La maniobra de Kristeller es un método que se utiliza en algunos partos y consiste en apretar desde el abdomen de la madre hacia abajo, con el fin de ejercer presión y facilitar la salida del bebé, o al menos su posicionamiento para tal fin.
La maniobra de Kristeller lleva practicándose desde el s. XIX, sin embargo tales son sus riesgos que está desaconsejada por la OMS e incluso se ha prohibido en muchos países como en el Reino Unido. En otros como en España aun no lo está, de hecho según los datos obtenidos en una encuesta realizada en el 2010 por el Ministerio de Sanidad, la maniobra de Kristeller se realizaba en el 26,1% de los partos. Actualmente el SEGO (Asociación Española de Ginecología y Obstetricia) pone en relevo las contraindicaciones en sus manuales asegurando que no hay evidencias significativas de que la maniobre acelere la expulsión del feto. Sin embargo, hay muy altas posibilidades de causar traumatismos y daños tanto a la madre como al bebé.
Estos datos son solo la punta del iceberg dados por las pacientes que se han atrevido a contar sus testimonios, ya que la maniobra Kristeller no queda registrada en los historiales clínicos y en la mayoría de las ocasiones ni siquiera piden el consentimiento a la madre ni la informan de que van a realizarla.
La maniobra de Kriesteller puede acarrear lesiones en la madre y el bebéPeligros de la maniobra de Kristeller
Este procedimiento conlleva muchos peligros debido a que se está forzando la salida del feto. Los más significativos son:
- Lesiones para la madre: hematomas, hemorragias, rotura de costillas, desprendimiento de la placenta roturas tanto del suelo pélvico como desgarros uterinos, el efecto de inversión uterina, lexiones en el plexo braquial, etc. Incluso en el peor de los casos se ha producido extirpación del útero.
- Lesiones para el bebé: hematomas, fracturas en la clavícula y en el húmero, hipoxias debido a la falta de oxígeno...
- Parálisis de Erb Duchenne en el bebé: es la parálisis de los nervios cervicales y que conlleva a una pérdida de movilidad en los miembros superiores.
Como hemos visto, la maniobra de Kristeller es sumamente peligrosa tanto para el bebé como para la madre. Además ni siquiera es una práctica que se enseñe en la carrera. La mayoría de las enfermeras y matronas la aprenden durante los paritorios, por tradición oral, y no porque aparezca explicada en los manuales médicos. Por eso ha conllevado tantas controversias.
¿Realmente sirve para algo? ¿Qué alternativas hay?
En el año 2009 en Estambul se hizo un estudio con 197 mujeres embarazadas para ver la eficacia de dicha maniobra de acortar el periodo de parto. Los resultados no fueron muy positivos para los defensores de la maniobra. Lo que se vio es que no había diferencias estadísticamente significativas en la segunda parte del parto, es decir, los bebés tardaban prácticamente lo mismo en salir, sin embargo lso peligros que tiene para la madre y bebé caen por su propio peso.
Habla con tu ginecólogo para garantizar que no te van a realizar la maniobra de KristellerPor eso, los médicos y matronas deben respetar los tiempos de la madre y el niño y no utilizar nunca esta técnica, ayudarse únicamente con la fuerza de la gravedad.
Cuando a la mujer le han aplicado la epidural, una alternativa es que a la madre se le permita estar de pie al menos durante una hora para que alcance más fácilmente la dilatación completa. Cuando pasa ese tiempo los niños acaban asomando parte de la cabeza a través del canal.
¿Cómo evitar que me hagan una maniobra de Kristeller?
Lo primero es hablar con la persona que va a atender tu parto para asegurarte bajo que criterios ejerce su oficio, si sigue la línea de la evidencia cientifica o sigue usando métodos poco ortodoxos y obsoletos. Con esto debería bastar aunque desgraciadamente no siempre es así. Por eso, la manera más rápida y eficaz de asegurarte de que no van a practicarte la maniobra Kristeller es presentar un plan de parto donde de manera formal dejes claro qué quieres y qué no quieres que te hagan durante el parto. En el caso de que se lo salten tienes un documento escrito que demuestra que han vulnerado tu derecho de autonomía como paciente y puedes denunciar, tal y como recoge en España la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica.