Vivimos en una sociedad conectada todo el tiempo con Internet y los pre adolescentes y adolescentes también lo están. Ellos tienen dispositivos móviles a su alcance la gran mayoría del tiempo y éstos dispositivos tienen acceso a Internet. Es necesario que los padres establezcan normas y límites en su uso porque los preadolescentes y adolescentes aún deben desarrollar un pensamiento crítico para entender mejor las cosas, como la pornografía que pueden ver en sus terminales.
Esta educación sexual es imprescindible tanto en los hogares como en las escuelas. Dependiendo el enfoque que se emplee, la pornografía no tiene por qué ser tan "mala" y si ayuda a los adolescentes a entender que no es real, puede ser incluso "útil". Los niños de 11 años pueden ver accidentalmente pornografía o pueden buscarlo de manera voluntaria. Pero el consumo de la pornografía suele ser consumida por adolescentes entre los 14 y los 17 años. Este consumo de porno continúa incluso después de haber tenido las primeras relaciones sexuales.
¿Ver pornografía realmente es tan malo para los adolescentes y sus relaciones íntimas? En realidad los adolescentes deberían ver pornografía como una parte más de la educación sexual, para poder estar educados y ser capaces de entender que ese comportamiento sexual no es correcto y que en ningún caso representa la realidad de una relación sexual saludable entre dos o más personas.
Los maestros de educación sexual se ponen nerviosos cuando hablan con sus estudiantes sobre pornografíaEl porno no es real
Los adolescentes tienen una vida impulsada digitalmente. Se comunican de manera instantánea, no logran descifrar la diferencia entre la realidad (y lo que no lo es) cuando ven pornografía. Todavía no lo entienden bien porque la pornografía es para adultos... ellos no tienen esa capacidad crítica aún. No están a la altura de ese nivel de comprensión de lo que se está representando y tiene ramificaciones experimentales y de desarrollo. Es por eso que la educación sexual para adolescentes debe incluir una educación pornográfica.
A los niños de 11 años que están al borde de la adolescencia se les debe enseñar sobre los peligros de sexting. A la edad de 14 años, deberían comenzar a aprender acerca de cómo las imágenes no realistas son una parte vital de la pornografía y todo esto les ayudará a tener una imagen más real sobre el cuerpo y el porno.
Educación sexual, maestros, pornografía y adolescentes
Los maestros de educación sexual se ponen nerviosos cuando hablan con sus estudiantes sobre pornografía. Pero al ver la facilidad con que los adolescentes pueden acceder a contenido explícito en Internet, es crucial que los maestros hablen con los adolescentes sobre pornografía. Deben comenzar a mencionarlo casualmente a los niños de 11 años de una manera muy normal para que no lo vean como un horror o como algo de lo que deban avergonzarse.
Los adolescentes tienen una vida impulsada digitalmenteLos maestros influyen en sus alumnos, y tanto desde la escuela como desde casa, es necesario que los adolescentes tengan una base de educación sexual. De esta manera no tendrán la necesidad de buscar la información de manera independiente en Internet a través de la pornografía.
¿Qué necesitan las jóvenes para aprender sobre el porno?
Gran parte de la charla aquí ha sido sobre enseñar a los niños a reaccionar ante el porno. El porcentaje de mujeres jóvenes que miran pornografía va aumentando gradualmente y debemos hablar con ellas sobre los límites, el consentimiento, la coerción y la presión. Con los chicos igual, deben entender que en el sexo una mujer no tiene que ser sometida y siempre debe haber consentimiento por ambas partes.
Si tienes una hija adolescente y te preocupa que los chicos que ven pornografía la presionen para que tenga relaciones sexuales con ellos, habla con ella sobre la manipulación, la coerción, los límites y lo que significa cuando alguien dice: "Me preocupo por ti, pero quiero que hagas algo que no quieres hacer ". Los chicos también deben entender que deben respetar los límites, cuando alguien les da una negativa ante el sexo y que el respeto mutuo es principal en cualquier relación de pareja.