El estrés escolar es una realidad que muchos niños y niñas padecen diariamente, sobre todo cuando se acerca la época de exámenes y tienen que realizar pruebas de las que dependerán sus calificaciones finales. Es necesario que antes de nada sepas si tu hijo está estresado por culpa de la escuela, porque entonces, tendrás que tomar medidas al respecto ya que con estrés, nunca se podrán conseguir buenos resultados.
Es prioritario ayudarle cuanto antes
Si se agregan problemas de aprendizaje al estrés escolar, los niños lo pueden pasar realmente mal. Para muchos pequeños y no tan pequeños, la escuela es un lugar que provoca ansiedad y en ocasiones, el aprendizaje no es el principal problema a solucionar. Tienes que ayudar a tus hijos a sobrellevar el estrés escolar para no solo que saquen mejores calificaciones, si no para que puedan estar equilibrados emocionalmente. Es necesario encontrar el problema de raíz y buscar la solución para ayudar a los niños a seguir adelante. No tienes que esperar a ver qué sucede, es importante que ayudes a tus hijos cuanto antes.
El estrés escolar es una realidad que muchos niños y niñas padecen diariamenteAbordar los problemas es necesario porque así se cambia el círculo viciosos de que un niño se sienta inferior a sus compañeros, ya que esto podría afectarle emocional y conductualmente.
Cómo saber si tu hijo tiene ansiedad escolar
Los niños que están bajo estrés tendrán cambios en el estado de ánimo o el comportamiento. Un niño estresado o con ansiedad puede tener los siguientes comportamientos:
-Problemas para dormir
-Inquietud o fatiga durante el día
-Se preocupa mucho
-Tiene problemas de concentración
-Está irritable
-Se aísla
-No quiere hablar sobre lo que les molesta
-Usa técnicas de evasión
Cómo ayudar a tu hijo estresado
Aunque es cierto que no se pueden solucionar todas las dificultades de aprendizaje de la noche a la mañana, lo que importa es comenzar a hacerlo. Como padre o madre puedes ayudar a tu hijo a sobrellevar los días escolares dándole confianza en sí mismos. Estas son algunas ideas:
Anima a tu hijo a reconocer y aceptar sus emociones
Las emociones para poder manejarlas correctamente es necesario reconocerlas, identificarlas y saber cómo nos hacen y por qué. De esta manera se podrán encontrar las soluciones necesarias para mejorar su estado emocional.
Explorad juntos estrategias de afrontamiento hacia lo que le provoca estrés y ansiedad
Cada niño es un mundo por lo que tendrás que pensar en diferentes estrategias porque no todas funcionan para todos por igual. Hay niños que se benefician de la meditación o de la respiración, otros necesitas horarios para organizar su tiempo y su mente, otros necesitan hacer deporte para desestresarse, etc. Tendrás que valorar qué es lo que funciona apara tu hijo.
Tener habilidades de organización y planificación
Esto es necesario para que un niño pueda quitarse de la cabeza todo lo que tiene que hacer, pero que lo tenga escrito y pueda ceñirse a su organización y planificación para poder hacer las tareas. Tener una agenda o un calendario de actividades es fundamental para esto.
Si no sabes cómo ayudar a tu hijo, entonces busca ayuda a un psicopedagogo/a Ayúdale a tener habilidades de autocontrol
Esto incluyen poder identificar lo que se debe hacer, establecer recompensas para sí mismos y acceder a esas recompensas una vez que hayan logrado lo que necesitan.
Enseña a tu hijo sobre el poder de la autoconciencia:
-Tomar conciencia de las metas
-Ser capaz de ver las cosas en perspectiva
-Identificar los pasos a seguir para mejorar resultados
-Ser consciente de que hay cosas que se deben mejorar
Si no sabes cómo ayudar a tu hijo, entonces busca ayuda a un psicopedagogo/a para que os ayude en la planificación, organización, en las técnicas de estudio más adecuadas para tus hijos y también ayuda emocional. De esta forma, la dificultad se puede utilizar como palanca para aprender a enfrentar y superar los desafíos, haciendo que un niño con desafíos de aprendizaje sea más decidido, fuerte y resistente: aprenderá habilidades importantes para llevar una vida productiva, sin importar dónde o cómo comenzar.