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Así es cómo tus hijos siempre cooperarán en casa: estrategias clave
Así es cómo tus hijos siempre cooperarán en casa: estrategias clave

TAREAS DEL HOGAR

Así es cómo tus hijos siempre cooperarán en casa: estrategias clave

Si quieres que tus hijos siempre cooperen en casa, ¡no te pierdas estas estrategias clave para conseguirlo!

Si estás cansado de que tu hijo/a no coopere en las tareas del hogar, no importa la edad que tenga, si tiene la edad suficiente para entender las instrucciones y colaborar, estas estrategias son para ti. ¡No pierdas detalle y comienza a ponerlas en práctica desde ahora mismo!

Capta su atención

Del mismo modo que los niños a menudo exigen toda tu atención antes de derribar una torre de bloques, tienes que controlar el enfoque de tu hijo si esperas que escuche. Si tu hijo no se lava los dientes después de que se lo haya dicho cinco veces, es posible que ni siquiera se haya dado cuenta de que estabas hablando con él. 

De hecho, la probabilidad de que un niño coopere depende de lo que esté haciendo cuando sus padres hacen una demanda. Lo ideal es hacer un contacto visual y después hablar directamente, sin importar la edad que tenga. Por ejemplo puedes decirle algo como: "Se está acercando la hora de acostarse". Una vez que haces contacto visual, sigue rápidamente con instrucciones: "Es hora de cepillarse los dientes. Vamos al baño".

Los niños necesitan escuchar órdenes claras para poder hacer las cosasLos niños necesitan escuchar órdenes claras para poder hacer las cosas

Diversión y risas

Los niños pequeños siempre se rinden ante un padre o su médico cuando le hacen reír. Usa la risa y la diversión en todo tipo de situaciones, ya sea que cambies el pañal de tu hijo de 1 año o pongas protección solar a un niño de 5 años que está desesperado por salir corriendo y jugar. Busca personajes, canta, cuenta una historia o haz ruidos divertidos mientras limpias el trasero de tu hijo o le aplicas loción.

No le preguntes, dile las cosas claramente

Los niños necesitan escuchar órdenes claras para poder hacer las cosas, así es cómo saben lo que se espera de ellos. Un estudio de niños de 3 a 7 años mostró que sugerencias como "¿Puedes ponerte los zapatos?" No logran obtener los mismos resultados que las directivas claras como "Ponte los zapatos". La investigación también muestra que los niños no entienden completamente el sarcasmo o la ironía hasta que tienen alrededor de 10 años, por lo que tampoco es probable que usarlos para tener un buen comportamiento.

También puedes aprender de la forma en que tu hijo se comunica. Presta atención a las palabras que usas para pedirle a una amiga que haga algo y compáralas con la forma en que podrías haber expresado la misma solicitud a tu hijo. Luego, intenta usar las palabras exactas la próxima vez que quieras que limpie su habitación o que se ponga su abrigo o se siente y coma su cena. 

Si eso no funciona, considere si necesita reducir tu propio vocabulario.  Habla con frases simples o di lo mismo de dos maneras diferentes; ¡tu hijo lo entenderá mejor e incluso podría aprender una nueva palabra!

Sé paciente

Es más probable que los niños cooperen si no se sienten apurados, sin embargo, los estudios muestran que los padres a menudo no les dan a los niños el tiempo suficiente para responder a las instrucciones. Los niños no cambian las tareas fácil o rápidamente. Si estás cansado de repetir las cosas, es posible que solo necesites darle a tu hijo más tiempo para responder. Te sorprenderá la frecuencia con que la mayoría de los niños harán lo que dices... solo que a su ritmo y no al tuyo.

Es más probable que los niños cooperen si no se sienten apuradosEs más probable que los niños cooperen si no se sienten apurados

Ofrece a tu hijo una opción

Cuando no puedes darle una opción a tu hijo, es útil explicarle tu pensamiento. Por ejemplo, si tu niño no entiende por qué no puede tocar la estufa, dile: "¡No lo toques! ¡Quema!" En lugar de simplemente,"No." Tu razonamiento es más importante para que TE escuchen los niños mayores porque en realidad pueden ser influenciados por la lógica. 

Anima a tus hijos a compartir también sus propios procesos de pensamiento;  les ayudará a aprender a negociar, que es una habilidad social crítica. Digamos que tu hijo quiere saltarse su clase piano practicando esta noche. En lugar de rechazar su solicitud directamente, deje que le cuente sus razones. Está bien darle un pase si proporciona un buen argumento, como querer pasar tiempo con la familia y prometer practicar más durante la semana. Simplemente no cedas si él ruega y cae al suelo llorando para salirse con la suya; esa no es una táctica de negociación que quieras recompensar.

¡Y recuerda elogiar sus logros!

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