Una de las cosas más importantes que pensamos durante el embarazo es la adecuada alimentación que le vamos a dar a nuestros hijos. Para ello es imprescindible contar con el uso del biberón, y a ser posible en más de una unidad y variando de tipos y formas, porque son muchas las tomas al día y variará mucho dependiendo del peso y de los hábitos a los que se vaya acostumbrando nuestro bebé.
Se tiende a pensar que el uso del biberón es exclusivo para aquellas mujeres que no pueden dar el pecho por problemas de salud, por gusto o por déficit en la leche, pero no es del todo así. Debemos contar con un número de biberones en casa para cuando comencemos a suministrar alimentos más sólidos a nuestro bebe o cuando se hace de forma diferida, almacenando la leche materna para tomas posteriores, por la simple razón por ejemplo de que la madre no se encuentre en casa.
Por todas estas razones es importante conocer la cantidad de tipos y formas de biberones que existen para así poder escoger el más adecuado para nuestro bebé.
Los biberones de cristal se recomiendan para recién nacidosTipos de biberón
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de escoger el primer biberón que va a tener nuestro hijo es que la apariencia es lo de menos, no nos fijemos en los colores o si es más o menos bonito, lo más importante es que sea funcional, práctico, cómodo para el bebé y fácil de esterilizar.
Lo primero que vamos a ver es el material del que está hecho el vaso del biberón. Este puede ser de cristal o de plástico. En la medida de lo posible se recomienda los de cristal para los primeros meses de vida, además de ser los más fáciles de esterilizar. Una vez el pequeño pase a comer solo y pueda sostener él mismo el biberón, podremos pasar a escoger un biberón de plástico, para evitar posibles accidentes. Lo ideal es que además la superficie sea lo más lisa posible y que no se encuentre con muchas rugosidades, que a la larga pueden convertirse en una fuente de bacterias. Esto no significa que no pueda tener algún tipo de hendidura, algo que puede convertirlo en más ergonómico y cómodo tanto para los padres como para el bebé.
El siguiente paso es escoger el tamaño y la forma del biberón. Esto dependerá exclusivamente de la edad del pequeño, por lo que irá variando a medida que vaya creciendo y sus necesidades alimenticias cambien. Las medidas generales de los biberones son: 90 ml, aconsejados para los bebés recién nacidos. Esta es la toma que se realiza entre 8 y 12 veces al día, cada 3 horas aproximadamente. Cuando el bebé tenga entre 2 y 6 meses, pasaremos al tamaño de entre 120 y 180 ml. Una vez que ha cumplido los 6 meses de vida, pasaremos a los tamaños más grande de biberón que son a partir de 240 ml e iremos incluyendo además los alimentos más sólidos a su alimentación.
La tetina puede ser de silicona o caucho, y tener diversas formasLas formas variarán en función de lo práctico que nos sea. Los biberones clásicos son los cilíndricos, los más fáciles de esterilizar. Menos comunes son los triangulares, aunque mucho más cómodos para coger y también muy limpios. Los anchos son los más indicados cuando no se trata tanto de leche materna sino de preparados a través de leche en polvo o cuando empezamos a incluir alimentos sólidos. Por últimos están los de forma angular, también llamados antirreflujo por la forma en que el líquido sale.
¿Cómo elegir la tetina?
No solo es importante estar seguros a la hora de escoger el vaso del biberón, sino que tal vez la parte más importante es la tetina, a través de la que sale el alimento. Estas pueden ser de dos materiales, de caucho o de silicona. Las primeras requieren ser cambiadas con más frecuenta ya va perdiendo resistencia y dureza. Todo lo contrario ocurre con las de silicona, mucho más duras en las que el bebé tendrá que adaptar su boca y sobre todo su paladar a la forma de la tetina.
El otro punto a tener en cuenta es el tamaño y la cantidad de agujeros que tenga. Esto dependerá de la edad del bebé siendo un único agujero lo ideal para los recién nacidos y la ranura para aquellos bebés que empiezan con la alimentación sólida, ya que si no los agujeros pueden llegar a obstruirse.
Pese a todas las indicaciones y aunque pensemos que son demasiado pequeños, son los propios bebés los que nos irán diciendo a través de sus tomas cuales son las cantidades, formas y tipos de biberón que necesita, ya que cada uno se desarrolla de una forma diferente.