Las pruebas de inteligencia en niños

Es posible que en la escuela de tu hijo/a te hayan informado de que le pasarán pruebas de inteligencia o incluso has sido tú quien ha acudido a un profesional para que se la hagan. Las pruebas de inteligencia son una estimación del funcionamiento intelectual de un estudiante a través del desempeño de varias tareas diseñadas para evaluar diferentes tipos de razonamiento. El cociente de inteligencia (CI) de un estudiante se puede medir mediante pruebas estandarizadas o pruebas con normas.

La inteligencia implica la capacidad de pensar, resolver problemas, analizar situaciones y comprender valores sociales, costumbres y normas.  Dos formas principales de inteligencia están involucradas en la mayoría de las evaluaciones de inteligencia:

• La inteligencia se refiere a veces como el CI, el funcionamiento cognitiva, la capacidad intelectual, la aptitud, las habilidades de pensamiento y la capacidad general.

La inteligencia verbal es la capacidad de comprender y resolver problemas basados en el lenguaje

¿Son importantes las pruebas de inteligencia para los estudiantes?

Se realizan pruebas de inteligencia parea comprender mejor cómo un estudiante puede desempeñarse intelectualmente y evaluar las necesidades que tiene en el ámbito académico. Son importantes para detectar necesidades educativas especiales o descartar las discapacidades mentales y establecer un cociente intelectual con el fin de diagnosticar una posible discapacidad de aprendizaje.

Dependiendo del tipo de prueba de inteligencia que se realiza, los educadores pueden dar instrucciones o estrategias especialmente diseñadas para el desarrollo de un plan educativo individual en caso de que sea necesario.

Pruebas de inteligencia más comunes

Las pruebas de CI son una forma bien conocida de pruebas normadas. Comparan los niveles de habilidad "normales" con los de estudiantes individuales de la misma edad.  Las pruebas de inteligencia pueden ser de varios tipos:

• Pruebas de inteligencia de grupo. Generalmente consisten en pruebas de papel y hojas de puntuaciones. Las pruebas de rendimiento grupal, que evalúan áreas académicas, a veces incluyen una medida cognitiva.  En general, las pruebas grupales no se recomiendan con el fin de identificar a un niño con una discapacidad. Sin embargo, en algunos casos, pueden ser útiles como una medida de detección para considerar si se necesitan exámenes adicionales y pueden proporcionar una buena información de antecedentes sobre el historial académico de un niño.
Las pruebas de inteligencia individuales pueden incluir varios tipos de tareas
• Pruebas de inteligencia individuales pueden incluir varios tipos de tareas y pueden incluir pruebas para señalar las respuestas correctas, tareas de puzzles o de juegos, sesiones de preguntas y respuestas... Algunas tareas son cronometradas.  La Escala de Inteligencia para Niños de Wechsler (WISC) y la Escala de Inteligencia Binet de Stanford, anteriormente conocida como la Prueba Binet-Simon, son ejemplos de pruebas de inteligencia individualizadas.  La prueba WISC incluye preguntas basadas en el lenguaje, los símbolos y el rendimiento, mientras que la prueba Stanford-Binet ayuda a diagnosticar a los estudiantes con discapacidades cognitivas.
• Pruebas en el ordenador. Estas pruebas son cada vez más habituales y los examinadores deben considerar las necesidades del niño y sus capacidades antes de escoger este tipo de formato.
• Pruebas de inteligencia no verbal. Este tipo de pruebas se utilizan para evaluar a los estudiantes que tienen problemas de procesamiento del idioma o aquellos con dominio limitado de la lengua dominante.  En estas pruebas, las tareas están diseñadas para eliminar la inteligencia verbal de la evaluación de las habilidades de razonamiento de un niño y para aislar y evaluar las habilidades de aprendizaje visual de un estudiante.

Una vez que sepas todo esto, es necesario también ser consciente que las pruebas de inteligencia no deben servir para etiquetar a un niño, porque en muchas ocasiones, existen variables que pueden interferir en los resultados de las pruebas, como el cansancio o las distracciones sin que eso quiera decir que un mal resultado deba etiquetar a un estudiante.