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Anunciar la llegada de un bebé es cosa de los padres
Anunciar la llegada de un bebé es cosa de los padres

BEBÉS

Anunciar la llegada de un bebé es cosa de los padres

Deber una decisión de los futuros padres el decidir cómo y cuándo cuentan la noticia del embarazo a los demás.

El nacimiento de un bebé es un motivo de alegría para cualquier familia. Significa la llegada de un nuevo miembro, además de un cambio total en su vida de todos. Aunque no sea el primero de los hijos, el cambio sigue siendo notable ya que hay que acostumbrarse a ser uno más y aprender a convivir entre todos.

Una de las primeras vivencias más emotivas de este acontecimiento, es la hora en la que los propios padres se enteran de que van a tener un bebé. Normalmente, no suele tardar en llegar ese momento, pero después toca contárselo al resto de las personas del entorno más cercano, o no tanto. Y es que también es necesario comunicarlo en el lugar de trabajo, sobre todo si este puede suponer un riesgo para la propia madre.

El nacimiento de un bebé es un motivo de alegría para cualquier familiaEl nacimiento de un bebé es un motivo de alegría para cualquier familia

En cualquier caso, es decisión de los futuros padres decidir cómo y cuándo cuentan esta noticia al resto. Por ello, es necesario que las personas que les rodean les den su propio espacio, además de no buscar adelantarse en contar la buena noticia a determinadas personas antes de que lo hagan los propios protagonistas de la información. Además, la ilusión del momento de contarlo es algo que no se les debe de quitar y el rol del resto de personas debe de ser el de disfrutar de verlos tan felices por ese nacimiento.

¿Cuándo es el momento para anunciar la llegada de un bebé?

La respuesta a esta pregunta es sencilla: cuando quieran los padres. Como ya hemos dicho en la introducción, ellos son los principales protagonistas, así que serán ellos los que decidan cuándo es el momento de comunicar a cada persona el futuro nacimiento de su hijo. Al fin y al cabo, es algo que está relacionado con su intimidad y con su vida privada, por lo que no deben verse en ningún momento obligados a desvelar estos aspectos a nadie.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que no van a querer que todo el mundo lo sepa a la vez. Es necesario diferenciar el entorno más cercano, en el que, aunque no lo cuenten se van a dar cuenta rápidamente de que pasa algo porque conocen a los padres, del que no lo es tanto y en el que no deben de estar tan obligados a dar explicaciones sobre su vida privada antes de tiempo.

Por todo ello, es normal que la familia y los más allegados sean los primeros en enterarse a las pocas semanas de que los propios padres los sepan. Como ya hemos dicho, seguramente sea complicado para los futuros progenitores esconder a las personas con las que comparten su día a día una noticia como esta. También puede influir que sean ellos los que quieran compartir su felicidad con su gente y celebrar la buena nueva.

En otro apartado se encuentran otros entornos como puede ser el laboral o aquellas personas que no son tan cercanas. Es posible que en este caso se esperen a que el embarazo esté más avanzado. En el trabajo, además, es necesario para la empresa pueda organizarse para suplir la baja de los padres tras el nacimiento de su hijo, siempre que el embarazo siga el curso regular de los nueve meses.

¿Podemos contarlo antes que ellos?

No, y rotundamente no. Se trata de una noticia que deben dar las personas implicadas, por mucho que, a su entorno, posiblemente invadido por la alegría del momento, les cueste no compartir la noticia del futuro nacimiento con más gente.

Jamás deben priorizar otros intereses por encima de los que les corresponden a los propios padresJamás deben priorizar otros intereses por encima de los que les corresponden a los propios padres

Si los propios padres no quieren contarlo, nadie debe adelantarse a ellos por respeto. Además, puede haber numerosas razones que justifiquen el silencio hasta que se encuentre preparados para decirlo. En primer lugar, está la propia madre. Puede que no esté pasando unos buenos primeros meses de embarazo y no quiera añadirle una mayor presión a su día a día esperando a que llegue el nacimiento de su hijo.

Por otro lado, hay embarazos que conllevan un riesgo y es necesario esperar un tiempo prudencial para poder, más o menos, asegurar que el bebé se está formando de la manera correcta y que tanto él como la madre no están en peligro alguno. De nuevo, y relacionado un poco con la anterior idea, la tranquilidad de la madre debe de primar por encima de cualquier deseo de hacerlo público.

Jamás deben priorizar otros intereses por encima de los que les corresponden a los propios padres. Son ellos los dueños de su propia vida y no deben verse obligados a dar pasos que no quieren dar por mucha presión externa que reciban. El nacimiento de un hijo es un momento lo suficientemente especial como para que quieran prepararlo en la intimidad. Aun así, una vez que lo cuenten, no significa que cualquiera pueda indicarles sobre qué hacer en cada momento. Es su momento, su espera y su futuro bebé.

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