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Cómo mejorar la comunicación con tu bebé y con tu hijo pequeño
Cómo mejorar la comunicación con tu bebé y con tu hijo pequeño

HABLANDO CON ÉL

Cómo mejorar la comunicación con tu bebé y con tu hijo pequeño

Descubre la importancia de la comunicación con tu bebé desde el primer día.

Madre con su bebéUna madre debe hablar con su bebé desde el primer día

"A cualquier edad, el ejemplo tiene un poder sorprendente; durante la infancia, el ejemplo lo puede todo" François Fenelon, escritor francés (1651 - 1715)

Como tu instinto de madre ya te dice, desde el momento en que nace tu hijo hablarle a tu bebé y con él reforzará los lazos afectivos mutuos. Sabes que aunque durante meses no entienda lo que le estés diciendo, poniendo caritas extrañas que lo dicen todo, solo oír tu voz y tu entonación forman ya una comunicación de por sí.

Desde el primer día

Cuando estés con tu bebé no dejes de comentarle lo que estás haciendo: "Te voy a poner el pañal... meto tu cabecita en el cuello de la camiseta... te pongo los patucos..." Cuando le bañes explícale el proceso: "Te froto con la esponja... mira cuánta espuma... qué calentita está el agua..."

De verdad no es importante que tu bebé no entienda lo que le estás diciendo, pero de alguna forma se inicia en la comprensión verbal y el reconocimiento de la lengua materna.

Utiliza frases cotidianas y repítelas todos los días. Saludar, decir adiós, buenas noches, ¿cómo estás?... harán que le resulten familiares y poco a poco irá haciéndose con su verdadero significado. Los resultados te sorprenderán, seguro.

Utiliza un tono de voz alto

Está demostrado que los bebés prefieren un tono de voz alto y claro. Las voces femeninas normalmente lo son más agudas que las masculinas, por eso es que instintivamente prefieran ese tipo de voz a otras más graves.

Después de unos meses...

A partir de los 9 meses tu bebé formará sus primeras palabras, así que desde este momento es nuestra responsabilidad mostrarle el mundo que lo rodea comunicándonos verbalmente con él y ofreciéndole lo que sabemos del mismo. Tan importante como enseñarle a comunicarse es escuchar lo que él dice hablando o con sus gestos, pues así verás realmente sus necesidades y sus opiniones.

Muy importante a partir de este momento es hablarle despacio, pues si hablas rápido puedes confundirle y hacer que tenga un retraso en su desarrollo verbal. Para que empiece a distinguir palabras, empieza con frases sencillas y cortas, fáciles de entender, hablando lentamente y con claridad.

Los pronombres todavía no los entiende, es mejor cambiarlos por los nombres: "este es la caja de mamá", "este es el camión de Alberto", "esta es la zapatilla de la abuela"...

No hay más que el presente

Los niños no entienden la noción del pasado y del futuro hasta bien entrados los 4 años, así que tu bebé lo hará menos. Es mejor que te ciñas al presente actual, al ?hoy? sobre lo que están experimentando y no te frustres porque no entienda muchas cosas. Lo irá haciendo con el tiempo.

Explicar ¡sin exagerar!

A los niños pequeños les gusta entender el por qué y el significado de lo que hacen y de lo que les rodea. Es bueno saber los motivos de las normas y de las reglas establecidas en el hogar, así como de las decisiones que se tomen, pues el niño podrá comprender mejor su entorno, pero no olvides que son pequeños y que su mundo abstracto todavía no está definido: ellos entienden lo concreto, el presente, lo que se toca, se ve y se oye... no han madurado aún su parte cognitiva de adultos, así que el consejo es que las explicaciones que se le den sean claras, sucintas y concretas, ciñéndote en el aquí y ahora, en temas concretos.

Realmente en la mayoría de las situaciones los niños no quieren entender los "porqués", sino que quieren que los adultos les pongan límites en su día a día y comportamiento cotidiano.

Repite y repite, no pierdas la paciencia

El niño pequeño está continuamente aprendiendo cosas nuevas. Muchos padres se quejan de lo tedioso que es tener que repetir continuamente las mismas órdenes y normas, y que sus hijos no les escuchan. Es natural tener que repetir las cosas a los niños, forma parte de la educación.

Cambia la forma de decir las cosas

Si por ejemplo estás aburrida de tener que decirle a tu hijo que se lave los dientes, quizá sea mejor cambiar la forma de decírselo, incluyendo modificaciones en las expresiones que refuercen positivamente el acto de limpieza bucal.

El niño percibirá tu estado de tensión o de tranquilidad, así que evita reproches en su conducta, que son refuerzos negativos, y evita así que asocie el lavarse los dientes con algo negativo, cuando lo que tú pretendes es todo lo contrario.

No abuses de frases tales como: Tú deberías, Yo debería hacer... y cámbialas por estas: Qué te parece si..., Quizás te convenga, Yo quiero hacer, Me conviene, He decidido... que son más positivas y no crean malestar ni tensiones.

Elegir el mejor momento para decir las cosas

Escoge también un buen lugar y momento para decirle lo que quieres que haga o que cambie, pues esto también influye en su comportamiento. No es lo mismo interrumpirle en su juego favorito, que él lo verá como una intromisión tuya, que hablar con él en un momento en que esté tranquilo y con buena disposición.

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