Cuando una pareja decide divorciarse algo se ha roto dentro de su relación, y aún más si tienen hijos en común. Un divorcio para los niños puede ser devastador y aún lo puede ser más si sufren las consecuencias de un divorcio traumático para ambas partes. Los niños a veces se quedan atrapados en la mala relación de sus padres haciendo que ellos sufran innecesariamente.
En el momento que una persona toma matrimonio con otra siempre se hace con la esperanza de que el amor dure para siempre, que la otra persona nos acepte tal y cómo somos y sobre todo, que se envejezca acompañado. En teoría pensamos que con la persona que nos casamos nos considera lo suficientemente buenos como para vivir en armonía para siempre. Pero esto no siempre es así, la vida es impredecible.
Cuando aparece el divorcio en la vida familiar es porque lo que se quería para la vida matrimonial simplemente ha dejado de existir. Cuando los niños se ven atrapados en medio de interacciones tóxicas entre sus padres, agrava su dolor, y también el de los padres.
Siempre tienes una opción
Las decisiones las tomas cada día y es necesario que pienses en tus hijos antes de expresar toda tu ira y rabia ante la situación que estás viviendo en la actualidad. En lugar de dejar salir toda esa rabia y alimentar tu ira, es mejor que reinas la fuerza para ver a esa persona en alguien que en un momento de su vida te amó y su comportamiento actual simplemente es un reflejo claro de su tristeza, dolor o rabia mal canalizada. Tus hijos deben ver en ti que has optado por la opción del perdón y el bienestar general.
Escoge el camino correcto
Para llevarte bien con el padre o madre de tus hijos ya convertido/a en ex, tendrás que escoger el camino correcto. Necesitarás paciencia, tolerancia y mucha amabilidad para lograrlo. Necesitas ser el modelo que tus hijos seguirán, sobre todo cuando tengas desacuerdos con tu ex. Serán momentos necesarios en la educación de tus hijos para que aprendan a lidiar con las comunicaciones difíciles gracias a tu ejemplo.
Tus hijos son espectadores inocentes
Tus hijos son los espectadores inocentes de toda esta historia, nunca son ni serán la causa. Si sienten que sus padres se pelean por ellos (por cualquier motivo, como dejar el libro de lengua en casa del otro progenitor), creerán que ellos tuvieron la culpa del divorcio. Y ellos nunca tuvieron nada que ver, ni deben sentirse culpables jamás.
Los niños aprenden a través de las acciones y aunque les digas que no tienen la culpa si con tus actos piensan que sí, se sentirán culpables del divorcio y esto, les puede causar bastantes problemas emociones. Si no quieres que tus hijos se sientan responsables de tu divorcio, ten mucho miramiento con la relación que tendrás con tu ex.
Los niños que evolucionan bien tras un divorcio de sus padres, son los niños cuyos progenitores se han enfrentado al desafío de ser pacientes, educados y respetuosos, incluso en los momentos más difíciles.
Ser amigos, o al menos, llevarse bien
Puede ser muy complicado dependiendo de las circunstancias, pero tus hijos no necesitan recibir toda tu ira sobre tu ex. Si no es posible llevar una relación cordial, entonces es importante que por lo menos, no hables mal de él o ella delante de ellos. Intenta llevar una relación de lo más cordial posible para que tus hijos no crezcan dentro de la rabia.
Si te encuentras en una situación donde pierdes los nervios con tu ex, entonces deberás considerar el trabajar tu propia frustración o tristeza, puesto que estos sentimientos te están nublando el juicio. No es que dejes de sentir estos sentimientos, por supuesto que no, se trata de canalizarlos de forma diferente. No puedes controlar los pensamientos o acciones de tu ex, pero sí puedes controlar los tuyos. Lo que realmente comporta es que tus hijos estén bien y crezcan sabiendo que tanto su padre y su madre les aman con todo su corazón aunque vivan en casas separadas.