Tras acabar la jornada escolar tratamos de ocupar al niño con actividades que consideramos que van a beneficiar de una manera u otra a su salud y a su desarrollo. Muchas veces no somos conscientes de qué actividades son más productivas para el niño o qué aspectos promueven, dado que valoramos que todas estas actividades pueden aportar algo y nos resulta complicado decidirnos por una u otra. Generalmente, es el niño el que escoge la actividad por preferencia o atractivo de la misma, o al menos debería ser así. Si bien es verdad que la motivación del niño es muy importante, también lo es que el niño a la vez que divertirse pueda desarrollar algunas capacidades, valores, competencias, intereses, etc.
Vamos a hablar del teatro infantil. El teatro, además de ser una estupenda actividad de ocio que puede realizarse en familia y una excelente fuente de aprendizaje, es una de las actividades extraescolares más completas de cara a favorecer en el niño el desarrollo de competencias y a tratar de paliar el déficit en otras.
Qué hacen los niños en las clases de teatro
A través de distintos juegos, dinámicas, relatos...los niños simulan situaciones cotidianas o ficticias valiéndose de un monitor, un atrezzo, una historia ya creada, la imaginación o la improvisación. A través de los distintos juegos y dinámicas se entren aptitudes como el carisma, la empatía, la confianza, el trabajo en equipo, la inteligencia emocional, etc.
Además, no es necesario que el niño tenga unas excelentes dotes artísticas, puesto que va a beneficiarse de igual modo. Lo importante de esta actividad (cuando sobre todo se realiza de forma no profesional) es divertirse y además, supone una herramienta de crecimiento personal.
Del mismo modo, y no menos importante, es la actitud de los padres hacia la actividad. Es esencial que compartan su ilusión, que los niños se sientan apoyados, que les ayuden a ensayar, a aprenderse el guión, a vestirse, a gestionar las emociones. Como padres es importante dedicarle tiempo a estas cuestiones: para el niño es muy importante compartir esta actividad y repercutirá positivamente sobre su autoestima y la confianza en sí mismo.
Dónde puede practicar teatro mi hijo
El niño puede realizar teatro en las actividades extraescolares de algunos centros educativos, en talleres organizados en asociaciones o centros culturales. También, en una academia profesional de teatro. Asimismo, varias familias interesadas pueden reunirse y formar un grupo de teatro y reservar un aula (algunos centros municipales disponen de este servicio totalmente gratuito) o realizarlo en la casa. En este caso, se puede valorar la posibilidad de, entre todos, contratar a un profesor de teatro. En este sentido, es muy importante valorar ciertos aspectos a la hora de contratar al profesor : no es necesario que sea un actor o disponga de una formación oficial, pero sí que tenga cierta experiencia en el mundo artístico y que además, disponga de habilidades para el trato con los niños. No todo el mundo es válido para impartir esta actividad, se requieren ciertas aptitudes.
Beneficios que el teatro aporta a los niños
No sólo es diversión, las clases de teatro aportan muchas ventajas a los niños, que les servirán tanto ahora como en el futuro:
1. Constituye un entorno de socialización. Se hacen amigos, se conocen mejor y mejoran sus habilidades de socialización.
2. Es una actividad altamente divertida, permite al niño reírse, sentirse bien y desconectar de las tareas rutinarias o de los problemas que puede haber en su entorno familiar y/o social.
3. Potencia la creatividad: inventan, crean, improvisan, imaginan... este aspecto se fortalece aún más en esta etapa de la vida caracterizada por el exceso de fantasía e imaginación.
4. Aprenden jugando : entre los 18 meses y los dos años aparece en el niño el juego simbólico, lo cual permite al pequeño representar situaciones reales o ficticias ayudando así a comprender el entorno en el que vive (juegan a "mamás y a papás", simulan ser superhéroes, y pueden ser cualquier persona que su imaginación le permita y estar en el lugar que deseen). A medida que el niño evoluciona, el juego se vuelve más complejo y entienden que hay reglas en el juego. Aprenden normas, cultura literaria, conocimientos relacionados con el lenguaje, el arte y la historia.
5. Desarrolla la comunicación: mejora la expresión verbal (dicción, fluidez, vocabulario, claridad, etc.) y mejoran las habilidades sociales (la escucha activa, la asertividad, participar, respetar turnos, dar opiniones, expresar afecto, etc.).
6. Ayuda a desarrollar la expresión corporal: el niño toma conciencia de su cuerpo, de sus movimientos y de la forma de expresarse a través de él.
7. Entrena aspectos cognitivos como la atención, la concentración, la memoria y el razonamiento.
8. Agudiza los sentidos.
9. Fomenta hábitos de lectura y escritura.
10. Aumenta la disciplina.
11. Entrena el autocontrol y supone una forma de "desahogo" para el niño.
12. Permite canalizar la frustración.
13. Mejora la inteligencia emocional: ayuda al niño a identificar y comprender emociones en sí mismo y en los demás al representar distintos roles. Además, es una excelente actividad para enseñar a los niños a gestionarlas adecuadamente.
14. Mejora la autoestima del niño y la confianza en sí mismo.
15. Es un recurso de desinhibición, trabaja características personales como la vergüenza o la timidez.
16. Contribuye a que el niño valore el esfuerzo y la constancia en algo, ya que requiere que trabaje durante un tiempo para obtener un buen resultado (para reproducir una obra necesitará leer el guión, ensayarlo varias veces, corregir errores...y esto es un proceso hasta que se logra conseguir).
17. Aprenden gran cantidad de valores. De hecho, la mayoría de las obras literarias traen consigo una moraleja. Algunos de estos valores son: la igualdad, el respeto, la colaboración, la responsabilidad, el compromiso, la tolerancia, la perseverancia, la aceptación de críticas constructivas, la sensibilidad, la paciencia y la superación.
Todo esto no sólo se adquiere a través de la práctica, si bien es la mejor manera. La posibilidad de acudir con el niño como espectadores, permite sembrar el interés en el niño y beneficiarse de algunas de las ventajas descritas. Es un excelente plan para realizar en familia, al alcance de todos.