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Quiero que mi hijo practique deporte pero no le gusta
Quiero que mi hijo practique deporte pero no le gusta

VIDA SANA

Quiero que mi hijo practique deporte pero no le gusta

El deporte tiene muchos beneficios en el crecimiento y la salud de los niños y niñas, pero ellos no siempre se ven motivados, ¿qué podemos hacer?

Todos sabemos lo bueno que es el deporte para la salud , sobre todo para los niños, que al estar en edad de crecimiento necesitan fortalecer los huesos y músculos. Desgraciadamente, explicarle esto mismo a nuestros hijos puede ser una tarea complicada porque no a todos les hace ilusión practicarlo en su tiempo libre. ¿Cómo podemos solucionar esto? Como padres podemos pensar en alguna forma para motivarlo a hacer deporte y aunque no es tarea fácil, desde Bekia vamos a ayudarte.

Descubre los motivos y sus gustos

Antes que nada, debes intentar averiguar los motivos por los cuales a tu hijo no le gusta el deporte. ¿Los deportes disponibles en la escuela no coinciden con sus gustos o es que no le entusiasma ninguno? Pregúntale abiertamente y se comprensivo, a lo mejor los deportes de equipo no le atraen pero otros como el kárate si.

Por otro lado, puede que tu hijo o hija no le interese el deporte porque su físico no contribuye a ello. Hasta los 7 años el cuerpo y la mente de los niños no están preparados para el ejercicio físico. Todavía no han acabado de desarrollar habilidades como la coordinación, la atención, concentración o incluso tienen dificultades para regular la fuerza. También puede ser que las presiones del juego competitivo puedan con él. Los deportes de equipo pueden ser muy desmotivantes si no se es bueno, aunque los entrenadores suelen ser comprensivos hay algunos que presionan demasiado a los niños y acaban convirtiendo algo divertido en algo agobiante.

Finalmente, los miedos y complejos que tu hijo pueda tener también influyen mucho a la hora de practicar un deporte. Si tu hijo tiene un problema de salud que pueda interferir en su actividad deportiva seguramente no le hará gracia que se lo recuerden todo el tiempo. Por ejemplo, si un niño tiene asma seguramente no le hará gracia los deportes en los que haya que estar continuamente corriendo. O si tu hijo tiene sobrepeso seguramente le de complejo enseñar su cuerpo en los vestuarios.

Planta una semilla

Conviértete en jardinero pero no en el sentido literal, sino figurado. Poco a poco tienes que meterle a tu hijo la idea en la cabeza de que el deporte es "guay", de que mola, de que es divertido y que además te hace tener más amigos y te pone en forma. Este primer paso es lento pero con el tiempo es efectivo. Tu hijo tendrá más ganas de practicar algún deporte si piensa que la idea fue suya a si se lo propones tú (aunque tu propiciases esa situación). ¿Cómo puedes hacerlo? Asegúrate de que te oye hablar con alguien sobre lo genial que es practicar deporte, pon en la televisión programas deportivos, anímale alguna película que trate de esa temática (hay muchas películas de comedia deportivas)... Y sobre todo, practica tú también deporte. Piensa que no queda muy convincente decir a tu hijo lo maravilloso que es el ejercicio físico mientras haces zapping delante de la televisión.

No obligues a tus hijos a hacer deporte si no quierenNo obligues a tus hijos a hacer deporte si no quieren

Nunca debes forzarles

No conseguirás nada de esa manera. Si no hay ningún deporte que levante el interés de tu hijo no debes nunca obligarle a escoger uno. Solo conseguirás que se apunte un tiempo y después abandone, lo cual será más frustrante para él porque vivirá la experiencia como un fracaso, y seguramente no tendrá ganas de apuntarse a otro en el futuro.

Dale opciones, cuantas más mejor, deja que escoja, opina pero no critiques. Piensa que lo importante es que se decante por uno que se adapte a sus gustos. También debes de darle tiempo y decirle que no todo el mundo nace aprendiendo y que según vaya mejorando en esa actividad le irá cogiendo más gusto. Piensa también en las características físicas y de personalidad que tiene. Si tiene sobrepeso seguramente se le de mejor deportes como la natación (muy buena para la salud por cierto), si es bajo puede que prefiera individuales como tiro con arco, judo, patinaje, etc. Si es un deporte que se adapte a él físicamente tendrá más probabilidades de éxito y que no lo abandone en el futuro. De todos modos, siempre debe de ser él quién tenga la última palabra.

Proponle hacer un deporte juntos o juntas

Dile que te gustaría pasar más tiempo con él y ahora que comienza el buen tiempo sácale a practicar unas canastas, jugar a fútbol, andar en bici, etc.

Otro de los motivos por los que tu hijo o hija rechaza el deporte puede ser porque sea demasiado tímido o no se lleve bien con los compañeros de clase. Sin embargo, si tu le propones practicar un deporte juntos puede que si se anime a ello. No pierdes nada por intentarlo. Probad diferentes actividades según sus gustos y observa en cuáles se lo pasa mejor, esa será la clave.

Propón actividades al aire libre en familiaPropón actividades al aire libre en familia

Limita el tiempo frente a las pantallas

Si tu hijo pasa la tarde jugando a la consola o en el ordenador seguramente lo prefiera a practicar un deporte. Puede que no entiendas porque tú hijo prefiere jugar a un videojuego de fútbol que a practicarlo él mismo. Tal vez tus padres pensaron algo parecido cuando te veían delante de la televisión en vez de estar en la calle con tus amigos. Se comprensivo porque si le prohíbes la consola verá el ejercicio como un castigo. Eso si, si crees que tu hijo pasa demasiado tiempo frente a las pantallas limítale el tiempo para que se obligue a entretenerse de otra manera.

Tampoco es el fin del mundo

¿Has intentado de todo y aun así ningún deporte de adapta a sus hijos? Tampoco hay que ser dramáticos. Simplemente hay niños y niñas que aunque tengan la madurez física y psicológica suficiente, no están interesados en el deporte. ¿Por qué no apuntarlo a otro tipo de extraescolares? El deporte fomenta el trabajo en equipo y ayuda a desarrollar las capacidades mentales, sin embargo, hay otro tipo de actividades no deportivas que también cumplen estos objetivos, por ejemplo, la pintura. También en algunos colegios hay clubs de teatro, es una forma divertida de relacionarse con otros niños y desarrollar habilidades sociales.

Si lo que verdaderamente quieres es cuidar de su salud eso tiene fácil solución sin necesidad de apuntarlo a un deporte. Llévalo a hacer recados contigo o si es muy pequeño deja que esté ese tiempo en el parque, jugar al escondite o al pilla pilla también es otra forma de gastar energías.

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