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La preeclampsia o toxemia del embarazo
La preeclampsia o toxemia del embarazo

ENFERMEDADES

La preeclampsia o toxemia del embarazo

Descubre cómo afecta esta enfermedad a tu salud y a la de tu bebé. Solo afecta a un 6% de las embarazadas, aunque puede ser muy grave.

Mujer embarazadaLa preeclampsia puede aparecer a partir de la semana 20 de embarazo

La preeclampsia o toxemia del embarazo es una condición médica caracterizada por hipertensión y aparición de proteínas en la orina. Se manifiesta a partir de la semana 20 de embarazo, durante el parto e, incluso, con posterioridad al nacimiento del bebé. La combinación de estos dos factores mencionados, elevada presión arterial y excesiva presencia de proteínas en la orina, permite diagnosticar esta dolencia que padecen alrededor de un 6% de las futuras madres.

Si bien el origen de esta enfermedad no es todavía muy claro para la ciencia y podría obedecer a múltiples causas, se cree que la toxemia del embarazo se debe a la hipertensión de los vasos sanguíneos de la gestante cuando la placenta, que provee de alimento y oxígeno al feto, no llega a desarrollarse normalmente.

La obesidad y tener más de 35 años son factores de riesgo para la preeclampsia

Por lo general, las mujeres que están cursando su primer embarazo son más proclives a sufrir preeclampsia, mientras que en el segundo embarazo la incidencia de la toxemia gravídica disminuye notablemente. Algunos factores como la obesidad, la edad mayor a 35 años y ciertas enfermedades autoinmunes podrían fomentar la aparición de la preeclampsia, aunque los especialistas no han logrado determinar con exactitud la causa de la toxemia del embarazo.

Línea alba en una mujer embarazadaEl Dolor de estómago, las náuseas y los vómitos son algunos de los síntomas de que una mujer embarazada padece preeclampsia

Síntomas y diagnóstico de la preeclampsia en el embarazo

Los principales síntomas de esta enfermedad están especialmente relacionados con la hipertensión arterial y la elevada concentración de proteínas en la orina. Además, se observa inflamación del rostro, especialmente en el contorno de los ojos, y las extremidades. Dolor de estómago, náuseas y vómitos, así como aumento de peso superior a dos kilos por semana y alteración del pulso son también signos que alertan acerca de la presencia de la toxemia gravídica. En el feto se manifiesta con una perturbación en su desarrollo, ya que el crecimiento y el peso del bebé no se corresponden con los valores normales acordes a su edad gestacional.

En cuanto a su diagnóstico, la presión arterial con valor sistólico de 140 o superior y diastólico mayor a 90, junto a la detección de proteinuria en orina indican la posibilidad de estar frente a un caso de preeclampsia. Debido a que tanto la presión arterial como los niveles de proteínas pueden variar en los distintos momentos del día, estos controles suelen ser repetidos en diferentes horarios para poder llegar a una conclusión acertada. Si a los resultados de estos exámenes se agregan los síntomas antes mencionados, el médico podrá determinar con mayor seguridad la existencia de la enfermedad.

Consecuencias de la preeclampsia para la madre y el bebé

Tanto la mujer gestante como el feto pueden verse afectados en distintos niveles de gravedad por este padecimiento. Los riesgos son mayores cuanto más precoz sea la aparición de la enfermedad. Es, por lo tanto, más peligrosa si aparece en los primeros meses del embarazo, aunque por lo general se presenta en etapas más avanzadas.

La toxemia puede ocasionar graves daños a la madre y al bebé

También se reduce la cantidad de líquido amniótico que protege al bebé durante su vida intrauterina y le proporciona agua y sales minerales. En ciertos casos puede producirse el desprendimiento de la placenta, generando un panorama muy complicado para la salud del bebé. En un porcentaje muy bajo de casos la preeclampsia puede devenir en eclampsia o en Síndrome HELL, situaciones que implican suma gravedad.

Tratamiento de la preeclampsia

Es bastante difícil trabajar en la prevención de la toxemia del embarazo, ya que existen pocas certezas en cuanto a su origen. Algunos estudios científicos indican que la aspirina en bajas dosis y el calcio pueden evitar el desarrollo de la enfermedad. Otras investigaciones han demostrado que los suplementos de vitaminas E y C son también de utilidad.

Mujer embarazada haciéndose una ecografíaEs importante acudir a todas las revisiones médicas posibles para detectar la preeclampsia

Los recursos más importantes para prevenir la preeclampsia consisten en asistir a los controles médicos periódicos e informarse acerca de los síntomas de esta dolencia. El tratamiento dependerá de la gravedad de cada caso y del momento gestacional por el que se esté atravesando. Ante cuadros leves, las recomendaciones radican en reposo, dieta y control fetal frecuente.

Cuando se trata de situaciones más serias se recurre a la hospitalización y a la administración de fármacos antihipertensivos. En muchas ocasiones se hace indispensable la inducción del parto, pudiendo practicarse una operación cesárea si las condiciones de salud del bebé así lo requieren.

Siempre es necesario recordar que las futuras madres deben concurrir rigurosamente a sus citas médicas mensuales, realizar todos los análisis y exámenes que los especialistas les indiquen y mantenerse alertas ante cualquier síntoma extraño que pudiera aparecer durante el transcurso del embarazo. Estas medidas son las mejores armas para prevenir cualquier tipo de enfermedad y transitar con alegría y salud este período tan especial en la vida de las mujeres.

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