La mayoría de mujeres pueden tener un embarazo normal sin complicaciones, que lleguen a término y que el bebé nazca sano y sin problemas. Es importante, sin embargo, aprender las señales de peligro que tu cuerpo te dice y te indica de que algo está mal. Tu médico o partera debe alertarte sobre posibles problemas que pueden ser específicos de una situación, pero las señales de peligro generales se aplican a cada embarazo, incluso a las mujeres que tienen un embarazo de bajo riesgo.
Será tu médico o tu partera quien debe informarte de forma rutinaria de los posibles problemas que puedes experimentar durante el embarazo. Recuerda que solo es información que debes conocer para poder reconocer los síntomas lo antes posible en caso de que te suceda. Así tendrás el mejor tratamiento lo antes posible. Conocer esta información es imprescindible, pero esto no indica que debas pasar por ello ni mucho menos.
Las pruebas de tensión arterial y de orina que se realizan, así como otras pruebas habituales en los embarazos, te ayudarán a saber si tienes más o menos riesgo para tener problemas durante el embarazo.
Síntomas a tener en cuenta
Las señales de peligro que tu cuerpo te proporciona se presentan cómo síntomas. Si experimenta salguno de los siguientes síntomas, es importante que llame a tu médico de inmediato. Tu médico podrá aconsejarte sobre qué pasos adicionales pueden ser necesarios o te ayudará a descartar las complicaciones más serias.
Retrasar la atención médica también puede hacer que la situación sea más grave que si la atención hubiera comenzado cuando notaste los síntomas por primera vez. Así que si notas que algo no marcha normal en tu embarazo, deberás buscar atención médica cuanto antes. Es mejor ser precavida que sufrir consecuencias nefastas por no haber ido al médico cuando debiste hacerlo.
Señales de peligro
A continuación vamos a indicarte los síntomas y al lado de la lista, el problema potenciar y otras causas que podrían estar provocándolo:
- Dolor pélvico o abdominal: Aborto involuntario, embarazo ectópico, desprendimiento, quiste, crecimiento uterino.
- Dolor de espalda persistente: aborto involuntario, parto prematuro, infección de riñón (o de vejiga), quistes.
- Líquido en la vagina: parto prematuro, rotura prematura de membranas, aborto espontáneo, flujo acuoso.
- Hinchazón de las manos/cara: preeclampsia, eclampsia, retención de líquidos.
- Dolores de cabeza severos, visión borrosa: preeclampsia, eclampsia, cambios hormonales, estrés.
- Contracciones regulares antes de las 37 semanas: parto prematuro, problemas gástricos.
- No hay movimiento fetal: sufrimiento o muerte fetal, placenta previa.
Es importante recordar que, si bien puede haber otras causas preocupantes para los síntomas, no debes dejar de recibir asesoramiento profesional. Hay cosas sutiles que pueden distinguir algo de no ser un gran problema a algo que es una complicación importante. Por eso es importante que vayas con tu médico para tener la mejor atención posible.
Cuando tengas que ir a tus visitas prenatales, te realizarán exámenes de detección para ver si te encuentras dentro de los límites normales para los riesgos básicos. También te ayudarán a determinar para qué podría estar más en riesgo según tu historial de salud y tu estilo de vida. También pueden proporcionarte consejos para ayudar a reducir los posibles riesgos con dieta, ejercicio y otras medidas.
Siempre que vayas a tus visitas prenatales tendrás que darles la información suficiente para que determinen bien cómo tienes tu salud. Si es necesario acude a tu sala de urgencias cuando notes algunos síntomas peligrosos porque así podrán atenderte lo antes posible. Dependiendo del estado de gestación en el que te encuentres y de tus síntomas podrían incluso ingresarte en el hospital hasta comprobar que estás fuera de peligro y que tu bebé también está bien.