Tener un hijo o una hija adolescente y narcisista puede ser bastante complicado para los padres, puesto que solo pensará en ella y el egoísmo será algo que parece demasiado natural en ella. Quizá te haya dicho alguna vez que él/ ella no limpiará el cuarto de baño porque eso 'no es trabajo digno'. Si tu hijo/a adolescente está demasiado absorta en sí misma, no te preocupes porque es bastante habitual pero será necesario que tomes medidas para que se baje de ese pedestal en el que ella sola se ha subido.
Puedes estar seguro/a que su insistencia en que él/ella es el centro del universo no necesariamente se refleja en tu práctica de crianza. La idea de que el mundo, y todos los que están en él, gira en torno a ella es solo una fase. Con el tiempo, es probable que vea señales en tu hijo/a adolescente de que comienza a mirar fuera de sí mismo y a considerar los sentimientos de otras personas con más frecuencia.
Ser narcisista puede ser una parte normal del desarrollo adolescente
El término narcisista se usa generalmente para describir a alguien que piensa mucho en sí mismo, a diferencia de alguien que tiene un trastorno de personalidad narcisista, una condición diagnosticable. Las personas con trastorno de personalidad narcisista experimentan dificultades para funcionar en su vida diaria. Luchan por mantener relaciones sanas... su educación y empleo se ven afectados.
Alrededor del 6% de la población adulta puede tener un trastorno de personalidad narcisista. Pero rara vez se diagnostica antes de la edad de 18 años y es poco probable que un pequeño comportamiento egocéntrico de tu adolescente sea un signo de un problema mayor. De hecho, ser egocéntrico es parte del desarrollo normal de los adolescentes. Les ayuda a separarse un poco de sus familias y les ayuda a formar sus propias identidades. El pensamiento egocéntrico y el egocentrismo por lo general comienzan a disminuir alrededor de los 15 o 16 años.
Entonces, mientras pasa por esta etapa, hay pasos que puedes hacer para lidiar con una hija adolescente narcisista. Estas estrategias pueden ayudarte a hacer frente esta situación a la vez que ayudas a tu hija a darse cuenta de que la tierra no gira alrededor de ella.
Construir empatia
La empatía, la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de otro, suele trabajarse más en niños pequeños, pero los adolescentes aún están desarrollando habilidades de empatía que deben mejorar. La adolescencia es un momento ideal para concentrarse en comprender la empatía en un nivel más profundo.
Busca oportunidades para interpretar cómo se pueden sentir otras personas haciéndole preguntas directas del tipo: "Cómo crees que se ha sentido tu profesor cuando tu compañero le gritó en mitad de la clase?" Las conversaciones regulares sobre los sentimientos de otras personas le recordarán a tu adolescente que debe preocuparse por otras personas.
La grandeza de la naturaleza y el universo
Las adolescentes cuando se sorprenden con cómo el mundo es mucho más grande que ellos, les ayuda a entender que no son tan grandes como pensaban. Ya sea que su adolescente experimente una sensación de asombro al mirar las estrellas o al visitar un museo, haced cosas que te ayuden a pensar sobre la historia o las maravillas naturales del mundo.
No necesariamente tienes que visitar esos lugares en persona. Mirar las imágenes también puede ser impresionante.
Ser un buen modelo a seguir
Demuestra a tu hijo que estás invirtiendo en tu bienestar y en el de los demás cuando ayudas a otros. Ya sea que ayudes a una persona en la calle cuando veas necesidad de ayuda o que le lleves comida a un vecino anciano todas las semanas, ayudar a otros puede ser algo habitual en tu vida diaria.
Tu compasión por los demás ayudará a que tu hijo adolescente incorpore ese comportamiento y acabe imitando la importancia de ser amable, generoso y compasivo con otras personas.