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Un niño feliz ¡hace mucho ruido!
Un niño feliz ¡hace mucho ruido!

FELICIDAD

Un niño feliz ¡hace mucho ruido!

Si tus hijos juegan, hacen ruido e incluso te molestan con sus movimientos... ¡es que son felices! No coartes su felicidad.

Si piensas que un niño para que sea feliz debe estar sentado, callado y obedeciendo a todo lo que se le dice... ¡estarás bien equivocado/a! Los niños no necesitan estar todo el tiempo callados sin jugar... ellos necesitan moverse, jugar, saltar, importunar y sobre todo, ¡hacer ruido! Si tu hijo no hace todas estas cosas, entonces deberías comenzar a preocuparte porque quizá sea un niño infeliz.

Si quieres criar a tus hijos y que sonrían de verdad porque son felices, entonces tendrás que saber que tendrás que disfrutar de sus ruidos. Quizá hayan días en los que el ruido te irrite más de la cuenta o que si no para de hablar y no te deja escuchar las noticias te pongas nervioso/a, pero en realidad, eso es parte de su desarrollo y no debe coartar esas características que indican que tus hijos son felices.

Deja que hagan ruido

No quieras tener una casa en silencio teniendo hijos pequeños porque eso no va a pasar. La felicidad en los niños no tiene que ver con tener más cosas o sacar mejores notas en el colegio, ¡ni mucho menos! La felicidad en los niños está directamente relacionada con las experiencias que viven, porque si hacen ruido...¡significa que están vivos y sanos! Los niños necesitan vivir experiencias a través del juego, pasar tiempo de calidad con la familia, con sus amigos... disfrutar de la vida en el momento presente.

No quieras tener una casa en silencio teniendo hijos pequeños porque eso no va a pasarNo quieras tener una casa en silencio teniendo hijos pequeños porque eso no va a pasar

Si tu hijo hace ruido significa que realmente está feliz y solo eso, te debería poner una sonrisa en tu rostro. ¿Te imaginas que de repente tu hijo se quedase sentado en el sofá todo el día triste y apático sin querer hacer nada? Probablemente te asustarías porque ese no es un comportamiento normal de un niño pequeño... y le llevarías al pediatra para ver si es que está enfermo.

Es posible que si tu hijo se pasa un día sin hacer mucho ruido empieces a sospechar que está incubando algún virus y que pronto caerá enfermo... ¡porque si está saludable hará ruido para jugar y divertirse! Jugar es imprescindible y el ruido es normal en todos los juegos. Los niños necesitan jugar para aprender, para equivocarse, para ensayar en su realidad, para aumentar su creatividad y para que empiece a interactuar con el mundo en el que vive.

Si no te obedece, tampoco es malo

Si tu hijo no te obedece todo el tiempo no es algo malo, significa que está creando su propia identidad y que tiene criterio propio. Lo que importa en todo caso es que siempre tengáis en casa normas y límites, con unas consecuencias bien establecidas para que tu hijo sienta el control de sus acciones y asuma la responsabilidad de las mismas. Así sabrá que si decide no cumplir con unas normas específicas deberá asumir las consecuencias de haber actuado de esa forma en concreto.

Los adultos debemos aprender más de los niñosLos adultos debemos aprender más de los niños

Los adultos, en realidad vivimos en mundo medio dormido, donde no queremos que nadie nos moleste ni que tampoco nos saquen de nuestra zona de confort. Pero la realidad es que es el mundo adulto el que debe cambiar su forma de percibir el mundo para adaptarse a la realidad de los niños.

Aprender de los niños

Los adultos debemos aprender más de los niños y dejarnos llevar por cómo ellos ven el mundo y por cómo disfrutan su presente. Los niños que hacen ruido es porque están disfrutando de su presente, porque están aprendiendo y juegan disfrutando. ¿Por qué los adultos no pueden hacer lo mismo para disfrutar de la felicidad diaria? ¡Hay que despertar y aprender de los niños!

Los adultos tienen la necesidad de tener el control en todos los sentidos y con niños cerca, ¡esto no es posible! Aprender a disfrutar del caos infantil es todo un lujo que no todos los padres se atreven a hacer, al menos de forma puntual... Pero una vez que disfrutan de este caos, del juego y de sus hijos... se dan cuenta de lo importante que es, para todos.

Es necesario que los padres recuerden que una buena educación no tiene que estar reñida con el juego y la felicidad de sus hijos...¡haciendo ruido! El juego libre también es una buena conducta y los niños deben aprender que existen normas, límites y disfrutar del juego teniendo esto también en cuenta. Permite que tus hijos experimenten con su entorno y potencien todas sus habilidades.

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