Traer un hijo al mundo debería ser siempre una decisión meditada y reflexionada, ya que criar a un bebé, aunque gratificante, no es un camino fácil. A continuación, encontrarás una serie de señales claves para saber, si estás preparado para lanzarte al mundo de la paternidad.
Ser padre es un trabajo a jornada completa y para toda la vida, tener un bebé que depende de ti para todos los aspectos de su vida, puede resultar abrumador. Especialmente si no has elegido el momento de ser padre y ese bebé ha llegado de forma no planificada. Lo ideal sería que todas las personas pudieran pensar y meditar la decisión de la paternidad, pero no siempre ocurre así.
Pero que un bebé llegue al mundo de forma no planificada, no significa que sus progenitores vayan a ser malos padres simplemente por ello. Hay personas que están muy preparadas para ser padres, simplemente no se lo han planteado y por ello no lo saben.
Traer un hijo al mundo debería ser siempre una decisión meditada y reflexionadaQuizá tu mismo estés pensando en la posibilidad de buscar un embarazo, si tienes dudas y no sabes si estás preparado a continuación, te ofrecemos una lista de señales que quizá te ayuden a verlo con más claridad.
1. Has alcanzado tu madurez emocional
La madurez no tiene nada que ver con la fecha de nacimiento, hay muchas personas que son muy maduras en la veintena y otras que pasan los 50 y aun no se sienten lo suficientemente maduros. Ser padre te obligará a tomar decisiones vitales constantemente, serás responsable de una vida que te necesita para sobrevivir.
La madurez es necesaria para saber renunciar a ciertas cosas y reordenar tu lista de prioridades. Un hijo no acaba con tu vida, pero si que la cambia significativamente, por lo que debes ser consciente de que tendrás que cambiar muchas facetas de tu vida. Si sientes que eres capaz de hacerlo, quizá haya llegado el momento de ser padre.
2. Tienes madurez económica
Es decir, no te da miedo trabajar de cualquier cosa si se da el caso. Hoy en día es muy difícil contar con una estabilidad laboral que te permita tener un colchón económico. Por lo que, si esperas que llegue ese momento, es posible que nunca sea un buen momento para ser padre. Por lo tanto, es importante que te plantees si serías capaz de buscar trabajo en cualquier sector, sea o no para lo que tu te preparaste.
Quizá incluso en algún momento debas buscar más de un trabajo, porque quizá en alguna circunstancia debas ser el pilar económico de tu familia. Si esto no te asusta y sientes que serías capaz de cualquier cosa por el bienestar de tu familia, quizá sea el momento de ser padre.
3. Estabilidad en la pareja
Si te estás planteando la paternidad en pareja, es importante que sepas que la relación puede cambiar cuando llegue el bebé. Incluso durante el embarazo, la mujer sufre una serie de cambios hormonales que pueden afectar a su carácter. Debes estar preparado o preparada para sobrellevar esta situación.
La relación debe ser estable y haber alcanzado la madurez en pareja. Porque si aun sientes que necesitas vivir en momentos en pareja, realizar exóticos viajes y restaurantes de moda, quizá no sea el momento adecuado para buscar un bebé. Es posible que puedas hacer todo esto en un tiempo, pero durante un tiempo será imposible. Además, la pareja puede resentirse porque cada uno tiene sus propias ideas de lo que significa la crianza y educación de un hijo.
Por lo tanto, es imprescindible que la pareja esté en el mismo punto, que sea una relación sólida capaz de sobrellevar esas diferencias. De nada sirve buscar un bebé con la intención de que sea la salvación de la pareja. Por que eso solo hará que evidenciar aun más vuestras diferencias.
Quizá no sea así ya que en algunos casos un hijo hace que la pareja se centre en el bebé, y al dejar de lado los problemas individuales se puede solucionar la relación. Pero en la mayoría de los casos no es así. Intenta que la relación se solucione, buscad la manera de solucionar vuestras diferencias antes de elegir la paternidad para ello. ¿Has alcanzado la madurez en tu relación de pareja ? Quizá sea el momento de buscar el bebé.
4. No te da miedo renunciar a tu individualidad
No es una cuestión de egoísmo, es que seguramente tendrás que renunciar a muchas de las cosas que haces por y para ti mismo. Al menos durante los primeros meses, será muy complicado que puedas escaparte los domingos para echar el partido con los amigos. O quizá tengas que dejar de tomarte algo con los compañeros a la salida del trabajo.
Porque un bebé recién nacido es agotador, y tu pareja necesitará que la apoyes y la ayudes con el cuidado del bebé. Piensa que, si tu pareja está todo el día en casa con vuestro hijo seguramente no haya podido comer, ni ducharse, ni habrá tenido un momento en todo el día para ella. Si eres consciente de que, al menos durante un tiempo tendrás que renunciar a algunas de tus costumbres, quizá si que estés preparado para ser padre.
Muchas personas no detectan el momento de ser padres porque no tienen niños a su alrededor5. Disfrutas pasando tiempo con los hijos de tus amigos
Cuando las personas de tu entorno, los amigos con los que te relacionas, compañeros de trabajo o familiares, comienzan a tener hijos, tu puedes reaccionar de dos maneras. O te agobia pensar que ya mismo te toca a ti porque por edad es lo que corresponde y además te compadeces ellos. O por el contrario sientes cierta envidia por ellos y buscas pasar tiempo con esos niños.
Muchas personas no detectan el momento de ser padres porque no tienen niños a su alrededor, no se echa de menos algo que no se tiene. Pero cuando comienzan a llegar niños a su vida, de repente se dan cuenta de lo bonita que es la paternidad y todo lo que aporta. En ese momento descubren la ilusión por crear una vida, alguien a quien amar por encima de todo.
Si miras a los hijos de tus amigos y te descubres pensando en como sería tu hijo, con ilusión y con emoción por formar una familia, quizá es que ha llegado el momento de que te plantees ser padre.