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10 maneras de fomentar la empatía en tus hijos
10 maneras de fomentar la empatía en tus hijos

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10 maneras de fomentar la empatía en tus hijos

Te damos una serie de consejos para ayudar a tus hijos a desarrollar la empatía y la generosidad.

La empatía nos hace respetar a las personas, entenderlas y ser más flexiblesLa empatía nos hace respetar a las personas, entenderlas y ser más flexibles

Hay niños que nacen con una tendencia genética a tener un temperamento difícil de controlar, hablamos de niños muy impulsivos y con poca tolerancia a la frustración. Es normal, no todos somos iguales. Por eso, en estos casos es muy importante que los padres sean firmes en todo momento para evitar que estos niños de temperamento difícil puedan llegar a desarrollar tal egocentrismo que les impida desarrollarse como adultos competentes. La personalidad es una mezcla de cualidades genéticas y la estimulación que se recibe de nuestro entorno. Por eso, Los padres que actúen con permisividad en estas situaciones (sin normas o control) no le estarán haciendo ningún favor a sus hijos. Es más, están fomentando que el niño se convierta en un caprichoso.

Está claro que en el comportamiento de un niño intervienen muchos factores, pero es innegable que el entorno familiar es uno de los más importantes. A veces atribuimos el mal comportamiento del niño a su carácter pero esto no es más que una forma de autoengañarnos y quitarnos responsabilidad. Es muy fácil decir: "Mi hijo es un caprichoso"... Mientras le compras una bolsa de patatas fritas en el quiosco, después de rechazar ese sano bocadillo que le hiciste de merienda. En definitiva, hay mucho que los padres pueden hacer para reducir "el egoísmo" de los hijos.

¿Cómo nos puede ayudar la empatía a mejorar su comportamiento y carácter?

Una manera de hacer que los niños sean más sensibles ante los sentimientos de los demás es mediante la empatía. Es la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona, intentar comprenderla y sentir lo mismo que ella.

La empatía nos permite pensar de manera global, no solo en nosotros mismos. Nos permite comprender a las personas, a respetarlas, a resolver problemas mediante el diálogo, ser más flexibles, menos autoritarios, más tolerante con otras culturas, pueblos o personas. Ser menos egoístas y caprichosos. Nos permite ser felices nosotros mismos pero también buscando la felicidad del prójimo. Ya que no podemos ser verdaderamente felices si no compartimos esa felicidad con alguien. Nos permite, en definitiva, ser humanos.

A continuación os dejamos con unas pautas generales que nos pueden ayudar a mejorar la empatía de los niños.

1. Reduce el egocentrismo y elogia la cooperación

Una forma de mejorar la empatía es educando a tu hijo para que se dirija a los demás de manera cooperativa, por ejemplo cuando ayuda a un hermano a recoger la habitación, es amable con un amigo o cuando se ofrece a ayudarte en algo, por pequeño que sea. Sin embargo, si estás continuamente insistiendo en todas las cosas negativas que hace, entraréis en un círculo vicioso y las relaciones familiares se empobrecerán.

Si los adultos realizamos conductas de ayuda y preocupación por los demás nuestros hijos nos tomarán de ejemploSi los adultos realizamos conductas de ayuda y preocupación por los demás nuestros hijos nos tomarán de ejemplo

2. Ten más en cuenta su opinión

Pregúntale su opinión para tomar decisiones que vayan a afectar positivamente a todos los miembros de la familia. Por ejemplo, el lugar de vacaciones o una excursión. Sin embargo, no debe de ser su opinión la que se imponga siempre, de vez en cuando dile que no para que aprenda a tolerar la frustración.

3. Elige algún momento del día para compartir solo con él y hablar de los sentimientos de las otras personas y lo importante que es intentar comprenderlos

Por ejemplo, si tu hijo ha pegado a un compañero en clase, siéntate con él y habla de la situación. Pregúntale como crees que se sintió su compañero, como se hubiese sentido él si le hubiesen hecho lo mismo. Ayúdale también a pensar en una manera de solucionar las cosas, proponle tú alternativas si a él no se le ocurre nada. "Podrías disculparte y comprarle una libreta nueva. Por supuesto, con tu dinero", "¿Cómo podrías solucionarlo si pasa algo parecido otro día?".

Por último, es mejor dar la oportunidad de que reparen el daño que han hecho que utilizar el castigo directamente. De esta manera aprenderá que su comportamiento tiene consecuencias y que tiene que hacerse responsable de ellas. Si solo usamos el castigo, le enseñaremos a no hacer las cosas por miedo al castigo en sí pero no fomentaremos sensibilidad hacia los demás. Aparte de que hay niños que no tienen miedo al castigo.

4. Recompensa sus buenas acciones

A veces es difícil encontrar comportamientos que alabar pero tenemos que hacer un esfuerzo, si buscamos bien seguro que encontramos algo que ha hecho bien, por pequeño que sea. Si se lo recompensamos va a haber más posibilidades de que lo vuelva a repetir en el futuro.

5. Hazle sentirse admirado por su buen comportamiento

Intenta crear situaciones en las que tu hijo tenga la oportunidad de hacer buenas acciones. Se le tiene que transmitir el mensaje de que ayudando a los demás puede llegar a sentirse admirado y respetado por los demás. Por otra parte, el elogio tiene que ser creíble. Se ha extendido el uso del refuerzo positivo pero tenemos que saber cuando utilizarlo. Por ejemplo si es la primera vez que comparte algo con un amigo o hermano hazlo, sin embargo, no le recompenses todos los días que lo haga porque se acabará saturando y dejará de darle valor.

6. Apúntale a actividades extraescolares

Con el fin de aumentar la seguridad en sí mismo. Si lo apuntamos a actividades que los niños de su misma edad admiren evitaremos que quiera destacar realizando malas acciones. Los deportes de equipo son una buena alternativa y contribuye al compañerismo y cooperación.

7. Fomenta "una culpa sana"

Si hay un conflicto entre tu hijo y otra persona (un amigo, un hermano...) aprovecha este sentimiento y utilízalo como una herramienta para mejorar su empatía. Si tu hijo se siente culpable cuando ha hecho algo malo significa que es capaz de ponerse en el lugar del otro y reflexionar sobre su propio comportamiento. Y quizá en un futuro, también de pedir perdón. Es vital enseñarles a conectar con el dolor de los demás para mejorar la empatía.

Recompensaremos a nuestros hijos cuando realicen buenas acciones como ayudar a sus hermanosRecompensaremos a nuestros hijos cuando realicen buenas acciones como ayudar a sus hermanos

8. Evita las etiquetas

Hay una tendencia de los padres a poner etiquetas a sus hijos. "Mi hijo no tiene conciencia", "No piensa en los demás", "Él es así", "Es un niño imposible", etc. Este tipo de comentarios no ayudan a nadie. Ni a los padres ni a los hijos. Con frases de este tipo solo estaremos rindiéndonos y estamos reduciéndoles a unas características que nos van a impedir ver otras cualidades que también poseen. Estamos limitándoles. Si estamos continuamente justificando los actos del chico con frases como las anteriores estamos diciendo que el niño es de una determinada manera y esto a su vez va a influir de una manera negativa en cómo le tratamos y nuestras expectativas hacia él.

9. Da ejemplo

Lógicamente tendremos que dar ejemplo si queremos mejorar la empatía de los más pequeños. Por ejemplo, llamar a alguien que está en un mal momento para preguntarle que tal está o si puede hacerle algún favor, preocupándose por los sentimientos de los otros miembros de la familia, ayudando a algún familiar enfermo...

10. Pregunta a los niños cómo se sienten si les ha pasado algo bueno/malo

Así, si les enseñamos a que ellos mismos den importancia a sus emociones también se van a preocupar más por las de los demás.

Esperamos que estos consejos os hayan servido y que los pongáis en práctica. Hay algunos que son tan sencillos de realizar que muchas veces pasan desapercibidos.

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