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Planear el verano de tus hijos cuando han suspendido
Planear el verano de tus hijos cuando han suspendido

VACACIONES DIFERENTES

Planear el verano de tus hijos cuando han suspendido

Si tus hijos han suspendido alguna asignatura y les toca estudiar en verano, tienes que ayudarle para que no se le haga cuesta arriba. En Bekia te damos unas pautas para que sea más llevadero.

¿Qué hacer con tu hijo si suspende durante verano?¿Qué hacer con tu hijo si suspende durante verano?

Cuando se tienen hijos las vacaciones de verano vienen marcadas por ellos de sobre manera. Si los padres trabajan es en esta época cuando hay que hacer un mayor esfuerzo para poder cumplir con las obligaciones laborales y personales. Supone un gran trabajo, y en ocasiones desembolso económico. Si a eso añadimos que los hijos han traído algún suspenso en la cartilla de notas y tienen que estudiar de cara a septiembre las cosas empeoran.

Estudiar en verano para mejorar las notas no es nada apetecible para un escolar, así que precisa del apoyo de sus padres durante las vacaciones para que no de caiga en el hastío y acabe por repetir el suspenso. Teniendo en cuenta que ya no tiene que acudir al colegio no sentirá esa obligatoriedad por la que ha estudiar a diario ni tendrá a un profesor detrás que les haga trabajar.

La responsabilidad de conseguirlo es de ellos mismos, aunque a ciertas edades hay que tener en cuenta que han de ser sus padres los que corran con parte de esa responsabilidad. Si no son los progenitores los que les reclamen para ponerse a estudiar, a ellos les costará trabajar para mejorar las notas.

La planificación, clave

La organización y la planificación a la hora de estudiar y de trabajar son claves. Esa es una lección que podemos dar a nuestros hijos si les toca preparar exámenes en verano. Les será muy provechosa de cara al futuro, en sus próximos años académicos, así como una vez se incorporen al mercado laboral.

A tus hijos le costará menos la vuelta al colegioA tus hijos le costará menos la vuelta al colegio

La mejor forma de organizarse es crear un horario, como el que tienen cuando van al colegio. Con un poco de planificación en vacaciones hay tiempo de sobra para estudiar, para disfrutar del verano y para pasar tiempo en familia. Hablando con el niño debemos ser capaces de crearle un horario con el que se sienta cómodo y que esté dispuesto a cumplir.

Hay que ser realistas y elaborar un horario que sea posible y que el niño se comprometa a cumplir. A la hora de hacerlo hay una serie de recomendaciones que se han de tener en cuenta para conseguir la máxima productividad por parte de los escolares. Por un lado que la principal responsabilidad de nuestros hijos en verano si han sacado malas notas es estudiar para recuperarlas después de vacaciones.

El estudio no es una obligación

La creación de un horario vendrá asociada a la de un calendario. No es nada recomendable dejar toda la materia que hay que estudiar para los últimos días previos a la vuelta al colegio. Lo mejor es crear una rutina por la que los hijos se acostumbren a estudiar a diario y no les resulte tan difícil ponerse a ello. Así no deberá estudiarlo todo de golpe y tendrá tiempo a disfrutar del verano.

Al igual que al colegio acude de lunes a viernes y los fines de semana son para divertirse el calendario de estudio en verano también puede incluir días libres, como los sábados y domingos. Además, el hecho de tener que estudiar no significa que los hijos, ni el resto de la familia, deban renunciar a unas vacaciones. La clave está en conseguir que estudien tanto antes como después de esos días. Si lo hacen podrán sacar buenas notas en septiembre.

Tienen que aprender que estudiar no es un castigoTienen que aprender que estudiar no es un castigo

Estudiar no es un castigo

Los motivos por los que en las notas puede aparecer un suspenso son muchos. A veces es falta de atención o que necesita un refuerzo extra. Por eso no se puede culpabilizar a los niños que tienen que recuperar materias durante el verano, especialmente si es la primera vez que ocurre. Lo importante es saber qué ha fallado y trabajar para que no se repita en el futuro.

No hay que reñir a los niños por haber traído algún suspenso, pero hay que hacerles saber que no es lo que esperamos de ellos. Pero una vez que no hay vuelta atrás han de hacer todo lo posible para mejorar con vistas a su regreso al colegio. También puede ser que sea el momento en que detectemos ciertas carencias que puedan ser cubiertas contratando a un profesor particular.

Si en una familia hay varios niños y únicamente uno ha suspendido en verano se sentirá mal por ser el único que estudia durante las vacaciones y puede verlo como un castigo. Para evitar crearle esa sensación de culpabilidad podemos pedirle al resto de niños que mientras éste estudie ellos realicen alguna tarea académica, como puede ser un repaso de alguna asignatura o alguna de las lecturas recomendadas por los profesores.

Por último hay que tener en cuenta que un suspenso no es el fin del mundo ni mucho menos significa que a nuestro hijo se le vaya a dar mal estudiar. Los que hemos sido estudiantes sabemos que todos cometemos errores, pasamos por malas rachas o hay asignaturas que nos resultan más complicadas que otras. Lo que hay que hacer es ser consciente de ello y trabajar para dar lo mejor de nosotros mismos.

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