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¿Puede tener consecuencias negativas aplicar el Método Montessori a los niños?
¿Puede tener consecuencias negativas aplicar el Método Montessori a los niños?

MÉTODO MONTESSORI

¿Puede tener consecuencias negativas aplicar el Método Montessori a los niños?

Montessori aseguraba que los niños tienen una capacidad prácticamente ilimitada para absorber los conocimientos. Pero, ¿puede tener consecuencias negativas aplicar el Método Montessori en niños?

El Método Montessori fue ideado por la doctora italiana María Montessori hace más de 100 años y su principio fundamental es la de otorgar a los niños la libertad necesaria para aprender y desarrollarse por sí solos aunque siempre contando con unos límites que no se deben sobrepasar.

A la hora de realizar las primeras pruebas de su teoría, María Montessori apostó por niños de Roma sumergidos en la pobreza y por aquellos que se encontraban en los hospitales. Al ver que su método tenía éxito decidió ampliar el campo de aplicación y en 1924 hizo público el método a través de su libro "El Método Montessori".

Montessori aseguraba que los niños tienen una capacidad prácticamente ilimitada para absorber los conocimientos de manera inconsciente en los primeros momentos de vida y de forma consciente a medida que iban pasando etapas y cumpliendo años.

El éxito o fracaso del Método Montessori va en función de la labor de los padresEl éxito o fracaso del Método Montessori va en función de la labor de los padres

Para que el Método Montessori tuviese éxito, la doctora italiana asegura, en su libro, que el ambiente debe ser el adecuado. El orden, la seguridad, el diseño y el acceso a las herramientas son fundamentales a la hora de sacar todo el potencial a los pequeños de la casa. Todo tiene que estar preparado para que el niño llegue a ser independiente desde que tiene sus primeros meses de vida. A ese espacio preparado con los diferentes materiales para llevar a cabo el Método Montessori se le conoce como "Salón Montessori".

El éxito o fracaso del Método Montessori va en función de la labor de los padres, según María Montessori, ya que si siguen las pautas marcadas en su teoría solo tendrán que observar para ir adaptando el espacio a las necesidades de sus hijos mientras ven su desarrollo.

Etapas

María Montessori dividió su método en cuatro etapas: la infancia, que va desde los 0 hasta los 6 años; la niñez, desde los 6 hasta los 12; la adolescencia, de los 12 a los 18, y la madurez, de los 18 hasta los 24. Cada una de ellas tiene sus particularidades.

La infancia se caracteriza por la absorción de las impresiones sensoriales que le rodean de manera inconsciente, hasta los tres años, y de manera consciente entre los tres y los seis años. Además, este periodo viene marcado por numerosos cambios físicos y psicológicos.

La segunda etapa es la de la niñez, en la que los jóvenes buscan una independencia intelectual ya que lo que desarrollan es el pensamiento abstracto. Su progreso va más allá de lo que existe en ese momento en su entorno y también aparecen multitud de cambios físicos y psicológicos.

La etapa que va de los 12 a los 18 años, la adolescencia, es algo más compleja ya que el niño busca otro tipo de independencia más acorde a su edad. Lo social, lo económico y lo emocional aparecen en la mente del joven, que va teniendo una visión más madura.

Por último, María Montessori describió la última etapa, la que va hasta los 24 años, como la madurez. Siguiendo la línea de la anterior fase, l o que le interesa al joven es encontrar lo que le gustaría hacer con su vida, una independencia moral e intelectual.

¿Tiene efectos negativos aplicar el Método Montessori?

Al igual que todas las teorías tiene ventajas y desventajas. Cada vez más profesores y padres apuestan por las pautas marcadas por María Montessori aunque es recomendable informarse para saber cuales son los puntos positivos y negativos de esta práctica.

En cuanto a las ventajas, las actividades del método de la doctora italiana están adaptadas al desarrollo y crecimiento personal del niño y no al revés, como suele pasar en la mayoría de prácticas educativas. Aumenta su creatividad y su independencia.

El ritmo de aprendizaje lo marca el propio niño por lo que, si lo hace bien, nunca va a ir por delante o por detrás de nadie ya que cada uno las lleva a cabo de la manera que cree conveniente. Estas actividades no llevan consigo unas reglas por lo que el niño es el que debe autocorregirse y aprender solo de sus errores.

Es un método que favorece el desarrollo casi ilimitado de sus capacidades cognitivas ya que ellos gestionan su propio aprendizaje y se quedan con todo aquello que pueden asimilar. Además, fortalecen aspectos como la creatividad, la imaginación, la concentración o la atención, entre otros.

Por otro lado están las desventajas que vienen encabezadas por las consecuencias derivadas de incorrecta aplicación de las normas descritas por María Montessori. Si se le da demasiada libertad a los niños sin poner límites pueden aparecer comportamientos rebeldes.

La ausencia de competencia con otros niños de su misma edad puede provocar que no se sienta motivadoLa ausencia de competencia con otros niños de su misma edad puede provocar que no se sienta motivado

Otro punto negativo es que la autogestión del aprendizaje por parte del niño puede dar lugar a que pase por alto determinados conocimientos necesarios que a él no le interesan en ese momento y que deja a un lado. Al darle la libertad para aprender existe el riesgo de que pase esto.

La ausencia de competencia con otros niños de su misma edad puede provocar que no se sienta motivado para superarse y seguir creciendo. A medio y largo plazo puede hacer que no vaya superando los diferentes niveles y no avance en el método.

El Método Montessori presenta algunas contradicciones que pueden llevar al error por parte de los padres o profesionales. La doctora dice que los padres deben ser meros observadores y que el niño debe tener total libertad pero también explica que son los padres o profesionales los que conducen y guían al niño en sus actividades. Una mala interpretación puede llevar a cometer errores y aplicar de forma errónea el método.

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