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Mamá, ¡esto no es justo!
Mamá, ¡esto no es justo!

COMPORTAMIENTO

Mamá, ¡esto no es justo!

Hay niños que pueden quejarse mucho todo el tiempo, ¡ayúdale a pensar de otro modo más saludable!

¿Alguna vez has escuchando decir de tu hijo que alguna situación no era justa para él? Los niños en edad escolar parece que tengan un buen detector para saber qué cosas son justas o injustas. La forma en la que respondes a estas protestas enseñará a tus hijos grandes lecciones en la vida. Las palabras que les dices a tus hijos tienen un impacto directo sobre cómo lidia con las injusticias que pueda tener en la vida, sobre todo, cuando sea adulto.

Si le convences de que no tiene control sobre nada en el mundo, crecerá creyendo que es una víctima indefensa. Pero, si respondes de una manera en la que le muestres que él puede tomar las medidas necesarias para mejorar una situación que considere injusta, puede que así crezca convirtiéndose en un adulto saludable emocionalmente.

Por este motivo cada vez que tu hijo te diga que algo no es justo, tendrás que responder con empatía y al mismo tiempo enviarle un mensaje que le transmita que es lo suficientemente fuerte para enfrentarse a esa decepción que siente. Si no sabes cómo hacerlo, sigue leyendo.

Los niños en edad escolar parece que tengan un buen detector para saber qué cosas son justas o injustasLos niños en edad escolar parece que tengan un buen detector para saber qué cosas son justas o injustas

Explica que justo no significa igual

Cuando tu hijo se sienta molesto porque pasas más tiempo con su hermano, explícale que justo no significa igual, pero que le das a cada uno lo que necesitan. Esto significará que es posible que cada uno reciba una cantidad de tiempo diferente acorde a sus necesidades e intereses.

Explícale también que esto ocurre en el mundo de los adultos. Algunas personas requieren más recursos y otras ganan más dinero. Pero eso no significa que sea injusto. Así es como funciona el mundo.

Empatiza con tus sentimientos

Debes validad los sentimientos de tu hijo cuando esté enfadado o triste, sentirlo es necesario para comprender qué le ocurre. Incluso si piensas que sus emociones son desproporcionadas con respecto a la situación, reconoce cómo se siente. Etiqueta la emoción que siente tu hijo en ese momento poniéndole nombre. Así sabrá que le entiendes y que puedes ayudarle a calmarse y a encontrar una solución a su malestar.

Si tu hijo siente que le comprendes se sentirá menos enfadado y la rabieta no tendrá lugar gracias a que has reconocido sus emociones. Cuando los niños piensan que no les están entendiendo bien, a menudo se sienten obligados a mostrar lo molestos que realmente están a través de las acciones: rabietas.

Si tu hijo siente que le comprendes se sentirá menos enfadado y la rabieta no tendrá lugar gracias a que has reconocido sus emocionesSi tu hijo siente que le comprendes se sentirá menos enfadado y la rabieta no tendrá lugar gracias a que has reconocido sus emociones

Normaliza las frustraciones

En lugar de decir que 'esto es lo que hay te guste o no', demuestra empatía a sus sentimientos diciendo algo como: 'Sí, es verdad que a veces la vida no se siente justa, a mí también me pasa algunas veces'. Ayudar a tu hijo a controlar las emociones de las injusticias que percibe le ayudará a tener habilidades necesarias para la vida.

Cuando tu hijo se convierta en un adulto, tendrá que ser capaz de lidiar con problemas de equidad en el trabajo o en sus relaciones personales. Saber que puede tolerar situaciones injustas puede darle confianza para poder seguir adelante cuando se enfrente a dificultades.

Concentrarse en las cosas que sí puede controlar

En ocasiones, las cosas injustas que nos pasan no se pueden controlar porque está fuera de lo que podemos hacer para cambiar las cosas, por este motivo, es importante enseñar a los hijos que es necesario centrarse en las cosas que sí pueden controlar. En este sentido hay que reconocer cuándo se tiene el control sobre las cosas y cuándo no. Por ejemplo, no podrá controlar el clima pero sí puede controlar su comportamiento.

Entonces, si está triste porque no puede ir al parque porque llueve, ayúdale a descubrir alternativas saludables, como jugar juegos de mesa en casa o hacer manualidades. Si tu hijo insiste en que la situación no es justa, sigue hablando sobre el control que nos da poder tomar decisiones sobre las opciones que sí tenemos.

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