El bebé de 2 meses

El bebé va creciendo y poco a poco experimentamos cambios en él y en nuestra propia vida que seguramente, nos parecerán asombroso: nuestro bebé, que antes no hacía prácticamente nada posee todo un repertorio nuevo de conductas y adquisiciones a los 2 meses de vida, ¿cuáles son estos cambios?

Cambios en el desarrollo

Su peso y tamaño aumentan sin que prácticamente nos demos cuenta, alrededor de 1 kilogramo cada mes. La fontanela posterior se cierra prácticamente.

Ya no tendremos un bebé con la mirada perdida o que mira a todo indiscriminadamente, sobre todo si se trata de luces y colores. El bebé será capaza de enfocar objetos con la mirada y mantener la misma a una distancia de 20 centímetros, aproximadamente. No sólo eso, sino que también podrá seguir objetos con la mirada y entrenar la coordinación óculo-manual, es decir, la capacidad de agarrar (encajar o manipular) aquellos objetos que está visualizando. Además, se sentirá atraído por diseños, luces, colores y objetos cada vez más complejos, por lo que es muy positivo estimularlo con diversidad de objetos (pelotas, peluches, juguetes...).

El bebé de 2 meses ya sabe darse la vuelta, así que tenemos que vigilar que no se caiga

Su desarrollo continúa y su percepción auditiva se vuelve más precisa: distingue voces, se fija en las vocalizaciones e incluso podemos observar algún intento de imitación, se gira más hacia los sonidos, reacciona mejor a los mismos y ya no sólo se trata de simples ruidos.

En cuanto a las destrezas físicas y motrices, se pueden observar algunos avances, como por ejemplo: el bebé sujeta mejor la cabeza, desaparecen algunos reflejos propios del nacimiento como el reflejo de prensión (agarrar aquello que se apoya en su mano) o el reflejo de marcha automática (intentar caminar cuando lo ponemos de pie sobre una superficie). Además, flexiona menos las extremidades cuando está acostado, lo que nos dará una sensación de mayor tamaño y peso del bebé. Además, comienza a aguantar más tiempo con la cabeza erguida (casi 45 grados), ya que ya tiene más fuerza en el cuello. Seguramente, se cansará rápidamente pero cada vez lo intenta más e irá progresando.

Así mismo, aprende a darse la vuelta. Esta destreza nos mantendrá alerta para no dejarlo sólo en una cama o tener mucho cuidado a la hora de cambiarlo o bañarlo, ya que sin que nos demos cuenta, el bebé puede voltearse y caerse.

Comenzamos a observar que los llantos cambian de significado, lo cual sigue siendo parte de su desarrollo. El bebé no llorará de la misma manera siempre sino que, en función de la necesidad, su llanto cambia y fascinantemente, aprendemos a identificarlos. Se estima que puede llorar hasta 3 horas al día.

El bebé que ya nos tenía conquistados, nos termina de enamorar con su sonrisa. Sonríe muchas más veces al día y lo hace reaccionando a sucesos, ya no por placer o sueños durante sus microsiestas. Esa sonrisa es la culpable de que nos volvamos niños, hagamos todo tipo de monerías, cantemos, bailemos, nos disfracemos con lo primero que veamos encima de la mesa sólo por ver otra vez esa sonrisa que alegra el día.

Cambios en la alimentación

La producción de saliva aumenta. El bebé se lo lleva todo a la boca. Esto puede hacer que confundamos esta conducta con hambre o dentición cuando realmente lo que hace es explorar el mundo a través de la boca.

La leche materna o en su defecto, la leche de fórmula (o ambas) sigue siendo el alimento que el bebé recibe, por lo menos hasta los 6 meses de edad. Por supuesto, cambian las dosis. Es posible que si se está dando el pecho, el bebé necesite mayor cantidad de leche que quizá no podremos proporcionar por esta vía pero sí introduciendo la lactancia mixta.

El bebé comenzará a explorar todo con la boca

Cambios en el sueño

Otro cambio en su desarrollo es que el bebé no necesita tantas horas de sueño como antes, su cerebro ya es más maduro e incluso en algunos casos, el bebé puede aguantar hasta 10 horas despierto a lo largo de todo el día. Es más probable que al bebé le cueste más dormirse cuando está muy cansado. Es importante que tanto para la alimentación como para el sueñe respetemos unas rutinas.

Cambios en nuestra vida

Pasados 2 meses de vida del bebé, las habilidades de cuidado han mejorado mucho, así como su peso y tamaño. Nos sentiremos más seguros en nuestra capacidad de crianza. También emocionados por todos los logros del bebé y a veces asustados o melancólicos por lo rápido que crecen. Lo que está claro es que el ritmo de vida de padres continúa y lo hará por muchos meses: los cambios de pañal, las tomas, los baños, etc. El cansancio comienza a pasar factura pero todos estos avances comentados son una recompensa a tus esfuerzos como madre. Admite alguna ayuda, te vendrá bien para descansar.

Es posible que a los 2 meses, la actividad de padres deba compaginarse con el trabajo. Esto puede suponer un cambio duro, ya que al cansancio de ser padre se le suma el cansancio del trabajo. Además, acostumbrados a estar tantos meses las 24 horas del día con el bebé, la ansiedad por separación puede hacernos sentir mal en algún momento. No desesperes, es un hecho inevitable, date tiempo para la adaptación y no dejes que los llantos te hagan perder la paciencia: recuerda esa sonrisa que lo recompensa todo.

Cómo aprovechar estos cambios para estimular al bebé a los 2 meses de vida

Ya que su repertorio de habilidades y desarrollo es mucho más amplio, podemos aprovechar todas estas destrezas nuevas para estimular al bebé a través de distintas actividades juntos. Algunas de estas actividades pueden ser: aprovechar su mayor peso y tamaño para mover al bebé en distintas posturas, estimular al bebé con distintos sonidos y observar aquellos que le agradan de los que no y acompañar este juego de gestos. Otra actividad puede ser jugar con juguetes con multitud de colores, luces y sonidos. También, gesticular frente al espejo junto con el bebé.

Debemos hablarle y cantarle mucho, y aunque no pueda respondernos estará atento y le ayudará a comprender poco a poco el lenguaje, a sentirse contento y si tenemos suerte, nos responderá con un dulce balbuceo, que por supuesto, intentaremos que se repita por todos los medios. Leerle cuentos al bebé también es una excelente actividad, los cambios de tono y volumen en la voz le ayudarán.