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Haptonomía para preparar el parto
Haptonomía para preparar el parto

UNIÓN PADRES-HIJO

Haptonomía para preparar el parto

Mediante la haptonomía se creará un contacto afectivo prenatal entre la pareja y el bebé que ayudará a tener un parto más tranquilo y profundizará en los lazos afectivos de la pareja.

La haptonomía conecta directamente con el bebéLa haptonomía conecta directamente con el bebé

La haptonomía se practica en Europa desde hace 65 años. A través de ella, los futuros padres aprenden a establecer un contacto íntimo con el bebé y a acompañarle activamente durante el parto. Todo ello a través de diferentes ejercicios de interacción con el tacto y la voz. En las diferentes sesiones se trabaja la flexibilidad del cuerpo, la relajación y el contacto afectivo con el bebé y entre la pareja. De este modo, la embarazada recibe una preparación para el parto, al que llegará con plena confianza en todas sus capacidades físicas y emocionales.

Qué es la haptonomía

Haptonomía viene del griego y significa literalmente "tacto afectivo". Se conoce como ciencia de la afectividad, pues se basa en las interacciones y las relaciones afectivas humanas. Se trata de un método creado por el doctor holandés Frans Veldman que permite crear durante el embarazo un intercambio entre el bebé y los padres, y que constituye una preparación para el parto. Consiste en realizar ejercicios de caricias y contacto dirigidos, que el bebé percibe a través de la pared del vientre.

La haptonomía significa literalmente "tacto afectivo"

Su uso se basa, en que el contacto que favorece, produce en los músculos de la embarazada un cambio en su tono muscular que permite mayor elasticidad de los tejidos, facilita el bienestar, disminuye la vulnerabilidad y permite mayor tolerancia al dolor, especialmente en las contracciones del parto.

En qué consiste

Las primeras relaciones humanas que vivimos se desarrollan en el vientre materno. La haptonomía ayuda a la pareja a profundizar en ese vínculo a medida que avanza el embarazo, permitiendo que el niño sienta seguridad y comience a reconocer a sus padres ya desde el útero. El acompañamiento perinatal, consiste en ocho o nueve sesiones impartidas por médicos, matronas o psicólogos, formados por el CIRDH (Centro Internacional de Investigación y Desarrollo de la Haptonomía).

Fomenta la unión entre padres e hijoFomenta la unión entre padres e hijo
Los ejercicios deben empezar una vez que la embarazada comience a percibir los movimientos del niño, normalmente hacia el cuarto mes de embarazo. En esta etapa el bebé responde a los estímulos, las voces y las caricias. A partir del séptimo mes ya es demasiado tarde para empezar la preparación, ya que el método haptonómico requiere tiempo. El acompañamiento puede prolongarse en los quince meses siguientes al nacimiento si la pareja lo desea.

Las sesiones se realizan siempre en pareja y no en grupo como otros métodos de preparación, ya que favorece la intimidad de los padres. La primera sesión es una toma de contacto con la pareja, dónde se le ofrece información sobre qué es la haptonomía y cómo funciona. Luego, dependiendo de cada pareja, habrá sesiones de juegos con el bebé y ejercicios de preparación al parto.

En las sesiones la embarazada aprenderá a colocar las manos alrededor del vientre y a inducir al niño a desplazarse en cuanto note sus movimientos. Por su parte, el padre aprenderá gestos que alivien a la madre y la ayuden a adoptar posturas adecuadas para el reajuste del bebé en la pelvis, el alivio de las sensaciones de pesadez o a corregir la curvatura lumbar. Una vez que conozcáis estos ejercicios podéis practicarlos juntos en casa. Cada sesión es diferente y se adapta a la evolución particular de cada pareja.

Aunque la experiencia será igual de gratificante para ambos progenitores, los ejercicios serán diferentes y encaminados a lograr diferentes objetivos. La mujer embarazada establecerá una conexión afectiva con el bebé mediante el tacto y una relación interior. Por su parte, el padre, necesita poner las manos con toda su ternura alrededor de su compañera, para entrar en contacto con el niño a través de ella. De este modo, aprenderá gestos que alivien los dolores propios del embarazo, el nerviosismo y la fatiga, y la ayudará a confiar en él y en su capacidad para cuidarla. Ella aprende a dejarse a querer, a confiar en el otro y a pedir ayuda. Al final del embarazo se fortalece la unión de la pareja, que ya están preparados para acoger al nuevo miembro de la familia.

A medida que avanzan las sesiones, los futuros padres se dan cuenta de que su hijo busca el contacto con ellos. Cuando la madre comienza a percibir los movimientos del niño, se da cuenta de que su hijo responde a su contacto. Se moverá hacia donde nota que se encuentra la mano de sus padres o buscará el contacto por propia iniciativa. De este modo, el bebé no vive "aislado", si no que interactúa con sus padres y aprende a manifestarse. Pueden llegar a apreciar en su conducta rasgos de su carácter: travieso, juguetón, extrovertido o introvertido, tranquilo...

Los ejercicios deben empezar una vez que la embarazada comience a percibir los movimientos del niño

La figura del padre en la haptonomía

La haptonomía incluye al padre por completo. Por ello, su presencia en las sesiones es siempre necesaria. Para el futuro hijo es muy importante sentir que tanto su madre como su padre lo están esperando y deseando. El vínculo afectivo que se crea no debe relegarse sólo al rol materno. De igual modo, para la salud de la pareja tiene gran importancia, si el padre está involucrado desde el principio, habrá más harmonía y más fuerza entre ellos.

La función del padre será de sostén para la madre, será su apoyo a lo largo del embarazo y durante el parto. El método haptonómico ofrece un lugar importante a aquellos padres que deseen asumirlo. De este modo, al conceder un lugar al padre, se impide una relación excesivamente privilegiada entre la madre y el hijo, algo muy común dada la relación íntima que se estable entre ellos durante el embarazo. Favorece así una relación de iguales en la pareja respecto al cuidado y responsabilidad sobre el futuro bebé.

Riesgos y beneficios

Son muchos los beneficios que ofrece la haptonomía tanto a nivel físico como a nivel afectivo:

Con este método el padre también forma parte del embarazo y el partoCon este método el padre también forma parte del embarazo y el parto

- Durante el embarazo, este método ayuda a la mujer a estar más tranquila. Y permite que la madre, el padre y el bebé se sientan más unidos. Además de ayudar en la preparación al parto.

- Durante el parto, permite que la madre se calme durante las contracciones y solicite ayuda al futuro padre. Éste puede colocar a la futura mamá entre sus piernas cruzadas y mecerla suavemente. Ella notará que se relaja y se sentirá más segura.

- Los juegos de manos que se practican durante las sesiones invitan al bebé a subir o bajar en el útero. Dependiendo de las presiones ejercidas sobre el vientre y el útero, los padres pueden invitar al bebé a cambiar de posición, muy útil en el caso de parto con presentación de nalgas.

- A partir del cuarto mes, el niño puede percibir las palabras, los sonidos, las vibraciones, la música. Puede entender que una persona le está hablando. Mientras más contacto tenga el bebé con sus padres, más rápido y seguro será su desarrollo.

- Mediante la haptonomía, la madre aprende a estimular los movimientos de su hijo y le ayuda a cambiar de posición sin que sea molesto para ella.

- Permite una comunicación privilegiada de los futuros padres con su hijo.

- Refuerza los lazos afectivos de la pareja y ayuda en la comunicación.

- Favorece la implicación del padre en el embarazo y en el parto. Le permite tener un papel activo y formar parte del proceso. Además de ayudarle a asumir el rol de padre.

El vínculo afectivo que se crea no debe relegarse sólo al rol materno

El objetivo que persigue la haptonomía es estrechar los vínculos afectivos entre la madre, el niño y el padre, antes, durante y después del nacimiento. En este modo, se influye en la manera de vivir el parto, el nacimiento y la futura paternidad de ambos progenitores. Su empleo puede ayudar a las mujeres a tener un parto menos doloroso y complicado, y a reforzar los vínculos familiares.

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