El trastorno por déficit de atención e hiperactividad, conocido como TDAH, puede afectar entre el 8 y el 10% de los niños. El trastorno puede causar un comportamiento hiperactivo, dificultad de concentración, ansiedad y la incapacidad de seguir instrucciones. Los niños hiperactivos se aburren fácilmente y tienden a abandonar las tareas a medio hacer para pasar a otra cosa. Para mantener a estos niños creativos e involucrados en actividades, se puede recurrir a manualidades fáciles de realizar que requieran poca concentración y poco tiempo para desarrollarlas.
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH suele notarse desde la infancia, pero debido a que la mayoría de los niños son propensos por naturaleza a tener un comportamiento inquieto y una capacidad de atención breve, el TDAH a menudo no se reconoce hasta mucho después.
Los signos del TDAH
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad se reconoce normalmente por los problemas de comportamiento, por la dificultad del niño afectado por concentrarse o para seguir instrucciones y su incapacidad por controlar el mal comportamiento, como correr por el pasillo o interrumpir conversaciones ajenas constantemente.
¿Cómo tratar a un niño con TDAH?
Puede ser frustrante para los niños hiperactivos cuando es castigado por su comportamiento si su entorno, sus padres, maestros u otros cuidadores, no son conscientes de su trastorno. Por este motivo, es importante prestar mucha atención si su comportamiento agresivo o irrespetuoso. Si los problemas de conducta se muestran solo en ciertas situaciones u ocasionalmente, lo más probable es que el niño esté pasando por un comportamiento infantil normal.
Sin embargo, si observas que tu hijo tiene dificultades para concentrarse, tanto en la escuela como en casa, si parece tener problemas para seguir instrucciones o para controlar su comportamiento indisciplinado; puede ser el momento de hablar con un médico para averiguar por qué le pasa eso a tu hijo.
Aunque el TDAH se considere como un trastorno negativo, no tiene por qué tratarse como una discapacidad. Es necesario encontrar formas de canalizar la hiperactividad en actividades productivas, y enseñar al niño a usar su energía como si fuera un combustible para la creatividad.
Manualidades para trabajar la creatividad
Los proyectos de arte y artesanías son excelentes para enseñar a los niños hiperactivos a actuar sobre sus ideas y convertir los conceptos creativos en algo concreto. Tener una idea y completarla puede ser extremadamente motivador para cualquier niño, pero será aún más motivador para un niño con TDAH. Su trabajo será la muestra de que son capaces de usar toda su energía como una fuerza creadora y productiva.
La terapia artística es una forma de tratamiento alternativo basado en la premisa de que el arte ayuda a expresar emociones que a veces son difíciles de expresar como la ansiedad, la depresión o la ira. A través de imágenes visuales y artísticas, los niños (y los adultos) comunican sus pensamientos con mayor facilidad ya que se sienten más cómodos con las imágenes que con las palabras.
Durante una sesión normal de terapia artística, los niños hiperactivos trabajan en proyectos estructurados, un proceso que les ayuda a manejar los sentimientos, a resolver conflictos y a desarrollar habilidades importantes. Los padres también pueden aprovechar estas técnicas de la terapia artística para desarrollar las habilidades de su hijo y alentarle a expresar sus emociones mediante actividades estructuradas y controladas.
A través del arte y las manualidades, los niños con TDAH pueden desarrollar flexibilidad mental, habilidades de resolución de problemas y práctica de comunicación mientras explican lo que hicieron a sus padres, hermanos u amigos. El arte también crea momentos para interacciones sociales positivas, como compartir materiales, compartir espacios, hacer cumplidos o incluso hacer sugerencias. Vamos a ver algunas ideas para que las manualidades formen parte de tus actividades familiares.
Preparando el escenario para las manualidades
Todo ambiente creativo comienza con una actitud positiva y motivadora. Los beneficios de las manualidades surgen del proceso creador mismo, no del atractivo visual del producto final. Por tanto, asegúrate de estar concentrado o concentrada en el esfuerzo que realiza tu hijo en vez del resultado que vaya a obtener.
Crea un espacio de trabajo con pocas distracciones visuales. Esconde los aparatos electrónicos y asegúrate de que los materiales están en buenas condiciones. Intenta crear un límite visual alrededor del área de trabajo marcando el perímetro, así el niño podrá enfocar mejor su atención.
Actividades de calentamiento
Para crear el ambiente se puede comenzar con una tarea simple y relajante que puede ayudar a un niño con TDAH a liberar el exceso de energía y entrar en un estado mental y creativo.
Mandalas
Un mandala es un círculo con un patrón en su interior que representa el universo en el simbolismo hindú y budista. Dibujar o colorear mandalas puede ayudar a crear una energía tranquila y a promover la concentración. Algunos terapeutas de arte comienzan sus sesiones pidiendo al niño que dibuje un círculo, como un plato, en una hoja de papel en blanco, para que luego lo rellene con colores y diseños.
El niño puede dibujar garabatos simples, una cara, imágenes de una luna o lo que sea que despierte su creatividad.
Garabatos
Dale al niño un papel en blanco y un lápiz o rotulador. Pídele que haga garabatos en el lado del papel con su mano dominante (diestra o zurda). Después, da la vuelta al papel y pídele que haga garabatos en el otro lado con la mano no dominante.
Preocupaciones
Pídele al niño que escriba una preocupación que quiera dejar de lado mientras hace manualidades. Cuando haya escrito esa preocupación, pídele que rompa el papel con ambas manos.
Ejemplos de manualidades
Los mejores proyectos artísticos para niños con TDAH comprenden una serie de pasos simples pero efectivos para que el niño no pierda el interés. Estos pasos pueden ser golpear un material como la arcilla o la plastilina o moverse y caminar por la habitación para coger otro material. Vamos a ver algunas manualidades para hacer en casa.
El muñeco de nieve
Materiales: Arcilla o plastilina de colores, dos palos pequeños, pintura acrílica y pinceles (en el caso de que uses arcilla)
Hay que hacer tres bolas de diferentes tamaños para formar el cuerpo del muñeco de nieve.
Si utilizas arcilla, puedes dibujar los detalles con uno de los palillos, puedes dibujarle una cara, botones... O añadirle los detalles que desees con otros materiales. Cuando termines de crear los detalles, coloca los palillos a modo de brazos. Después puedes colorear el muñeco con la pintura acrílica y déjalo secar. Una vez seco, tu obra estará terminada.
Si utilizas plastilina puedes usar plastilina de diferentes colores para crear esos detalles. Añade finalmente los brazos y el muñeco de nieve estará listo.
Collage de papel rasgado
Materiales: Papel, una cartulina, herramientas de dibujo como lápices, rotuladores... cinta adhesiva o pegamento
El niño debe pensar en algo que no le guste y dibujar rápidamente sobre el papel. Cuando termine, debe romper el papel en pedazos y usar esas piezas (todas o las que quiera) para hacer un collage sobre la cartulina con la forma o en relación a algo que le haga sentir feliz.
Crea tu propia hoja para colorear
Materiales: Papel, herramientas de dibujo
Con un marcador de color oscuro el niño debe cerrar los ojos y dibujar un garabato. Una vez terminado, puede abrir los ojos y colorear su garabato con colores diferentes.
Círculo de tejido
Materiales: Una cartulina, hilos de lana de colores, tijeras, un lápiz, una regla, aguja de coser (opcional)
Los movimientos que se realizan al tejer son relajantes para muchas personas. Se puede utilizar esta actividad para que los niños mantengan sus manos ocupadas. Esta actividad es más compleja así que vamos a ver sus diversos pasos:
- El niño tiene que dibujar un círculo en la cartulina con el lápiz y recortarlo con las tijeras.
- Con ayuda de un lápiz, dividir el círculo en espacios uniformes como si fuese una rueda o un queso.
- Hacer una muesca en cada marca de lápiz y pasar el hilo por ella.
- Pega el hilo en la parte posterior del círculo e insértalo en cualquier muesca.
- Envuelve el hilo en la parte frontal del hilo e insértalo en la muesca opuesta.
- Continúa envolviendo el hilo en la parte posterior del círculo e inserta el hilo a través de la muesca situada al lado de la puesta utilizada en el paso 4
- Sigue envolviendo en la parte delantera del círculo e insértalo a través de la muesca opuesta (que debe ser la que está al lado de la muesca utilizada en el paso 5)
- Continúa envolviendo el hilo en la parte delantera y trasera del círculo hasta llegar a la última muesca.
- Finalmente, lleva el hilo a la parte posterior del tela, córtale y pégalo en la parte posterior con cinta adhesiva.
Con esto, el entramado o la urdimbre estará listo para comenzar a tejer.
- Coge la aguja y enhebra un trozo de hilo de lana. Si piensas que la aguja puede ser peligrosa para tu hijo o hija, no te preocupes, puede hacer el tejido con las manos.
- Ata el hilo en el centro de la urdimbre del círculo y pásalo por encima y por debajo de cada trama de la urdimbre dando la vuelta al círculo. Después de unas pocas filas, aparecerá un patrón.
- Si se acaba el hilo o simplemente te apetece, continúa el tejido con otro hilo de color diferente. Se puede cambiar el color cuantas veces quieras, y el resultado sin duda será más vistoso. Para cambiar de color, solo tienes que anudar un extremo en la urdimbre y continuar haciendo círculos en la trama como al principio.
- Para quitar el círculo de cartulina, corta las líneas de hilo del centro de la parte posterior del mismo.
- Una vez hecho esto, anuda los hilos sueltos adyacentes de dos en dos y cuando estén todos anudados tu círculo de tejido estará terminado.