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Cómo ayudar a dormir la siesta a un niño pequeño
Cómo ayudar a dormir la siesta a un niño pequeño

SUEÑO

Cómo ayudar a dormir la siesta a un niño pequeño

A medida que crecen, los niños van cambiando sus hábitos de sueño, pero la siesta es un clásico, y no siempre están dispuestos a dormirla.

Los niños pequeños, desde que nacen hasta los tres años aproximadamente, necesitan dormir varias veces durante el día para recuperar la energía que gastan y poder estar al cien por cien para todas sus actividades a través del sueño. Sin embargo, a muchos niños no les termina de gustar dormir la siesta, ya que ven como sus hermanos o los demás adultos están despiertos y quieren estar con ellos.

Hacer a un niño dormir la siesta en contra de su voluntad no será tarea fácil. Necesitarás mucha paciencia y tener las claves necesarias para que el niño o la niña se acuesten por voluntad propia y estén de acuerdo en dormir un rato durante el día para su propio beneficio.

En Bekia te contamos cómo ayudar a dormir la siesta a un niño pequeño, para que él o ella estén descansados y tú puedas aprovechar este breve tiempo para tus propias tareas.

1. Mantener una rutina

A los niños pequeños les va muy bien seguir una rutina para todos los actos que realizan a diario. Esta rutina les ayuda a aprender qué deben hacer en cada momento del día y, así, a no rechistar cuando toca hacer cierta cosa, como por ejemplo conciliar el sueño.

La rutina es el mejor aliado del sueñoLa rutina es el mejor aliado del sueño

Así pues, si todos los días duerme la siesta a la misma hora será más difícil que llegue a quejarse y a no comprender porqué debe dormir este ratito. Formará parte de su día a día, como el comer o ducharse, por lo que lo interiorizará como algo normal y la echará de menos el día que no pueda echar una cabezadita a esta hora del día, teniendo sueño.

En la guardería seguramente tenga una de estas rutinas estipuladas y le sea más fácil acostumbrarse a hacer la siesta cuando todos sus compañeros también están durmiendo. No obstante, debes seguir esta rutina también cuando esté con otros familiares o con la persona que lo cuide, de lo contrario le será imposible acostumbrarse a hacer la siesta y el niño o la niña querrán estar siempre despiertos y junto a los adultos.

2. Hacerle sentir a gusto en la cuna

Tanto como si tu niño o niña duermen en una cama o en una cuna deberás hacer que se sientan siempre cómodos en ella. Por lo tanto, retira todos aquellos objetos que puedan molestarle para dormir y deja aquellos otros que le hagan sentirse cómodos y le ayuden a conciliar el sueño . Quizás tienen una mantita favorita o un peluche a los que les guste abrazar para sentirse más a gusto. O quizás tengan una pequeña luz al lado de la cama o de la cama para no sentirse desprotegidos en la oscuridad.

Sea como sea, si tu niño necesita de alguno de estos objetos para dormir la siesta durante sus primeros años de vida, deberás respetarle esta voluntad. Poco a poco, con el tiempo, podrás ir retirándoselos, pero de momento es mejor que le dejes descansar con ellos, ya que primero necesita coger el hábito de dormir durante la hora de la siesta para sentirse descansado y con mayor energía durante la tarde.

3. Muéstrale tu apoyo

Quizás el niño o la niña se sientan desamparados durante la hora de la siesta porque no estás junto a él o junto a ella. Por lo tanto, deberás armarte de paciencia y dedicarles todo el tiempo que sea necesario para que consigan dormirse y estar a gusto durante toda la hora de la siesta.

No siempre los niños tienen ganas de dormir a la hora de la siestaNo siempre los niños tienen ganas de dormir a la hora de la siesta

Como por la noche, puedes optar por leerle un cuento, acostarte a su lado o cantarle una canción. Deberás evitar que juegue con la tablet o que mire la televisión antes de acostarse, ya que estas actividades pueden alterar más su cerebro y hacer que tenga menos ganas de dormir.

Justo después de comer es el momento ideal para acostar al niño o a la niña, puesto que con la barriga llena es normal que se sientan un poquito más somnolientos. Si la comida era pesada quizás será mejor que te esperes una horita a acostarlos, de lo contrario pueden tener dolor de barriga mientras duermen, pesadillas o ardor cuando se despierten de la siesta.

La habitación deberemos dejarla como cuarto solamente para el descanso, por lo que es preferible que los niños jueguen en otra sala y coman también en una habitación distinta. Así relacionarán su habitación y su cuna o coma como lugar simplemente para el descanso. Además puedes apagar todas las luces y cerrar las persianas y cortinas para que la habitación se vea más oscura, haciendo así que parezca que es de noche y el niño pueda dormir la siesta más cómodamente.

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