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No amenaces a tu hijo/a adolescente si no te gusta su pareja
No amenaces a tu hijo/a adolescente si no te gusta su pareja

ADOLESCENTE

No amenaces a tu hijo/a adolescente si no te gusta su pareja

No es nada bueno que amenaces a tu hijo o hija adolescente porque no te gusta su pareja, ¡esto es lo que puedes hacer!

Es posible que no te guste la pareja de tu hijo/a adolescente, pero debes confiar en la decisión que ha tomado de comenzar una relación romántica con esa persona. Quizá tenga rasgos positivos que puedes encontrar si te molestas en conocerle en lugar de criticarle. Recuerda que si le criticas tu hijo/a adolescente se alejará emocionalmente de ti y si tiene problemas en su pareja no te las contará.

Haz un esfuerzo

Por más que no te guste con quién está saliendo tu hijo/a adolescente, tendrás que hacer todo lo posible por ser amable, respetuoso y accesible a tener una buena comunicación. Recuerda que si eres tú quien escoge tener una actitud distante, es posible que recibas el tratamiento por parte de su pareja. Los padres deben hacer lo que pueden para que tus hijos se sientan más importantes y comprendidos en todo momento.

De esta manera también, la pareja de tu hijo/a adolescente puede relajarse y dar su mejor versión cuando te conozca. Esto podría significar entablar una conversación u ofrecer un cumplido genuino. La clave es demostrar a tu hijo/a a sus pareja que realmente quieres conocerle mejor. A nadie le gusta estar en un lugar donde no son aceptados o se sienten incómodos.

Además, ten en cuenta que si la pareja enamorada se sienten cómodos en tu casa, será más fácil para ti observar la relación cerca y ver cómo se desarrolla en el tiempo. Podrás ver si las consultas son adecuadas y si no hay nada extraño.

Los adolescentes necesitan aprender y tomar sus propias decisionesLos adolescentes necesitan aprender y tomar sus propias decisiones

No quieras cambiar las cosas

Aunque te resulte complicado ver como tu hijo/a adolescente está con su pareja, es necesario que no quieras cambiar las cosas. Es mucho más efectivo si aceptas que tu hijo/a tiene una pareja, recuerda que las parejas adolescentes rara vez llegan al altar. Permite que la relación siga su curso, solo necesitas ser paciente y no preocuparte tanto. Lo que realmente importa es que tu hijo/a adolescente esté feliz.

Da espacio a tu hijo adolescente

Los adolescentes necesitan aprender y tomar sus propias decisiones. También necesitan libertad para cometer errores y aprender de ellos. Si te centras en acabar con la relación o controlar la situación esto solo hará que tu adolescente no aprenda y además, estarás socavando su autoestima y la confianza en sí mismo.

Es importante permitirles a tus adolescentes que tengan el espacio necesario para permitir que descubran su identidad y que entiendan qué quieren en sus vidas en cuanto a las relaciones de pareja. Si les permites tener este espacio es posible que descubran lo que quieren y lo que no quieren en una relación.

¡No amenaces!

Darle a tu hijo/a un ultimátum nunca es una buena idea. Hacerlo solo alejará a tu hijo. Además, si tu adolescente sigue saliendo con esta persona, es mucho menos probable que él o ella te avise cuándo tu ayuda es realmente necesaria. El temor que puede tener es que digas: "Te lo dije".  

Es útil hablar en términos generales al expresar las inquietudesEs útil hablar en términos generales al expresar las inquietudes

Por mucho que pienses que esta relación es una muy mala idea, nunca recurras a amenazar a tu hijo/a para intentar en un momento desesperado de controlar la situación. Estas tácticas son controladoras y abusivas y rara vez producen los resultados que quieres.

Elige las palabras con cuidado

Si eres testigo de algo que crees que no es apropiado es buena idea que expreses lo que piensas. Solo tendrás que asegurarte de hacerlo de una manera tranquila y respetuosa. Recuerda que tu hijo/a adolescente se preocupa por esa persona y es probable que si dices algo malo hacia ella, se ponga a la defensiva.

A veces, es útil hablar en términos generales al expresar las inquietudes. Por ejemplo, si eres testigo de que la pareja de tu adolescente le critica o le está usando, puedes mencionarlo preguntándole cómo se siente cuando su pareja le hace comentarios sobre su ropa. Pregunta lo que piensa en lugar de dar tu opinión o dejar claro desde un primer momento que eso está mal. Tu objetivo es que se dé cuenta de que ese tipo de comentarios no es parte de una relación saludable de pareja.

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