Quizá tu hijo a veces pone los ojos en blanco y te contesta con cualquier improperio cuando le dices que hagas una tarea. Incluso puede estar fingiendo que no te escucha cada vez que le dices que deje de jugar a la tablet... este es el extremo suave (pero no menos importante) del espectro de la falta de respeto. El extremo más serio es el comportamiento irrespetuoso y esto incluye la ignorancia de las normas, la agresión física o romper las reglas.
No importa en qué tramo del espectro se encuentre tu hijo, lo que resulta primordial es tratar la falta de respeto antes de que empeore. Un niño que es irrespetuoso se convertirá en un adulto grosero y maleducado. No excuses el comportamiento de tu hijo diciendo que son cosas de niños, porque esto no será ningún favor para él. Los niños necesitan aprender cómo tratar a los demás con respeto para que puedan desarrollar relaciones saludables con sus compañeros, figuras de autoridad y miembros de la familia.
La falta de respeto de un niño es una señal de que necesita ayuda para entender las formas sociales y apropiadas de manejar su ira, su frustración y comunicarse de una forma efectiva, empática y en todo caso también, asertiva. A continuación vamos a hablar algunas consecuencias efectivas para el comportamiento irrespetuoso, así tu hijo sabrá cómo debe comportarse en cada caso y como la falta de respeto, nunca es una buena opción.
Busca el comportamiento ignora la falta de respeto menor
Puede parecerte que ignorar la falta de respeto menor es una forma de que tu hijo se salga con la suya... nada más lejos de la realidad. Ignorar de forma selectiva puede ser una de las consecuencias negativas más efectivas. Ignorar no significa dejar que tu hijo se salga con la suya, se trata de negarse a dejar que la falta de respeto de tu hijo sucumbe con la armonía.
Si por ejemplo le dices a tu hijo que limpie su habitación y te pone los ojos en blanco, que no te afecte, no entres en ese juego de discusiones o batalla de voluntades por culpa de su comportamiento irrespetuoso. Cada minuto que pases en esa lucha de poder serán 60 segundos perdidos para ti y ganados para él. Dale una advertencia sobre lo que sucederá si no hace lo que le dices.
Habla sobre las consecuencias de la falta de respeto con tu hijo y sobre cómo se sienten otras personas cuando tiene este tipo de comportamiento. También puedes explicarles las consecuencias naturales del comportamiento irrespetuoso, como que los niños que se comportan así tendrán problemas para hacer amigos.
Una sola advertencia
Las advertencias ayudan a los niños a comprender qué deben hacer y qué sucederá si no lo hacen. Por ejemplo, 'si no me dejas de interrumpir mientras hablo por teléfono con la abuela, tendrás que ir a tu dormitorio hasta que cuelgue el teléfono'.
Esto le da a tu hijo la oportunidad de cambiar su comportamiento. Solo asegúrate de estar completamente preparado para cumplir con una consecuencia negativa si no cumple. Evita repetir tus advertencias una y otra vez. De lo contrario, entrenarás a tu hijo para que no te escuche y que tus palabras caigan en un saco roto.
Proporciona una consecuencia negativa
La mayoría de los comportamientos irrespetuosos deberían dar como resultado una consecuencia negativa inmediata. Ten en cuenta la edad de tu hijo y la gravedad de la ofensa al determinar la consecuencia. El tiempo de espera puede ser una consecuencia negativa efectiva para los niños pequeños. Si tu hijo de 6 años te grita en la cara cuando está enfadado, por ejemplo, envíalo al tiempo de espera.
Las consecuencias lógicas son más efectivas para niños mayores y adolescentes. Si tu hijo sale por la puerta con los amigos cuando le has dicho que no se marche, le quitarás los privilegios como salir otro día con los amigos o acudir a esa fiesta que tantas ganas tenía de ir. También puedes quitarle el móvil 24 horas o quitarle las llaves para que si vuelve a hacer lo mismo, no pueda entrar en casa con total libertad.