El método Montessori se ha hecho muy famoso durante estos últimos años. La creadora fue una pedagoga italiana, María Montessori, que apostó desde el primer momento por la autonomía de los niños a la hora de llevar a cabo su desarrollo personal. Esta es la base del método Montessori: la independencia de los niños, la figura del padre o de la madre únicamente como guía, y la necesidad de dar amor y comprensión al niño en todo momento.
Si bien es cierto que el método Montessori ha demostrado sobradamente su utilidad, y son muchos los niños que han crecido siguiéndolo, este no es un método infalible que funcione todas las veces. ¿Por qué? Porque, como todas las pedagogías, debe tenerse en cuenta que siempre existe un contexto específico que no puede obviarse bajo ningún concepto. Si olvidamos que cada niño es un mundo, y que hay niños que necesitan más guía que otros, o que los límites deben imponerse siempre, el método Montessori podría acabar siendo un auténtico fracaso.
Para evitar que esto te paso a ti, te vamos a explicar cuáles son las causas fundamentales que hacen que este método falle, para que no caigas en los mismos errores. ¡Así que continúa leyendo!
Antes de plantear siquiera el ponerlo en marcha, es necesario leer mucho al respectoEs necesario informarse antes de ponerlo en práctica
Lanzarse a la aventura del método Montessori sin haber leído nada anteriormente es una auténtica locura. Antes de plantear siquiera el ponerlo en marcha, es necesario leer mucho al respecto; no vale únicamente con la información que puedas encontrar en internet, sino que hay que indagar bastante más, buscar libros y autores que podrían aportar bastante. Es decir: opiniones de expertos y especialistas en el tema, y no solo progenitores que han puesto en marcha este método. Porque si bien es interesante leer experiencias, la opinión de los expertos es fundamental. No tengas prisa, y lee mucho si quieres poner esta pedagogía en marcha.
Otro error común es el de dar más importancia al material físico que al método Montessori en sí mismo. Sí, hay muchísimas cosas que puedes comprar para llevar a cabo este método, pero no lo necesitas todo. No necesitas armarios Montessori en toda tu casa, ni millones de cosas específicas; observa lo que ya tienes en tu hogar, porque probablemente todo esto sea útil, y tu gasto de dinero innecesario. Lo que realmente necesita tu hijo es amor, respeto y la autonomía necesaria como para poder desarrollarse a su ritmo, todo lo demás es secundario.
No necesitas armarios Montessori en toda tu casa, ni millones de cosas específicasEso sí: tendrás que adaptar la casa al completo si quieres que el niño sea autónomo. Todo debe estar siempre a su alcance, ordenado y listo para que lo pueda usar; de otra forma, acabará sintiéndose confuso y no podrá realizar las tareas que vaya teniendo a lo largo del día. Esto es mucho más importante que el tener objetos considerados Montessori por todos lados, y es algo que tus hijos valorarán muy positivamente a la larga. Asegúrate de que haya bancos que les permitan alcanzar las cosas más altas, e intenta que nada esté a una altura que pueda suponerles a ellos un peligro.
Por último, recuerda que no debes ponerte unas expectativas que sean inalcanzables. Son niños, y continuarán siéndolo por muy autónomos que comiencen a ser; necesitarán ayuda en algunos momentos, requerirán tu presencia y que les enseñes cómo hacer según qué cosas. Porque el método Montessori no consiste en dejarlos a su libre albedrío, sino en ir mostrándoles el camino sin andar sus pasos, dejando que giren en cualquier recoveco y que sean ellos los que vayan decidiendo cómo aprender, a qué ritmo y qué les interesa más. Si lo llevas a cabo de la forma correcta, disfrutarás mucho con este método.