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Es mejor ser un padre dron que un padre helicóptero
Es mejor ser un padre dron que un padre helicóptero

CRIANZA

Es mejor ser un padre dron que un padre helicóptero

Descubre cómo puedes mejorar la vida de tus hijos siendo un padre dron y no un padre helicóptero.

Cuando un padre o una madre se lleva a cabo una crianza helicóptero no estará beneficiando para nada al desarrollo de sus hijos. Los niños y adolescentes de cualquier edad, necesitan la libertad suficiente para poder cometer errores y aprender de ellos. Los errores pueden ser el mejor maestro de los niños, sobre todo cuando de un error tendrán consecuencias naturales.

Un padre helicóptero que no permite que sus hijos cometan erroresUn padre helicóptero que no permite que sus hijos cometan errores

Esto también les enseñará a ser responsables de sus propios actos, algo tan importante para su desarrollo y crecimiento personal. Hay padres que no saben bien cuánta es la libertad que deben darles a sus hijos y se preguntan si lo que hacen es lo correcto o no.

La ansiedad de ser padre helicóptero

Un padre helicóptero que no permite que sus hijos cometan errores o que les solventan todos los problemas solo para que no sufran, pueden tener un gran estrés o ansiedad, porque esta forma de relacionarse con los hijos no es natural, y además es demasiado cansado. Los niños deben aprender sobre las consecuencias de sus acciones para aprender qué es lo aceptable de lo que no lo es.

Los padres se dan cuenta como sus hijos no saben entrenterse solos, se aburren ante cualquier cosa o estímulo y recurren al mundo tecnológico para paliar su aburrimiento, ¡cuando hay tanto que descubrir ahí fuera! ¡Tanto que aprender y disfrutar del mundo! Es una auténtica pena. Los niños parecen que están perdiendo la imaginación y la creatividad, les cuesta crear juguetes con materiales reciclados, inventar historias parece que no es tan fácil para sus mentes estructuradas y excesivamente estimuladas.

Los niños necesitan desafíos

Cuando los niños juegan no siempre es seguro, porque si no, no es un juego verdadero. Los juegos deben permitir a los niños aprender habilidades sociales para que aprendan a desenvolverse mejor en el mundo en el que se encuentran. En muchas ocasiones los juegos requieren elementos desafiantes ya sean físicos o mentales para que los niños sientan que realmente están jugando. Si no le permites esto, tu hijo no podrá desarrollarse plenamente. El verdadero juego impulsa a la mente de los niños un paso más allá.

Aunque es normal que cuando tu hijo de cuatro años se sube a un tablón para saltar que te asustes y le ayude a encontrar un juego más seguro, en ocasiones no es necesario que tu cerebro entre en pánico, puedes ayudarle a jugar con ese tablón sin que se haga daño en lugar de decirle que baje inmediatamente y que juegue en la seguridad del suelo.

Tanto el cuerpo como la mente de los niños necesitan desafíos para desarrollarse correctamente. Si no les ayudas a bajar de un lugar alto, seguro que encontrarán la forma de bajar si en otra ocasión, le ayudaste y le enseñarse la forma segura de hacerlo. Es divertido tener miedo cuando se está jugando, porque esto es infancia.

No hace falta que los niños se lastimen

No hace falta que tus hijos se hagan daño para disfrutar de los desafíos. Jugar y vivir con golpes, arañazos... es necesario para su desarrollo físico y emocional. El codo siempre se raspará, se harán esguinces en los tobillos... Y es normal. Todo esto tiene un gran valor en su crecimiento. La resiliencia en los niños crece cuando pasan momentos difíciles mientras juegan, pero la resiliencia también crece cuando necesitan ayuda. 

Está bien que un niño sea desafiado y necesite ayuda de los padres. Así es como se sienten los verdaderos límites. Si los padres siempre están creando límites falsos, el niño no aprende o siente lo que es real o lo que realmente se necesita.  Esta falsa sensación de seguridad es más peligrosa que la mayoría de los peligros que cree que le esperan a tu hijo, porque los errores que cometen los niños cuando son mayores tienen mayores ramificaciones.

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Sé más un dron que un padre helicóptero

Como padre o madre, tú tienes el poder de cómo quieres estar al lado de tus hijos. La mejor opción es ser valiente y ser más un dron que un helicóptero. Esto quiere decir que estés cerca de tus hijos, pero a una distancia prudente para guiarle y protegerle pero que al mismo tiempo puedan aprender de las circunstancias de la vida. Dale confianza a tu hijo y consuélale siempre que sea necesario.  

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