrás que acudir y hablar con los profesionales educativos si el acoso escolar no cesa o aumenta de intensidad.

¿Buscar ayuda externa?

Permitir que el acoso escolar dure mucho tiempo puede tener efectos devastadores en tu hijo/a. Por ejemplo, si no se está recuperando o regresando a la normalidad, contacta a un teraputa. Y, si tu hijo/a está deprimido/a o ha mencionado el suicidio, es hora de obtener asistencia inmediata. Si no tienes un terapeuta para llamar, pide una recomendación a tu médico. Pero, nunca ignores el impacto de la intimidación  ni tampoco supongas que 'ya pasará'.

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