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Cómo detectar y aliviar los cólicos en bebés
Cómo detectar y aliviar los cólicos en bebés

CÓLICOS

Cómo detectar y aliviar los cólicos en bebés

Los cólicos son muy comunes en los bebés de menos de 3 meses de edad, te damos unas pautas para aliviarlos.

El llanto de cólico es difícil de aliviar y suele aparecer a la misma hora del díaEl llanto de cólico es difícil de aliviar y suele aparecer a la misma hora del día

Para un bebé recién nacido, el llanto es una forma de comunicación. Los padres pronto aprenderán a diferenciar los llantos de sus pequeños y a identificar el motivo en función de las características del llanto y así, poder calmarlos.

Sin embargo, hay un llanto característico y para el cual es difícil encontrar alivio. Se trata del llanto producido por los típicos cólicos en los bebés.

¿Qué son los cólicos?

Los cólicos en los bebés, o cólicos del lactante, son contracciones del abdomen que le producen un dolor intenso y, por tanto, un llanto persistente difícil de calmar. La forma habitual de considerarlos como cólicos es si se dan durante tres horas al día, al menos tres días a la semana y durante tres semanas consecutivas. Generalmente se producen después de las tomas, especialmente a última hora del día. El llanto es aparentemente inexplicable, pues para considerarse como llanto característico del cólico, el niño debe estar sano, alimentado y descansado. En definitiva, no parece haber ninguna causa que justifique el llanto. Además, los bebés suelen estar en tensión, encogidos sobre sí mismos y con muecas de dolor. Aunque hay muchos datos respecto a su epidemiología, se estima que al menos un 20% de los bebés sufrirán los cólicos, siendo la etapa más frecuente a partir de la tercera semana después del nacimiento y hasta los tres o cuatro meses.

¿Qué causa los cólicos en bebés?

Sus causas exactas se desconocen, aunque hay muchas teorías explicativas.

Aquellas que los explican como un problema digestivo o dietético afirman que pueden producirse como una intolerancia a la lactosa o como una alergia a las proteínas de la leche de la vaca, al utilizarse como base para la leche del bebé o incluso siendo consumida por la madre que practica la lactancia materna. También se explican como una simple inmadurez del aparato digestivo de los bebés, por alteraciones de la flora intestinal o como una dificultad para eliminar los gases, especialmente si traga demasiado aire durante las tomas o si pasa demasiado tiempo en posición horizontal.

Otros los explican basándose en factores psicológicos y sociales, entendiéndolos como un efecto de una posible relación ansiosa entre los padres y bebés. También como una simple predisposición del bebé en función de su temperamento o como una respuesta a los estímulos que le rodean.

Todas estas teorías encuentran su justificación. Efectivamente parece más habitual que se den los cólicos en los bebés primogénitos, lo que justificaría una posible ansiedad por parte de los padres. También son más frecuentes en bebés de madres que no practican la lactancia materna, lo que explicaría la posible alergia a las proteínas de leche de vaca. Sin embargo, la teoría que tiene mas peso es que los cólicos se deben a la acumulación excesiva de gases, independientemente de la causa por la que se produzca.

Debemos mantener la calma y coger al bebé boca abajo, cerca nuestroDebemos mantener la calma y coger al bebé boca abajo, cerca nuestro

¿Debemos acudir al médico por los cólicos del bebé?

Durante el primer trimestre de vida de los niños, especialmente si son los primogénitos, las visitas más habituales al pediatra se deben a los cólicos. A menudo los padres acuden por urgencias, desesperados tras horas de llanto y angustiados por el dolor de su hijo al que no son capaces de dar alivio pero, al llegar a la consulta, el niño ya está calmado o dormido, como si nada hubiera pasado.

Hay que tener en cuenta que, pese a generar un dolor real, los cólicos como tal no son una enfermedad si no algo muy habitual en este período. Existen algunos factores que permiten descartar que exista algún problema específico de salud.

- Los bebés con cólicos no tienen problemas de alimentación.

- Tienen un reflejo de succión normal y buen apetito.

- Los vómitos frecuentes no son signos de cólicos.

- Tampoco las heces están alteradas en los bebés con cólicos del lactante.

- Los cólicos del lactante suelen remitir a partir de los tres meses de edad.

Al no tratarse de una enfermedad, no existe un tratamiento recomendado para tratar el dolor de los cólicos en los bebés o, al menos, no un tratamiento farmacológico. En cambio, sí existen una serie de pautas que pueden llevarse a cabo y otro tipo de tratamientos alternativos. Las principales pautas que se dan a los padres son las siguientes:

Pautas para prevenir los cólicos

- Es recomendable evitar que el niño ingiera más aire de lo normal, que puede generar los temidos gases. Para ello, si se practica la lactancia materna, es importante que el bebé succione agarrando bien el pezón, evitando que entre aire por las comisuras de la boca. Si se utiliza el biberón, se deben evitar aquellos que tengan los orificios demasiado pequeños o demasiado grandes. En cualquier caso se debe intentar que el niño mantenga una buena postura y no tenga tapada la nariz.

- Tras las tomas, debemos intentar que expulse el aire que haya podido ingerir. Para ello, es bueno recostarlo sobre nuestro hombro o sobre nuestros muslos, haciendo un ligero masaje en la espalda y dándole suaves golpecitos hasta que expulse el aire, sin insistir demasiado, puesto que no siempre necesariamente tragan aire.

Pautas para aliviar el cólico una vez ha iniciado

- Lo primero, mantener la calma. Está más que demostrado que los padres transmiten su nerviosismo a sus bebés, de modo que mantener una actitud tranquila ayudará a que ellos mismos se relajen. Evidentemente, tras horas de llanto incansable es normal que surjan ansiedad y estrés, pero deben intentar controlarse y tener paciencia.

- Se debe descartar que el llanto se pueda estar produciendo por algún otro motivo.

- Si persisten durante días, es recomendable acudir al pediatra al menos una vez, para que él descarte otras patologías y nos de las pautas adecuadas.

Para prevenir los cólicos debemos evitar que el niño ingiera aire al tomar el pecho o el biberónPara prevenir los cólicos debemos evitar que el niño ingiera aire al tomar el pecho o el biberón

- Durante el llanto, es bueno coger al bebé y abrazarlo junto a nosotros, manteniendo una actitud tranquila que le ayude a calmarse y darle alivio.

- El chupete o los propios dedos, aquello que le ayude a succionar, colaborará también a mantenerlo más tranquilo.

- Mantener un ambiente tranquilo, luz tenue, silencio o sonidos relajantes.

- Es recomendable balancearlo suavemente o cogerlo manteniéndolo boca abajo o de lado, apoyando su vientre sobre nuestro brazo. Cada bebé responderá de diferente forma a distintas pautas. Se trata de dar con la más acertada.

Masajes para calmar los cólicos

En la actualidad es frecuente tratar los cólicos de los bebés mediante masajes. Son muchas las formas propuestas de llevarlos a cabo e Internet está repleto de propuestas y de vídeos explicativos. Sin embargo, deberían ser profesionales fisioterapeutas u osteópatas los que planteen estos tratamientos y los lleven a cabo y, en todo caso, ser ellos los que den las pautas adecuadas a los padres.

Si estos masajes y maniobras se practican de forma correcta, han demostrado ser muy efectivos y cualquier caso, nunca se perjudicará al bebé. Sin embargo, al hacerlo sin la cualificación necesaria podríamos hacerle daño.

Pese a ser los cólicos algo tan frecuente, no debemos olvidar que cada bebé es diferente y, por tanto, se debe tener la paciencia necesaria para superar esta etapa transitoria en la vida de los bebés

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