No cabe duda que el convertirse en padres cambia la vida por completo. Dichos cambios afecta tanto a nivel personal como a la propia pareja. Hay momentos de felicidad, de alegría pero también los hay de cansancio y de frustración. Ello repercute en la vida de la pareja llegando a provocar situaciones que hay que saber manejar para que los problemas no terminen por deteriorar tal relación.
Los cambios en la relación
Hay que partir de la base de que la llegada de un bebé va a suponer un cambio en todos los sentidos. Si no se sabe afrontar tales cambios, la relación se puede ver perjudicada de una manera negativa.
Sin embargo, si se sabe solucionar las diferentes situaciones que se den, la pareja puede verse fortalecida desde el punto de vista positivo. Acto seguido te explicamos los principales cambios que va a sufrir una pareja ante la llegada de un hijo.
Nuevos papeles
Con la llegada del bebé, hay dos nuevos roles o papeles en la pareja, el de padre y el de madre. En muchos casos, estos nuevos papeles son tan intensos y absorben tanto a ambos, que provoca serios problemas en la pareja. No se puede volcar hacia la labor de padre o madre y descuidar otros aspectos importantes en la pareja como es el personal o el laboral.
Hay que conseguir un equilibrio en todos los papeles de la pareja, si ello ocurre es bastante normal que la relación empiece a hacer aguas por todas partes y se llegue a romper. El ser padre o madre supone un cambio tan grande para muchas personas que termina por destruir a la propia pareja.
Falta tiempo
Una de las cosas que se terminan a la hora de llegar un bebé a la familia es la falta de tiempo. Es normal que el pequeño requiera toda la atención por parte de sus padres y ello se traduce en que ambas partes de la pareja se quedan sin tiempo para descansar o para relajarse.
Quedaron atrás el tiempo para poder salir a cenar o el ir al cine a ver el último estreno. Ello supone un gran problema en el sentido que no se hacen cosas en pareja y puede terminar por provocar serios problemas en la relación. Según los expertos, el amor entre dos personas necesite que se cuide y se le dedique tiempo, de lo contrario se termina diluyendo.
Prioridades en la vida
N o cabe duda de que el bebé se convierte en el centro de atención de la familia. Al ser tan pequeño necesita en todo momento los cuidados de los propios padres a la hora de poder ir creciendo y desarrollándose. El problema es cuando se eliminan todas las prioridades y el bebé se convierte en la única dentro de la pareja.
Está claro que el pequeño debe estar en primer lugar de todas las prioridades, pero a partir de ahí, deben haber otras que ayuden a que la pareja puede seguir adelante sin problema alguno.
Problemas relacionados con el cansancio
El cansancio va a influir de una manera negativa en la vida de ambos padres. La falta de sueño y el dormir mal, provoca una mayor irritabilidad lo que se traduce en continuas peleas y enfados. Dicho problema se suele dar sobre todo durante los primeros meses del pequeño, que es cuando el bebé se despierta más durante la noche y exige muchos más cuidados.
Sexo
La vida sexual también se ve muy resentida cuando llega un bebé a este mundo. Al haber menos tiempo y estar más cansado, el sexo es menos habitual y de peor calidad. Es por ello que la pareja debe cuidar en todo momento su vida sexual para que ambos estén satisfechos y evitar futuros problemas.