Tener un hijo te cambia la vida por completo. Además de ser una gran responsabilidad, conlleva todo un proceso de aprendizaje para los padres que hace que sea una experiencia única, con sus buenos y malos momentos. Por eso, a lo largo de todo el crecimiento del hijo son muchas las vivencias que tendrán juntos y con las cuales todos podrán crecer como personas, ayudándose sobre todo en la educación de los más pequeños y aprendiendo a cada instante con tal de que tanto los progenitores como los niños se sientan felices en todo momento.
Comprender y aceptar las aficiones de tu hijo
Como padres es normal que busquen la máxima felicidad de sus hijos. Quizás en su infancia no tuvieron oportunidad de vivir ciertas experiencias, por lo que es posible que busquen que los más pequeños de la casa puedan disfrutar de ellas. Sin embargo, es esencial que se tenga presente que cada uno de los hijos que se tiene tendrá su propia personalidad, gustos y carácter, por lo que se deben respetar en todo momento.
Posiblemente, el hecho de verse en una familia hará que tenga ciertas influencias a cuanto a gustos o a aficiones, puesto que habrá crecido con algunas de ellas en su seno familiar. No obstante, también es posible que desarrolle otros gustos, ya bien sea por los amigos que tenga o por las actividades a las cuales dedique el tiempo libre. Siempre que estas no sean negativas con respecto a su salud física o mental o bien no afecten de manera negativa a sus estudios o a su vida diaria, sería conveniente que los padres intentasen comprenderlas, de manera que el hijo se pueda sentir a gusto y sea feliz haciendo lo que más le gusta.
Es posible que el niño haya encontrado una actividad que le gusteTambién se debe tener presente que los niños están descubriendo el mundo, por lo que es normal que cambien de gustos con facilidad, sobre todo durante la adolescencia, y quieran experimentar con diferentes grupos sociales o tendencias. Lo mejor de haber probado diferentes aficiones será que les ayudará a determinar qué es lo que más les gusta y qué es lo que mejor se les da, dando pie así a poder descubrir algún posible talento. Sin embargo, este talento puede ser descubierto también desde la infancia, por lo que los padres tendrán la posibilidad de decidir si quieren potenciarlo a partir de entonces o si prefieren que sea el niño el que tenga la opción de escoger si quiere seguir por esta vía o por otro camino.
Los padres como pilares de apoyo de los hijos
Es posible que el niño haya encontrado una actividad que le guste y que se le dé especialmente bien. En estos casos los padres no tienen que realizar un gran esfuerzo, ya que es posible que el hijo, por voluntad propia, quiera seguir practicándolo y mejorando día a día. No obstante, es normal que tenga momentos en los que no se sienta tan centrado o que decaiga, a la que le pueda haber salido algo mal o no también como esperaba.
Es en este instante que la tarea de los padres es esencial. Solamente ellos cuentan con las herramientas adecuadas como para hacer sentir mejor a sus hijos. Para ellos, los progenitores son un referente, sobre todo durante la infancia más que durante la adolescencia, por lo que deberán mostrarse siempre comprensivos y no exigirles demasiados. Ser conscientes de que todos cometemos errores y que solamente se puede potenciar un talento con esfuerzo y trabajo serán las mejores manera de hacerle entender a tu hijo de que estás a su lado y que no debe rendirse.
Recuerda que los niños y los adolescentes están todavía aprendiendoEn el caso de que el niño no se sienta tan atraído por potenciar este talento, quizás lo mejor sea tener una conversación con él o con ella e intentar comprender cómo se siente. Posiblemente sea algo pasajero y entonces los padres podrán mostrarle su apoyo y ayudarle a seguir adelante, pero en el caso de que el niño no quiera realizar esta actividad, por muy bien que se le dé, quizás debería llevar a los progenitores a plantearse si realmente es necesario potenciar este talento o bien buscar otra afición con la que el hijo se sienta a gusto y pueda llevar a cabo sin presión o sin sentirse obligado.
Recuerda que los niños y los adolescentes están todavía aprendiendo y deben disfrutar de ambas etapas de su vida. Así pues, está muy bien que tengan aficiones, que realicen actividades más allá de sus estudios obligatorios, pero siempre y cuando las disfruten. En el momento en el que potenciar el talento de tu hijo pueda convertirse en un trabajo para ellos o bien se sientan obligados, quizás dejen de disfrutar tanto de esta actividad y no la realicen con el mismo gusto con el que solían. Por lo que los padres deben ser su mayor apoyo, tanto en los buenos como en los malos momentos.
Si el niño disfruta de la actividad y su talento aumenta, los padres también deberán mostrarse compresivos y no exigirle más de lo que puede. Las metas deben ser realistas y los progenitores deberán intentar felicitarle en todo momento, incluso en aquellos instantes durante los cuales las cosas no vayan tan bien como se esperaban. Solamente así conseguirán disfrutar de lo que hacen y poder mejorar poco a poco, para poder potenciar un talento que posiblemente le sea de utilidad en un su futuro como adulto.