No cabe duda de que los tiempos han cambiado y el papel del padre en la crianza del hijo, es igual de importante que el de la madre. Por desgracia, hasta hace unos años el padre se desentendía por completo de los cuidados de su hijo, ya que es algo que se presuponía que correspondía de manera exclusiva a la madre. En el siguiente artículo te hablamos, del papel fundamental que tiene a día de hoy el padre durante las primeras semanas del bebé.
Apoyo emocional a la madre
Es u hecho totalmente probado, que el tener un bebé le cambia la vida a cualquiera y hay muchas madres que se sienten superadas a nivel emocional. Cualquier ayuda es poca, por lo que siempre viene bien que el padre pueda echar una mano durante los primeros meses de vida del bebé. Cuidar al recién nacido es cosa de dos y esto es algo que agradece enormemente cualquier madre.
Es importante que el padre pueda empatizar plenamente con la figura de la madre y mostrarle todo su apoyo a nivel emocional. El ponerse en la piel de la madre ayuda a la hora de compartir las tareas diarias. Siempre es de agradecer, que el padre cambie el pañal de su hijo o lo intente dormir mientras la madre se toma un merecido respiro.
El bebé es cosa de la madre y el padre
La responsabilidad a la hora de cuidar al bebé debe ser equitativa y equilibrada. Durante las primeras semanas de vida, el pequeño exige un gran número de cuidados que deben dividirse el padre y la madre. Resulta importante y esencial el trabajar en equipo, ya que de esa manera, las partes están mucho más descansadas y el bebé recibe mejor los diferentes cuidados.
De esta manera, si la madre opta por la lactancia materna, lo normal sería que el padre ayudara a la hora de limpiar o dormir al recién nacido. Un trabajo en equipo es bueno a la hora de conseguir un buen devenir de la familia en cuestión.
Los quehaceres diarios
Nadie duda de que con la llegada de un bebé, los quehaceres se multiplican por mil y son muchas las tareas a realizar as diario. Los primeros días son los más duros y es por ello que la figura del padre cobra una gran importancia. La madre no debe ni puede encargarse de todo en lo que se refiere a los cuidados del bebé.
Lo que hasta hace unos años, podía parecer algo de lo más normal y habitual, por suerte ha cambiado y ahora es la figura del padre la que cobra un papel importante durante las primeras semanas de vida del bebé. El trabajo de la madre no debe ser ni extenuante ni agotador ya que el padre debe ayudar en todo momento y cuando la situación lo requiera.
En definitiva, las primeras semanas de vida del recién nacido son bastante duras, de ahí que el padre debe convertirse en un apoyo clave para la madre. Es normal que puedan surgir ciertos miedos e inseguridades, pero al trabajar en equipo tales problemas son menos dañinos para la propia pareja. El rol del padre durante las primeras semanas debe adquirir un carácter importante y clave en la crianza del pequeño.
De esta manera, la madre se siente mucho más aliviada en todos los aspectos y los cuidados del bebé resultan mucho más llevaderos para ambos. Por suerte y con el paso de los años, cada vez son más los padres los que se involucran de lleno en la crianza y educación de sus hijos. Esto es algo que termina por beneficiar de manera directa tanto al propio bebé como a la pareja.