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Ignorar la conducta inapropiada en los niños, ¿es buena idea?
Ignorar la conducta inapropiada en los niños, ¿es buena idea?

COMPORTAMIENTO INFANTIL

Ignorar la conducta inapropiada en los niños, ¿es buena idea?

Si tu hijo/a se comporta mal, ¿es buena idea ignorar la conducta inapropiada o podría resultar contraproducente para su educación?

Quizá alguna vez te has encontrado ignorando la conducta de tu hijo cuando se comporta mal, pero no como técnica, si no porque no sabías que más hacer. En realidad, cuando es así, es una mala forma de proceder, pero, ¿ignorar la conducta indeseada puede ser una buena solución en otras circunstancias? Ignorar no es fácil, pero si se hace bien y en el momento adecuado puede ser tremendamente efectivo... En cambio, si se hace mal, puede ser realmente perjudicial.

A veces, llamar la atención sobre un comportamiento no deseado tiene un efecto negativo y podría empeorar el comportamiento por hacer un refuerzo negativo. Es necesario que comprendas qué es ignorar y qué no lo es... cuándo es apropiado hacerlo y cuándo no lo es. No es cruel si lo haces bien... porque nunca ignoras a tu hijo realmente, lo que haces es observarle y tener un comportamiento coherente. Lo que ignoras es el comportamiento pero no ignoras a tu hijo de ninguna manera.

Uno de los mejores momentos para usar este método es durante la rabieta de un niño pequeñoUno de los mejores momentos para usar este método es durante la rabieta de un niño pequeño

Cuidado con tu comportamiento

Si por ejemplo, te das un golpe y maldices diciendo palabrotas, debes recordar que hay unos pequeños ojos que te miran, aprenden de ti y te imitan. En ocasiones este comportamiento es repetición y si es así, tendrás que comenzar a ser consciente de cuáles son tus palabras o comportamientos habituales para que de esta manera, no tengas que ignorar su conducta, si no, reconducir la tuya. Por supuesto, tendrás que decirle que el uso de esas palabras no es aceptable para ti.

Conflictos entre hermanos

Otro ejemplo bastante habitual en las familias es cuando los hermanos discuten. Si ninguno de ellos se lastima, entonces no hace falta que intervengas y puedes ignorar el comportamiento sin sentirte culpable de ningún tipo.

Debes resistir la tentación de involucrarte siempre y cuando no lleguen a mayores como hacerse daño.  Deja que lo resuelvan y adquieran algo de práctica con sus habilidades sociales y de resolución de problemas. No estás prestando atención a lo que está sucediendo, por lo que pueden resolverlo de manera más independiente y en base a las reglas que los hermanos establecen por sí mismos. Pero en realidad, debes prestar mucha atención a lo que está sucediendo (sin su conocimiento) para que puedas intervenir si las cosas se salen de control.

Es necesario que comprendas qué es ignorar y qué no lo esEs necesario que comprendas qué es ignorar y qué no lo es

Las rabietas

Uno de los mejores momentos para usar este método es durante la rabieta de un niño pequeño.  Estos ataques terminarán rápidamente cuando descubra que ya no estás prestando atención o tratando de entrar en una negociación. Si tu hijo pequeño está en un lugar seguro donde su rabieta no molestará a personas inocentes ni hay peligro de que se haga daño, solo déjale (y por lo tanto, que exprese las emociones que está experimentando) pero no te involucre.

Dependiendo de la razón de la rabieta, puedes ofrecer algunas palabras para explicar tu postura: "Sé que quieres usar chanclas, pero está nevando afuera, así que debes usar zapatos que te abriguen los pies. Ven a verme cuando te sientas mejor y estés listo para vestirte", o "Sé que no te gusta cuando tienes que turnarte, pero compartir juguetes con tu hermano es algo bueno para los dos". 

A veces es útil ofrecerle algunas palabras para que sepa que sabes cómo se siente. Después tendrás que poner nombre a esas emociones para que en el futuro pueda identificarlas. Es importante ser breve y continuar haciendo otras cosa como si no le estuvieras prestando atención (aunque le estés vigilando sin que se dé cuenta). No des sermones, simplemente di lo que tiene que hacer y la consecuencia si no lo hace. Si continua sin hacer caso, emplea la consecuencia (como por ejemplo, si no se pone los zapatos de nieve no podréis salir a jugar con la nieve al jardín). Cuanto menos involucrado/a estés, más rápido terminará la rabieta.  Piensa en tu atención como si echases gasolina a un fuego... ¡la explosión es inminente!

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